En todo un misterio se ha convertido la historia del hijo que Evo Morales, presidente de Bolivia, tuvo con su examante detenida Gabriela Zapata.
Este lunes 14 de marzo el ministro de Defensa, Reymi Ferreira informó que en las pesquisas realizadas en el allanamiento al domicilio de Zapata no se encontraron indicios de que el hijo de Morales esté con vida.
“Tenemos la certeza de que no es así (que esté con vida). La abuela, el abuelo paterno y la hermana lo desmienten. (El niño) nunca ha estado inscrito en ningún colegio y no tiene cedula de identidad. En la requisa que se hizo al domicilio de la señora Zapata no se encontró una sola foto, ni siquiera una vinculación que diga que hay un vinculo familiar”, dijo Ferreira.
El pasado 27 de febrero, Pilar Guzmán, quien es tía de Zapata, afirmó que el hijo de Morales está vivo, lo que contradijo a lo afirmado por el Jefe del Estado, quien el 5 del mismo mes aseveró que su niño había muerto.
Pero las informaciones emitidas por el funcionario enredan aún más la situación que hasta los momentos sólo está enmarcada en contradicciones.
De acuerdo con la prensa boliviana, el pasado 29 de febrero la expareja de Evo Morales presentó ante una juez de Bolivia el certificado de nacimiento del hijo de ambos.
El documento fue aportado como prueba de “arraigo natural” de Zapata, con el fin de demostrar que no existe riesgo de que se fugue del país; ese documento probaría que el hijo que tuvieron Zapata y Evo Morales en el 2007 está vivo.
Pero otra contradicción se presenta cuando el mismo ministro de Defensa, Reymi Ferrira afirmó el pasado 4 de marzo que Gabriela Zapata se presentaba ante empresarios y ante algunas empresas estatales con el certificado de nacimiento del hijo que tuvo con Morales. Ferreira aseguró que eso significaba el “uso indebido de influencias”.
Pero el tema del hijo de Morales se oscurece aún más cuando el presidente boliviano pidió durante una entrevista que no le pregunten “nunca más” por el hijo que tuvo con Zapata quien compareció el viernes durante más de tres horas ante una jueza para hablar del primogénito. Su testimonio se mantiene en reserva por una decisión judicial.
La expareja del mandatario asistió a la para responder a una demanda presentada por Morales para que presente al hijo de ambos.
El 29 de febrero, Zapata, exejecutiva de la empresa china CAMC fue imputada por los delitos de enriquecimiento ilícito, enriquecimiento de particulares con afectación al Estado y uso indebido de influencias. Fue enviada a la cárcel.
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Caso censurado
El conocido caso de tráfico de influencias que involucra a la examante del presidente de Bolivia, Evo Morales y a funcionarios del Ejecutivo de ese país se encuentra “estancado” y “censurado”.
Los medios de comunicación bolivianos informaron este lunes 14 de marzo que no existen acciones judiciales desde hace más de una semana sobre el caso, y denunciaron que tanto la Fiscalía como Morales, y hasta la empresa china involucrada, CAMC decidieron no dar entrevistas ni declaraciones.
Según el diario El Deber, la fiscal de Distrito de La Paz, Rosario Venegas, dijo que el avance es que enviaron requerimientos a todas las entidades con las que Gabriela Zapata, expareja de Morales, tuvo algún tipo de relación.
El mismo medio también asegura que en la Fiscalía de La Paz, ya no hicieron más operativos o convocatorias a declarar de testigos u otros acusados; mientras que el fiscal Edwin Blanco optó por negar cualquier entrevista.
Por otra parte, a través de una carta firmada por el representante legal de la empresa China CAMC, Liu Yang, dio por cerrada cualquier posibilidad de entrevista sobre todo el escándalo que envuelve a esta empresa asiática.
La polémica surge una vez se conoció el presunto caso de tráfico de influencias que involucra a la exnovia de Evo Morales, quien fue gerente de la empresa China CAMC, y se benefició de millonarios contratos con el Estado para la ejecución de obras.