El Gobierno de China acordó con Venezuela la negociación de un nuevo esquema de pago de la deuda; sin embargo congeló el otorgamiento de nuevos préstamos al país suramericano.
El acuerdo incluye que Venezuela no pagará capital en 2016 y 2017, pero sí cumplirá con la cancelación de los intereses de la deuda. Durante ese mismo período el país asiático no desembolsará nuevos recursos.
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De acuerdo con la prensa local, el pacto entre ambos países busca aliviar la carga financiera a Venezuela en momentos en que el ingreso petrolero ha venido cayendo y la “escasez” de divisas se hace más evidente.
El diario El Nacional informó que el Fondo Conjunto Chino-Venezolano está formado por 2 esquemas de financiamiento. El primero es el Fondo Binacional China-Venezuela, por USD$6 mil de millones y que se terminó de pagar en 2011; y el Fondo Gran Volumen que fue creado en 2010 con un crédito por USD$20 mil millones, de los cuales 50% se entregarían en dólares y 50% en yuanes. Ambos financiamientos se cancelan con el envío diario de barriles de crudo, sujeto al comportamiento del precio del petróleo; es decir, si cae la cotización se debe destinar un mayor número de barriles a China.
Pero el precio del barril del petróleo se mantiene bajo, al igual que la producción del crudo; de acuerdo con el más reciente informe de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), solo en lo que va de 2016 el descenso en el bombeo ha sido de 221.000 barriles por día. Esta situación dificulta que la petrolera cumpla con sus responsabilidades con los clientes tradicionales y con el esquema de financiamiento con el país asiático.
El total de acreencias con China entre los 2 fondos será de 18,9 millardos de dólares para el cierre de este año, según la firma inglesa Barclays Capital. Si se divide esa cantidad entre 31 millones de habitantes –que es la población aproximada de Venezuela– se tiene que la deuda per cápita es de 609,7 dólares.
Fuente: El Nacional