Después de 54 días en huelga de hambre y sed, el disidente cubano Guillermo Fariñas decidió abandonar la protesta tras sufrir seguidas afecciones de salud y no obtener respuesta alguna del régimen de Raúl Castro.
Fariñas abandonó la huelga a petición del grupo que lidera, el Frente Antitotalitario Unido (Fantu), cuyos miembros consideraron que se logró que la Unión Europea (UE) introdujera en su acuerdo con el gobierno cubano una enmienda “relacionada con el cese de la violencia contra la disidencia”.
Durante los 54 días de la protesta, que llevó a cabo en su domicilio en la ciudad central de Santa Clara, el opositor fue hospitalizado en cuatro ocasiones tras perder el conocimiento.
Desde que comenzó la protesta, el opositor recibió las visitas de altos cargos de la Iglesia católica en Cuba y de representantes de embajadas y de la Unión Europea que se interesaron por su salud.
Este lunes, la Unión Europea aprobó por estrecho margen la Enmienda Fariñas, presentada por el eurodiputado Alexander Graf Lambsdorff, quedando anexada al informe “Regulaciones de la Estrategia Comercial de la Unión Europea con los países del Bloque Africano”.
Graf, miembro de la Comisión de Comercio Internacional y cara visible de la Enmienda Fariñas, centró su exposición en la necesidad de condicionar, desde el punto de vista humanitario, los proyectos económicos previstos a debatir entre el gobierno de Cuba y la Unión Europea, inspirándose en los reclamos que hizo el activista cubano durante su huelga de hambre.
Al inicio de la huelga, Fariñas le planteó cuatro exigencias a Raúl Castro: el cese de los atropellos a los disidentes, que un funcionario se reúna con opositores cubanos, que el compromiso sea publicado en la prensa oficial y que el gobierno deje de acosar a los cuentapropistas.
Además, Fariñas denunció que tanto él como algunos militantes del Foro Antitotalitario Unido (Fantu), grupo que lidera, fueron torturados el pasado 20 de julio por funcionarios de la policía. “Sin llevar carteles, ni repartir propaganda, ni gritar, salí esposado a la espalda, recibí una golpiza en la que me fracturaron varias costillas y me sacaron la lengua a la fuerza. Quería preguntar por el caso de un detenido”, señaló.
Fuente: Martí Noticias