
Cifras del Banco Central de Ecuador reflejan que las relaciones comerciales con Venezuela están en su peor momento pues las exportaciones hacia ese país cayeron 42%.
De acuerdo con un artículo publicado en el diario El Comercio, en 2014 la comercialización alcanzó US$ 191 millones mientras que en 2015 se desplomó a US$19 millones.
[adrotate group=”8″]
Según el medio local, la crisis económica en Venezuela afectó directamente la economía ecuatoriana pues el país presidido por Nicolás Maduro es la nación con mayor peso en el número de pagos receptados con la moneda comercial Sucre.
El diario asegura que el producto ecuatoriano con mayor impacto en sus ventas fue el atún, entre otros productos que dejaron de exportarse, como los aceites y extractos vegetales, chocolates, equipo de línea blanca, lácteos y lencería.
La crisis venezolana, que incluye una inflación de 180%, escasez de alimentos y recientes medidas de ajuste como una devaluación de 37% del bolívar, llevó a que los compradores públicos y privados suspendieran las compras del atún, que se comercializa en lata y congelado. Priorizaron otras cosas. Al haber escasez de divisas cayeron las ventas.
Según el vicepresidente de la Federación de Exportadores de Ecuador, Daniel Legarda, “persisten deudas de años anteriores en diferentes sectores. No tiene información actualizada, pero hasta 2013 los haberes sumaban US$ 60 millones. Y la Cámara de Comercio Ecuatoriana Venezolana (Caceven) contabilizaba US$ 170 millones al 2014”.
Los comerciantes aseguran “no hay garantías para vender” a Venezuela razón por la cual están en busca de otros mercados.
Las mayores ventas a Venezuela fueron en el 2011, cuando el Ecuador vendió USD 1 474 millones. Pero el monto comenzó a reducirse porque se sinceraron las exportaciones. Desde ese año se destaparon escándalos por exportaciones falsas desde Ecuador a través del sistema Sucre y ventas sobrevaloradas o vinculadas al lavado de activos. Caceven calculó en el 2014 que un 40% de la caída de exportaciones a Venezuela se explica por el sinceramiento de cifras. Y la reducción posterior se debe a la situación económica de ese país.
Fuente: El Comercio