El juez Marco Aurelio Mello, de la Corte Suprema de Brasil, ordenó al Parlamento que inicie un juicio político contra el vicepresidente de ese país, Michel Temer. La solicitud fue rechazada por el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha.
Mello alega que la solicitud se debe a razones similares por las que se inició un juicio político contra Dilma Rousseff.
Michel Temer es el primero en la línea de sucesión, y quien asumiría el poder en caso de que Rousseff sea destituida de la presidencia. El ahora opositor, congeló sus relaciones con la mandataria luego de que su partido, el PMDB que él preside, anunciara su ruptura con el Gobierno.
En la denuncia, aseguran que Michel Temer habría incurrido en el mismo “delito de responsabilidad” que la presidente de Brasil, al firmar algunos de los decretos que facilitaron maniobras contables para maquillar los resultados del Gobierno en los últimos dos años.
El magistrado explicó que su sentencia “no emite juicios” en relación con la conducta del vicepresidente de la República, pero consideró que Cunha, al rechazar una demanda y aceptar otra, “no atendió la debida formalidad legal”. Sin embargo, la decisión del juez puede ser impugnada.
Mello también determinó que se instale una comisión especial en la Cámara de Diputados para que también investigue al vicepresidente, del mismo modo como se hace con las acusaciones contra Rousseff.
Horas antes del fallo judicial, el exmandatario Lula Da Silva retó a Temer a medirse en unos comicios presidenciales para optar por el cargo Ejecutivo, en lugar de hacerlo por medio de una supuesta artimaña para destituir a la mandataria, Dilma Rousseff.
Este martes 5 de abril, Michel Temer anunció su decisión de alejarse de la presidencia del partido PMDB, el cual quedará en manos del senador Romero Jucá.
Fuentes cercanas a Temer, explicaron a la agencia de noticias EFE que la decisión busca que el partido pueda “defenderse de los ataques” que ha recibido de los sectores oficialistas después de que anunciara la ruptura con el Gobierno y así, presuntamente, “evitar” que el vicepresidente “entre directamente en ese debate”.
Fuente: La Vanguardia.