EnglishRafael Correa anunció este miércoles 20 de abril cinco medidas económicas para de alguna manera contrarrestar los daños causados por el terremoto en Ecuador.
Correa explicó en cadena de radio y televisión que en las próximas horas, a través de la Asamblea Nacional, se establecerá en primer lugar un incremento de dos puntos porcentuales en el Impuesto al Valor Agregado (IVA). Es decir, que este se elevará del 12% a 14%. Esta medida tendrá la vigencia temporal de un año.
Del mismo modo, anunció una contribución por una sola vez de 3% adicional sobre utilidades, y una contribución de 0,9% sobre personas naturales cuyo patrimonio sea mayor a US$ 1 millón.
La cuarta medida, será el pago de un día de sueldo durante un solo mes para quienes ganen más de US$1.000; si la persona gana más de US$2.000 tendrá que dar este aporte durante dos meses. Sin embargo, si la persona gana más de US$ 5.000, tendrá que contribuir con cinco días de sueldo, es decir, un día de sueldo durante cinco meses.
Como quinta medida, el mandatario indicó que el Estado buscará vender algunos de sus activos, lo que servirá para hacer frente a los daños y costos del terremoto .
Una economía “herida”
El presidente de Ecuador, Rafael Correa estimó las pérdidas causadas por el terremoto en US$ 3.000 millones , lo que se traduce en el 3% del Producto Interno Bruto del país.
El terremoto, que hasta ahora causó la muerte de más de 550 personas, también dejó una “herida profunda” en la economía ecuatoriana.
Es el peor sismo registrado en 40 años en ese país suramericano, desastre que contraería sus finanzas a niveles de 7% este año; esto porque el terremoto se suma a los apuros que atraviesa la nación por su dependencia al precio del crudo, ya que las entradas petroleras representan 55% de sus ingresos totales.
“Las pérdidas son multimillonarias. Yo calculo a grosso modo US$3.000 millones, (y) 3% del PIB y eso significa una reconstrucción de años. Es una lucha larga, por eso invito a no desanimarnos”, reveló Correa en declaraciones a periodistas.
Con un PIB cercano a US$ 98.000 millones, la economía ecuatoriana creció 0,3% en 2015 debido a la continua caída de los precios del crudo; pero analistas vaticinan que con el terremoto, la deuda externa pública y el sector servicios serán algunos de los indicadores más perjudicados.
Ecuador es una economía dolarizada, y su Banco Central no puede emitir dinero para financiar gastos, en este caso para atender la magnitud del desastre.
Según los expertos, la reconstrucción de los daños del sismo se deben hacer por préstamos entregados desde el exterior, lo que elevará la deuda externa pública actual que se situó en 20,4% del PIB en diciembre de 2015.
Análisis de los especialistas
Olivia Díaz Granados, directora de la Cámara Colombo Ecuatoriana, dijo al diario La República de Colombia que la provincia de Manabí, la más afectada, es una zona que basa su economía fundamentalmente en la agricultura, la pesca y el turismo; por ese motivo, el sector servicios del que se desprende el turismo, “será uno de los más castigados”.
Juan Pablo Fuentes, economista de la firma estadounidense Moody’s Analytics, dijo a El Tiempo que el Gobierno de Rafael Correa “ha cometido errores en el trato a los inversionistas y le ha faltado diversificar la economía, lo que ocasiona más desequilibrios”.
Para Fuentes, la reparación de las zonas devastadas por el terremoto demandará mucho más de los US$ 600 millones que el Ministerio de Finanzas anunció que recibirá de manera casi inmediata por parte de organismos multilaterales.
Edward Glossop, economista de la firma Capital Economics, aseveró que las pérdidas por el terremoto podrían llegar a representar hasta un 30% del PIB, cifras muy similares a las sufridas por Chile y Haití.
Glossop informó que en estos países la reconstrucción de carreteras, viviendas, puentes, viaductos, redes de servicios públicos, entre otros factores, costó entre U$15.000 millones y US$30.000 millones, respectivamente.
Por su parte el economista Alberto Acosta hizo énfasis en lo costoso que saldrá recuperar las infraestructuras dañadas: “no se va a parar la producción y de ninguna manera va a justificar la contracción económica. Pero en estas circunstancias reconstruir todo va a ser mucho más difícil, más costoso, porque no hay recursos”.