Nunca antes el Gobierno de Venezuela encabezado por el chavismo había sido tan descarado. Ya entendimos cuál era el significado de “profundizar la Revolución”: se trataba de formalizar el hecho de que el Poder del país no lo tiene Nicolás Maduro, sino el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, de la mano del Gobierno cubano.
¿Quién manda aquí? Al parecer, no es Maduro, y este lunes 11 de julio quedó demostrado cuando, en Consejo de Ministros y a través de un decreto, el que parece ser el presidente de Venezuela dejó la economía de la nación en manos del militar con más poder y con el que mejor se lleva Fidel Castro.
Gracias COMANDANTE!. Seguiremos aferrados a las ideas y a las causas más nobles de la humanidad. ¡Hasta la Victoria! pic.twitter.com/YvvBZCF3yM
— Vladimir Padrino L. (@vladimirpadrino) September 5, 2015
Respaldándose en una Emergencia Económica y en un Estado de Excepción, Maduro decidió colocar a Vladimir Padrino López al mando de una misión que dista mucho de ser social. Por el contrario, es una misión completamente militar.
- Lea Más: Como en Cuba, Maduro entregó el poder al ministro de Defensa
- Lea Más: PanAm Podcast: análisis del desastre socialista en Venezuela
La distribución de alimentos, la producción del país y la recepción en los puertos ahora quedan a cargo y bajo la responsabilidad de un “simple” ministro. Pero lo interesante aquí es que ordena a todo su Gabinete, muchos de ellos también militares, a ponerse a la orden del Ministro de la Defensa.
Pero, ¿quién es el primer caído en este nombramiento? Pues nada más y nada menos que el vicepresidente de la República Aristóbulo Istúriz, quien hasta el lunes fue el segundo en teoría al mando y que ahora pasa a ser “tercerón”, o quizás uno más del montón dentro del saco de ministros.
Una degradación aceptada con docilidad por el vicepresidente y por el séquito de ministros que, más que obedientes, aceptan esa subordinación del poder civil al poder militar.
Para manejar la economía de un país se necesitan economistas o personas capacitadas, no funcionarios de uniforme verde que desconocen los complejos temas económicos y financieros, necesarios para levantar al país con la mayor inflación del mundo, los salarios más bajos de la Región y una escasez propia de países en guerra.
¿Por qué Maduro hace esto justo ahora?
Pues nadie realmente lo sabe y sólo queda especular. Por ello surgen muchas preguntas cuyas respuestas sólo serán aventuradas. Pero lo que sí les puedo asegurar es que nunca antes se había confirmado de manera tan descarada que lo de seguir los pasos de Cuba no es retórica ni jueguito. Así se maneja la economía cubana: en manos de militares.
Y qué casualidad que a quien se le traspasa el Poder es a Padrino López, quien hace unos meses se reunió con el líder de la fracasada Revolución Cubana, Fidel Castro.
Pero la única libertad que nos queda es la de la imaginación y vamos a darle rienda suelta. ¿Será que Nicolás Maduro le pasa “la papa caliente” a Vladimir?, ¿Maduro estará siendo presionado por los militares?, o ¿será Padrino López el próximo a culpar en caso de no haber resultados?
Lo que a toda vista sí parece es que es más una jugada a lo interno del partido oficialista PSUV, que realmente un movimiento para mejorar la eficacia del Estado.
Debido a la crisis por la que atraviesa Venezuela, hay mucha gente disconforme con la gerencia de Maduro. Este ha perdido y continúa perdiendo popularidad a paso acelerado y esto no excluye a las bases del chavismo, que necesariamente también padecen para alimentarse, curarse y cuidarse de la inseguridad.
Dentro de este descontento no están excluidos aquellos miembros del cuerpo militar que padecen de los mismos problemas.
Es obvio que adentro del PSUV y partidos aliados hay muchas “tuercas flojas” que hay que ir apretando para que no se le continúe aflojando el poder, y para ello pudiera estar enmarcada esta nominación de Padrino Lopez como mano dura para evidenciar que el Gobierno es quien tiene aún el poder.
Quedan muchas preguntas, pero la respuesta más cercana a todo lo que sucede es que Maduro parece no solo gobernado desde Cuba, sino que se encuentra, a lo interno, bajo presión militar, que al final pudiera ser lo mismo.
Al fin y al cabo, con esto el Gobierno “mata dos pájaros de un solo tiro”, profundiza la famosa Revolución y oficializa a un Gobierno militar con muy poco de cívico. Además, deja entrever que en este circo el ventrílocuo es militar.