EnglishLa desesperación y la incertidumbre en Venezuela se empiezan a manifestar por la crisis económica traducida en altos índices de escasez y desabastecimiento; ante eso, este martes 26 de abril tres estados del país fueron escenario de saqueos.
La ciudad de Maracaibo, en el estado Zulia, al occidente venezolano es el epicentro de los robos: solo el martes, y en menos de 24 horas, hubo saqueos en siete sectores de la ciudad en farmacias, centros comerciales, supermercados y hasta camiones con comida.
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Aunque al menos nueve personas fueron detenidas, y 2.000 funcionarios de seguridad se encuentran desplegados en el estado, Giovanny Villalobos, secretario de gobierno del Zulia pidió a los ciudadanos no salir de sus casas, asegura que “hay violentos en las calles que pueden hacerles daño”.
En Caracas, la capital venezolana también se reportaron saqueos en al menos tres sectores de la ciudad. Usuarios de la red social Twitter informaron que se presentaron los robos durante la noche de este martes y en la madrugada de este miércoles en la Zona Industrial de La California, Campo Rico y Buena Vista.
Aseguraron que varios locales habían sido asaltados y que se escuchaba en las calles a personas gritando: “Tenemos hambre”.
Lo mismo sucedió en Valencia, estado Carabobo en la región central del país. A través del Twitter, un periodista de la localidad reportó el saqueo de una charcutería. En hecho se registró en horas de la noche de este martes, en medio de una ola de protestas contra el racionamiento eléctrico y los cortes prolongados del servicio en múltiples entidades del territorio nacional.
Solo quedan 15 días de inventarios de alimentos
Los empleados de los supermercados afirman a PanAm Post que ya no llega la misma cantidad de comida que antes y deben lidiar con la molestia de las personas al no conseguir los alimentos que buscan.
Como las compras en los mercados se registran en máquinas captahuellas, “el sistema” no permite que los venezolanos adquieran un mismo alimento regulado si quince días antes se registró la misma compra.
Por haber poca producción, millones de personas amanecen en largas filas para poder adquirir los productos de la cesta básica, muchas de ellas los revenden para obtener unos “ingresos extra” ya que el sueldo mínimo en ese país es insuficiente.
A esto se suma el comunicado de la Cámara Venezolana de Alimentos (Cavidea) que informó este miércoles que las empresas solo disponen de 15 días de inventario.
Según el gremio, la continuidad de la producción se verá afectada porque se agotan las materias primas e insumos nacionales e internacionales.
En el comunicado, Cavidea informó que van 300 días de retraso en el pago a los proveedores y 200 sin que el Gobierno autorice la adquisición de divisas.
El gremio añadió que “el ciclo de reposición de inventario de materias primas se ha visto interrumpido en más de 15 categorías, entre ellos el de salsa de tomate, mayonesa, arroz, cerveza, galletas, pan, carnes de almuerzo, salchichas, compotas, leche de larga duración, jugos, atún y gelatinas”.
Cada vez los venezolanos comen menos
La última Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi) reflejó que más de 3 millones de venezolanos comen dos veces al día o menos, pues cada vez se hace más difícil conseguir los alimentos básicos y además de eso poder pagarlos, debido a la inflación y a los bajos ingresos.
“Frutas y verduras desaparecieron en las listas de compras en los supermercados, lo que se compra es lo que más llena el estómago: 40% de la canasta básica está conformada por harina de maíz, arroz, pasta y grasas”. Sin embargo, esa misma dieta que “llena” no se puede cumplir por completo, pues ninguno de estos alimentos es fácil de conseguir debido a que sus precios están controlados por el Gobierno, cada vez hay menos oferta, y mayor demanda.
Adicionalmente, a esta mala alimentación, se agrega el repunte de enfermedades como la gastritis en primer lugar, con 25% en las encuestas correspondientes a 2015. Le siguen enfermedades por intoxicación (24,11%), parásitos (17,86%) y bacterias (10,71%).
Los resultados de este estudio coinciden con los testimonios de venezolanas en las calles que afirman a PanAm Post que como “todo está tan caro” prefieren comer dos veces al día y dejar el almuerzo para los niños, aseguran que así “les rinde lo poco que pueden comprar”.
Andrea Gutiérrez afirmó que las raciones de comida que sirve en su casa, cada vez son más pequeñas; además asegura que compra la leche con sobreprecio y que la bebida láctea prefiere dejarla solo para el consumo de sus hijos pues es necesario para su buen crecimiento.
Rosa Morales, por su parte, dice que como el kilo de pollo está tan caro, decide desayunar y cenar bien, pero dejar el almuerzo para sus hijos, que sean ellos quienes coman una buena ración de esa proteína.