La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en Venezuela ordenó la prohibición a todos los medios digitales del país de la difusión de videos en los que se reflejen linchamientos.
De acuerdo con la sentencia, la prensa digital no podrá informar a los venezolanos con audiovisuales los actos de linchamientos, ni a través de sus páginas web ni en sus cuentas en redes sociales.
La medida obedece a una demanda interpuesta contra el portal informativo La Patilla y Caraota Digital para presuntamente “proteger los derechos e intereses difusos”.
La prohibición además se extiende a todos los medios de comunicación nacionales con capacidad de transmitir este tipo de videos a través de sus plataformas tecnológicas.
Para la magistrada Lourdes Benicia Suárez Anderson, tal y como lo indica la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, los comunicadores sociales tienen el derecho de expresar periodísticamente un hecho noticioso, y los usuarios y usuarias tienen el derecho de recibir una información adecuada; sin embargo acentúa que esos derechos “no les permiten crear zozobra e incertidumbre en la población, ya que el ejercicio de la comunicación social debe contribuir con el desarrollo integral del individuo y de la sociedad”.
Los linchamientos se han vuelto una lamentable moda en Venezuela. Según un reporte elaborado por el Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea), entre 2001 y 2011 se manejó el margen de entre 6 y 25 hechos de esta índole al año en el país.
Pero en 2015 esa cifra alcanzó niveles históricos. Sólo entre enero y octubre hubo 38 linchamientos en todo el país. Y durante el primer trimestre de 2016 se reportaron 29. No todos estos casos resultan con la víctima asesinada, pero la mayoría son personas que quedan con graves heridas por los golpes que recibieron.
Un estudio realizado por el Observatorio Venezolano de la Violencia (OVV) en febrero de este año, indica que 60% de la población aprueba los linchamientos mientras que entre un 32% y 34% los rechaza.
Roberto Briceño León, director de este organismo, explicó que “el hartazgo, desesperación, angustia y la ausencia del Estado en la tarea de proteger a las personas, hacen que la sociedad reaccione fuertemente, y el resultado es una sociedad más violenta”.
La mayoría de los casos de linchamiento que este observatorio ha registrado y estudiado, es contra personas que roban al ciudadano de a pie: ladrones de carteras, de unidades de transporte público o que arrebatan celulares. “Porque a los miembros de una banda no los pueden linchar porque andan en grupos y fuertemente armados” asegura el especialista.
Fuente: Entorno Inteligente; El Nacional