Candidatos presidenciales en Haití se unieron para solicitar al Consejo Electoral Provisorio (CEP) de ese país la creación de una comisión independiente con el fin de investigar las presuntas irregularidades que se dieron en los comicios del 25 de octubre; tienen sospechas de un fraude electoral.
Los resultados de las elecciones del pasado domingo debían darse a conocer este martes 3 de noviembre, pero el anuncio fue aplazado para este jueves; esto, de acuerdo con información del CEP. Los comicios se efectuaron en el marco de la primera ronda de elección presidencial y la segunda de las elecciones legislativas, además de las municipales.
Siete candidatos a la presidencia en un documento enviado a la administración electoral aseguran que la jornada de sufragio “dio lugar a casos de fraudes masivos”; los firmantes exigen que representantes de la sociedad civil, como universitarios, miembros de asociaciones de periodistas y grupos de defensa de derechos humanos se unan a una nueva comisión investigadora.
De acuerdo con los medios de comunicación locales, de 54 aspirantes, tres candidatos haitianos repuntan la lista de los más presidenciables: son Jude Célestin, quien perdió en la segunda vuelta de las elecciones de 2010, el oficialista Jovenel Moise y Moise Jean-Charles, opositor al actual Gobierno.
De los resultados que se conocerán este jueves, solo dos candidatos podrán pasar a la segunda vuelta electoral.
La denuncia de los siete candidatos surge de supuestos fraudes cometidos por el oficialista Partido de Haití Tet Kale (PHTK) a favor de su candidato Jovenel Moise, quien, de acuerdo con el documento, contó con falsos agentes electorales que tuvieron la oportunidad de votar más de una vez y que además participaron en el traslado de presuntas urnas falsas a los centros de votación.
Por dichas irregularidades, dirigentes de los partidos Familia Lavalas, Lapeh, Renmen Ayiti y Pitit Dessalines anunciarán movilizaciones.
También los candidatos de la Organización del Pueblo en Lucha (OPL), Sauveur Pierre Etienne, y el independiente Mario Andrésol, acusaron al oficialismo de la quema de urnas en diversos centros de votación.
Celso Amorim, jefe de la misión de observación electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) aseguró que la participación en estas elecciones presidenciales superó a la registrada en los comicios de 2010 y 2011, y llegó a alrededor de 30% del electorado.
Dijo que la cifra de los haitianos que sufragaron refleja la decisión de ir a votar, a pesar de que las medidas para asegurar la confidencialidad del voto “no siempre estuvieron presentes”.
Informó además que al menos 234 personas fueron detenidas por incidentes y alteraciones del orden público, que al final no impidieron la realización del proceso.
Por su parte, el Observatorio Ciudadano para la Institucionalización de la Democracia (OCID) exigió a los organismos encargados que apresuren el anuncio de los resultados, con el fin de garantizar la transparencia.
La demora crea confusión
El retraso en el conteo de los votos ha generado protestas y denuncias en Haití, razón por la cual el árbitro electoral creó una comisión para atender las quejas, entre ellas irregularidades en el padrón electoral, quema de boletas, posible compra de votos y otro tipos de incidentes.
De acuerdo con la comisión recientemente conformada, hasta el 1 de noviembre se habían recibido 162 denuncias procedentes de los ciudadanos, partidos y grupos políticos.
[adrotate group=”7″]Pero la espera por parte de los candidatos también ha causado especulación en relación con los resultados, pues, aunque está prohibido adelantar datos no oficiales, el candidato Jude Celestin, del partido Liga Alternativa por el Progreso y la Emancipación Haitiana (Lapeh), afirmó tener ventaja.
Lapeh ha afirmado que cuenta con las pruebas y actas para demostrar que encabeza los resultados de esta primera ronda electoral para escoger al nuevo presidente de Haití. Moise Jean Charles, de Pitit Dessalines, también ha afirmado tener los resultados a su favor.
Cabe destacar que los días previos a estas elecciones estuvieron plagados de violencia que dejaron al menos 15 muertos en el país; de acuerdo con líderes comunitarios y algunos funcionarios, los decesos ocurrieron por riñas entre pandillas que presuntamente estaban relacionadas con la política y que buscaban dominar los resultados de los comicios.