En 2015 Venezuela fue el país que compró más armas en América Latina; así lo afirmó el Instituto de Investigaciones de Paz de Estocolmo (Sipri, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con un informe titulado Armamento, desarme y seguridad internacional, Venezuela gastó US$ 162 millones en productos bélicos durante el año pasado.
El país gobernado por Nicolás Maduro, que se encuentra en una grave crisis económica, con altas cifras de escasez y desabastecimiento de alimentos y medicamentos, realizó una transferencia de US$ 147 millones a China, US$ 6 millones a Estados Unidos, US$ 5 millones a Austria y US$ 4 millones a Holanda.
La información emitida por el organismo internacional asegura que la inversión se dio en vehículos blindados, artillería, aviones de guerra y barcos. El índice presentado por Sipri, ubica al país suramericano en el puesto 18 siendo el mayor comprador de la región entre los años 2011 y 2015.
Por su parte, el gasto militar en América Latina y el Caribe prácticamente permaneció invariable en relación con 2013, donde Brasil, el líder regional, recortó su gasto debido a sus dificultades económicas.
Según el SIPRI, el volumen internacional de transferencias de grandes armas fue 14% mayor entre 2011-2015 que durante el período 2006-2010; siendo los cinco principales exportadores Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Alemania.
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Economía “de guerra”
En proporción, de cada 100 dólares que entran a la nación, 96 provienen de la renta petrolera. En condiciones favorables, cuando suben los precios del petróleo ingresan más dólares y aumentan las reservas internacionales, mientras que al caer los precios de la cesta petrolera, la cantidad de divisas que entra al país es menor, lo que disminuye los recursos con los que cuenta el Estado.
De acuerdo con las estadísticas del Ministerio de Petróleo y Minería, durante el 2015 el crudo venezolano registró un promedio de US$ 44,65 dólares por barril, lo que representa la mitad de la media de US$ 66,42 dólares por barril que mantuvo en 2014. Producto de esta caída en el precio del petróleo, la nación perdió 68% de los ingresos en divisas en 2015.
Especialistas aseguran que Venezuela vive una “economía de guerra“, el país suramericano es la nación con la inflación más alta del mundo y que según los expertos podría cerrar el año con una caída del Producto Interno Bruto de 8%.
Por la falta de insumos los venezolanos hacen colas para conseguir los productos y alimentos básicos, lo que se traduce en una crisis humanitaria que presenta una escasez de medicamentos de 80% y de alimentos en 60%, con lo cual la calidad de vida de sus habitantes no solo empeora sino que la salud de la población está en riesgo.
En una entrevista para PanAm Post el economista venezolano Luis Oliveros calificó de “falta de respeto” que el presidente Nicolás Maduro haya dicho ante la Asamblea Nacional y el país que hay un déficit de divisas por la caída de los precios del petróleo, pero que a la vez haya “despilfarrado” US$ 162 millones en productos bélicos.
El economista aseguró que “es una bofetada para las personas que no consiguen medicamentos ni alimentos” que hoy se enteren de que Venezuela es el país latinoamericano que más dinero invirtió en la compra de armamento.
“Venezuela es un país que no tiene ninguna amenaza internacional como para estar gastando millones de dólares en productos bélicos, es un país que tiene una situación económica crítica como nunca en su historia con un déficit de aproximadamente US$ 28.000 millones”, aseveró.
Dijo además que con esta acción el Gobierno de Venezuela demuestra una vez más que su prioridad no es resolverle los problemas al país, sino por el contrario, mantener a la población “pasando necesidades”.
“Todos nos preguntamos de dónde saca el Gobierno las divisas para comprar armas, y por qué ese dinero no se usó para paliar el desabastecimiento, la escasez y la baja producción”, cuestionó Oliveros.
Explicó que según cifras extraoficiales la asignación de divisas para importaciones en enero de este año cayó 80%, lo que indica que los niveles de escasez se van a profundizar.
“El Gobierno ha debido utilizar ese dinero para mejorar la oferta de medicinas, mejorar la oferta de alimentos y utilizar ese dinero en producción nacional y en materia prima para las empresas”, aseguró.
“Pareciera que Nicolás Maduro está comprando armas para reprimir aún más a la gente cuando todo empeore mucho más”, concluyó el experto.