Este viernes 19 de agosto, el alcalde de Caracas, Antonio Ledezma cumple un año y medio preso, sin un juicio justo y sin pruebas en su contra.
Ledezma es acusado por los delitos de conspiración para la rebelión y asociación para delinquir, previstos y sancionados en el Código Penal y en la Ley Orgánica contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo; sin embargo no hay pruebas que lo inculpen.
Recientemente la defensa del Alcalde Metropolitano demostró que el juicio se fundamentó en un montaje de las evidencias; y la empresa Apple en Estados Unidos, certificó la falsedad de los audios utilizados contra Ledezma, con un sistema operativo que no estaba vigente para la fecha del 21 de mayo de 2014.
El 19 de febrero de 2015 el Alcalde Metropolitano fue detenido por el SEBIN en su oficina. Según denunciaron dirigentes opositores y se muestra en el vídeo de su detención, durante el allanamiento el cuerpo de seguridad habría detonado sus armas para dispersar a personas que intentaban impedir su detención.
En la noche del mismo día el presidente Nicolás Maduro reveló que por orden de la Fiscalía General 17 Ledezma es acusado de ser participe en la llamada “Operación Jericó” que pretendía supuestamente derrocar al Gobierno venezolano.
Antonio Ledezma es considerado un preso político más del régimen de Maduro; más de 26 000 alcaldes del mundo, 21 expresidentes latinoamericanos y organismos como Amnistía Internacional y Human Rights Watch han exigido su liberación.
Cabe destacar que siendo Ledezma la Segunda Autoridad Civil más votada del país después del Presidente de la República, electo por primera vez como Alcalde Metropolitano de Caracas el 23 de noviembre del 2008 con un respaldo del 52,42 % de los votantes y reelecto en el año 2013 con casi 800 000 votos, fue privado de libertad el pasado 19 de febrero de 2015 y posteriormente trasladado a la cárcel de Ramo Verde, pero por complicaciones de salud se le otorgó casa por cárcel el 30 de abril de ese mismo año.
“Operación Jericó”
Este jueves 12 de febrero, en medio del marco de protestas en Venezuela por la impunidad de los asesinatos de las manifestaciones de 2014, el presidente de Venezuela Nicolás Maduro anunció la desarticulación de un supuesto golpe de Estado, el cual estaría planificado desde Washington DC por un grupo de oficiales venezolanos de la aviación militar y el Gobierno de Estados Unidos.
El plan, según Maduro, pretendía asesinarlo junto con otros dirigentes oficialistas. “La estrategia trazada desde Washington consistía en artillar un avión Tucano y atacar el Palacio de Miraflores, o donde yo participara en los actos conmemorativos convocados por el oficialismo con motivo del Día de la Juventud”, aseguró.
Más tarde, el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, señaló que entre los involucrados en el “golpe de Estado” estaban Julio Borges, diputado opositor representante del Partido Primero Justicia, y Antonio Ledezma, alcalde metropolitano de Caracas.
Cabello explicó que se realizaron algunos allanamientos en los que se encontraron computadoras, uniformes militares, teléfonos y armas. Informó que en el plan atentarían también contra el líder opositor encarcelado Leopoldo López además de realizar “ataques a varias zonas de Caracas y organismos públicos”.
Según Reporte Confidencial, desde que Nicolás Maduro llegó al poder en Venezuela, hasta esa oportunidad había denunciado seis planes de magnicidio y Golpes de Estado, y cerca de 20 actos de sabotaje y complot en contra de su Gobierno.