La empresa constructora Odebrecht anunció este martes 22 de marzo en un comunicado que decidió cooperar con las investigaciones sobre el caso Lava Jato; el hecho de corrupción que involucra a esa organización, a la estatal Petrobras, al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y que también ha “salpicado” a la presidenta Dilma Rousseff.
En el texto, la empresa indicó que después de las “evaluaciones y reflexiones” a cargo de accionistas y ejecutivos, Odebrecht decidió colaborar definitivamente con las investigaciones.
La constructora aseguró que “viene manteniendo contacto con las autoridades, con el objetivo de colaborar con las investigaciones, además de la iniciativa de lenidad adoptada en diciembre ante la Controlaría General de la Unión”.
Los acuerdos por lenidad implican que empresas involucradas asuman culpas, paguen por sus daños y eviten futuros desvíos de conducta a cambio de volver a poder celebrar contratos con el sector público.
Aunque el comunicado no cita nombres, la prensa brasileña asegura que la decisión incluye al expresidente de la empresa Marcelo Odebrecht, quien fue condenado a 19 años y cuatro meses de prisión por delitos de corrupción, lavado de dinero y organización criminal.
La multinacional, además, citó la adopción de prácticas internas para mejorar su modelo de gestión y recordó el “proceso avanzado de adhesión” al Pacto Global de las Naciones Unidas, en la que la comunidad empresarial internacional se compromete a tomar medidas amparadas en diferentes valores, como el combate a la corrupción.
Odebrecht, un gigante con 168.000 empleados y que se destaca en el ramo de la construcción, es una de las 20 empresas acusadas de integrar la gigantesca red de corrupción que operó en Petrobras y que salpica tanto al expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva como a la actual mandataria Dilma Rousseff.
The Economist pide la renuncia de Rousseff
Este miércoles 23 de marzo The Economist dedicó su editorial a exigir la renuncia de la presidenta Rousseff tras verse rodeada por el escándalo de corrupción de Petrobras, mientras enfrenta una economía que se ha agravado y que sufre su peor recesión desde la década de 1930.
La publicación semanal británica con sede en Londres, resaltó la “debilidad política” del Gobierno de Rousseff frente al aumento del desempleo y la caída de la calidad de vida de los brasileños.
The Economist, también respalda su exigencia de renuncia a la mandataria en los bajos índices de aprobación del actual Gobierno, lo que ha llevado a millones de brasileños a salir a las calles para gritar “Fora Dilma!”, O “Dilma fuera!”.
El impreso también critica de manera enfática la decisión de Rousseff de nombrar a Luiz Inácio Lula da Silva como su Jefe ministerial para encubrirlo de la posibilidad de que vaya a prisión por el escándalo de Petrobras; el periódico lo califica como “un intento burdo de frustrar la acción de la justicia” y asegura que aunque esa no fuera la intención, al final ese sería su efecto.
El periódico además asegura que ante esa acción el Gobierno actual se inclinó a favor de los intereses políticos pasando por encima del estado de derecho “por tanto, se ha hecho a sí misma incapaz de seguir siendo presidente”.
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Rousseff: “Jamás renunciaré”
Aunque la presidenta de Brasil se ha visto envuelta en el escándalo de corrupción más grande de la historia de su país, afirmó este martes 22 de marzo que “jamás renunciará”, ignorando la petición de millones de brasileños.
“Acá se está produciendo un golpe contra la democracia. Yo nunca renunciaré”, proclamó Rousseff en un acto en el Palacio de Planalto, aplaudida por un centenar de abogados y juristas contrarios al juicio político que el Congreso estudia abrirle por presunta manipulación de la cuentas públicas.
La mandataria, del Partido de los Trabajadores, advirtió sobre los riesgos de una ruptura democrática y sobre las pérdidas de las “conquistas sociales” alcanzadas durante los dos mandatos del expresidente Lula.
Rousseff actualmente enfrenta dos procesos paralelos: un juicio de destitución en el Congreso por presunta manipulación de las cuentas públicas, y una investigación en la justicia electoral, por supuesta utilización de dinero proveniente del esquema de corrupción en la estatal petrolera Petrobras en la campaña electoral de 2014.
Entre tanto, el expresidente Lula da Silva es investigado por posible ocultación de bienes en vinculación con el escándalo Petrobras. Este martes 22 de marzo, una magistrada del Supremo Tribunal Federal (STF) mantuvo suspendido su nombramiento como jefe ministerial del actual Gobierno.