“El servicio nunca es ideológico, ya que no sirve a ideas, se sirve a las personas”; este fue parte del mensaje emitido por el papa Francisco, el argentino Jorge Bergoglio, durante una misa ante miles de cubanos en la Plaza de la Revolución de la Habana el pasado domingo 20 de septiembre.
Aunque esa fue la frase del pontífice, muchos disidentes cubanos mostraron indignación y tristeza debido a que no pudieron reunirse con el papa ni ser partícipes de su visita; ellos esperaban que la máxima autoridad de la religión católica no solo conociera las ideas del Gobierno cubano y sus representantes, sino que también conociera la posición de quienes difieren de los Castro.
Pero la oposición cubana fue reprimida en ese país; periodistas, damas de blanco y disidentes fueron detenidos para evitar que se comunicaran con el Papa y que asistieran a la misa.
Medios de comunicación documentaron cómo agentes de seguridad cubana arrestaron muy cerca del pontífice a Zaqueo Báez, de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), quien logró romper cinco cordones de seguridad para recibir la bendición del pontífice. Otras dos personas más que lanzaron volantes de Unpacu también fueron detenidas.
Por otro lado, las Damas de Blanco, defensoras de los derechos humanos en Cuba, y muchas de ellas esposas de presos políticos de ese país, también expusieron de qué manera fueron reprimidas y denunciaron que el Gobierno cubano atentó contra el uso de la libertad religiosa.
Medios de comunicación locales e internacionales reseñaron que más de 400 opositores fueron vigilados, golpeados y detenidos para evitar que tuvieran contacto directo con Bergoglio.
Ana Olema, bloguera, ciberactivista y artista cubana expresó a PanAm Post su impresión en relación con la visita del papa a Cuba y dijo sentirse preocupada porque “la izquierda populista se está ganando a un sector importante como es el religioso”.
Olema cuestionó que el Papa se reúna con Fidel Castro, quien “tiene centenares de muertes a sus espaldas”.
La activista cubana señaló que la disidencia de su país ha asumido la libertad religiosa como un símbolo de resistencia genuino, debido a que “muchos fusilados al principio de la revolución murieron gritando ‘Viva Cristo Rey'”.
Olema expresó que Cuba sigue bajo el yugo de la dictadura y que Bergoglio, como representante de la Iglesia, pudo haber demostrado compasión ante quienes son víctimas del régimen cubano.
“Lamento que Bergoglio no haya pedido que taparan al Che Guevara, que es un asesino en masa, lamento que Bergoglio no haya ido a La Cabaña para arrodillarse y pedir por las almas de los que fueron asesinados por el Che, podría haber convocado a una marcha en Santa Rita, podría haber pedido que parara la violencia estatal”, añadió la activista cubana.
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Olema además calificó el discurso del Papa en su misa como “el peor y muy peligroso”; esto “por estar lleno de palabras muy ambiguas, populistas, vacías e interpretables de cualquier lado”.
“Bergoglio citó a José Martí; Fidel Castro estructuró su dictadura citando a Martí. Puede ser una fórmula populista tratando de apaciguar la esperanza de cambio de los cubanos”, sentenció.
En un artículo de opinión realizado por el periodista y escritor Antonio Papell, ganador del premio ABC de Sevilla en el año 1986 y FIES de Periodismo 2003, expresó que “no es aceptable que el Pontífice, que se ha convertido en sus dos años y medio de mandato en una voz crítica contra la opresión y la injusticia en el panorama mundial, orille absolutamente las cuestiones vitales de la persecución política que todavía se practica en la isla caribeña y de los presos políticos que se pudren en las cárceles del país”.
Visitas políticas
La visita de Jorge Mario Bergoglio en Cuba durará hasta este martes 22 de septiembre. La misma se efectuó en el marco del restablecimiento de las relaciones entre EE. UU y la isla.
Durante su recibimiento, el sumo pontífice indicó que los líderes políticos, tanto Obama como Raúl Castro, deben seguir trabajando en la reconciliación de los pueblos.
El Papa se reunió con el presidente cubano Raúl Castro e hizo una “visita de cortesía” al Consejo de Ministros, durante esta actividad, recibió por parte del primer mandatario cubano un Jesucristo crucificado en remos, lo que muchos disidentes criticaron al hacer una analogía entre los remos del Jesucristo y los remos de miles de balseros que han huido escapando del régimen cubano.
En otro momento, Bergoglio se reunió con el expresidente Fidel Castro. El pontífice llegó a la residencia de Castro, con quien se reunió por al menos 40 minutos a puerta cerrada, para hablar, de acuerdo con Francisco Lombardi, portavoz de la Iglesia, “sobre algunos problemas mundiales”.
Durante el encuentro íntimo el papa regaló a Fidel Castro un libro del padre Llorente, quien fue jesuita y educador del expresidente en su juventud. Llorente abandonó Cuba en 1961 para exiliarse en Miami, después del triunfo de la revolución.
La Santa Sede decidió no transmitir imágenes o videos del encuentro por “respeto al carácter familiar e informal” del mismo.
Otra visita destacada fue la de la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner, quien aceptó la invitación de su homólogo cubano Raúl Castro, y tuvo la oportunidad de conversar por unos minutos con el sumo pontífice.
Kirchner fue criticada en su país por arribar a La Habana con un bolso que, según versiones de redes sociales, tiene un supuesto valor de US$22.900 dólares. Es conocida la pasión la presidenta argentina por las prendas de diseñador.
Para @Pontifex_es Cristina Kirchner se bajó del avión en Cuba con una cartera Hermes de 22000 dólares. Super Nac&Pop pic.twitter.com/2EtvC8yoWG
— EL ESCÉPTICO (@elescepticoar) September 20, 2015