
“Bienvenidos al infierno”. Con esta frase, policías de Brasil recibieron a turistas como medida de protesta por los atrasos en sus salarios y por la exigencia de mejoras laborales. Aseguran que el Gobierno ha desviado los recursos para el desarrollo de los Juegos Olímpicos.
Este lunes 4 de julio, más de un centenar de funcionarios sorprendieron a viajeros que llegaban al principal aeropuerto de Río de Janeiro, en la zona de llegadas del Aeropuerto Internacional de Galeao, que será una de las principales vías de entrada del medio millón de turistas que se esperan para los Juegos que comienzan el 5 de agosto.
Una de las pancartas negras que portaban los agentes rezaba: “Bienvenidos al infierno. La policía y los bomberos no están siendo pagados, quien venga a Río no va a estar seguro”.
También colocaron muñecos vestidos de uniforme que se extendían por el suelo para representar a los más de 50 agentes asesinados en dicha ciudad en lo que va de año.
“Estamos aquí para mostrar a los ciudadanos y a los turistas de afuera las realidades de Brasil (…). Ellos han sido engañados y nosotros también. Tienen que entender que no hay seguridad pública”, afirmó el policía Alexander Neto.
Las concentraciones de los policías se producen en lugares clave para informar a los turistas sobre su situación. “La prioridad de la Policía es la gente, la prioridad del Gobierno son los Juegos Olímpicos”, rezan otras pancartas de protesta que han aparecido sobre los puentes de la autopista.
Los policías de Río comenzaron a realizar protestas callejeras la semana pasada para denunciar que llevan meses sin cobrar sus salarios íntegros, en momentos en los que el estado de Río de Janeiro está al borde de la bancarrota.
Desde hace varios meses, los oficiales sufren retrasos en el pago de sus salarios, así como un desabastecimiento en el equipamiento básico necesario para el cumplimiento de sus funciones, desde la escasez de combustible para vehículos y de material de oficina hasta la falta de elementos básicos de higiene.
Con un salario base de USD$ 15.000 dólares al año y graves deficiencias en su equipamiento, la Policía lucha contra grupos de narcotraficantes fuertemente armados, lo que produce un evidente aumento del riesgo en sus enfrentamientos. En lo que va de año, 52 oficiales brasileños han perdido sus vidas en actos de servicio, en comparación con los 85 fallecimientos acaecidos en todo 2015.
Fuentes: El Universo; RT