
Bastó que se declarara la victoria de Donald Trump en Estados Unidos para que en Venezuela se empezaran a ver las consecuencias; el dólar en el mercado negro aumentó en pocas horas y se acerca al límite de los 2.000 bolívares por cada divisa.
Sin embargo las consecuencias no solo se verán en materia económica pues en el ámbito político, el país suramericano amaneció con una gran incertidumbre de cómo se manejarán las relaciones bilaterales entre Nicolás Maduro y el magnate.
En un análisis exclusivo para PanAm Post, analistas políticos aseguran que por un lado Trump buscará independizarse del petróleo venezolano afectando directamente los ingresos del país suramericano; mientras que por otro lado consideran que la victoria del empresario beneficiará en el discurso a Maduro quien ha mantenido la idea de un posible intervencionismo internacional.
Surge además la hipótesis que con Nicolás Maduro y Donald Trump en la cabeza de esos países, se generará “un choque de trenes”, pues los dos manejan un discurso confrontativo.
Con esto se infiere que al igual que con el republicano George W. Bush, Maduro podrá encontrar el enemigo ideal que nunca encontró con Barack Obama; y así poder endosar al “malvado imperio norteamericano” ahora manejado por Trump, de todos los problemas internos que ocurren en Venezuela.
“Pelea de gallos”
Jorge Tricás, profesor de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) de la cátedra de sociología política aseguró que Trump es la representación de la “ultraderecha” y Maduro de la “ultraizquierda”, situación que podría generar una “pelea de gallos” que no beneficiaría en nada al país suramericano.
Tricás considera además que Trump busca crear una “nación crustácea” encerrada en sí misma, por lo que quizás no preste atención a la violación de los derechos humanos que suceden en Venezuela, tal como lo hizo el gobierno demócrata de Barack Obama.
Por otro lado, el especialista considera que en algo sí se beneficiaría Nicolás Maduro: ahora el discurso de “guerra del imperialismo” y de supuesto intervencionismo sí podría respaldarse en las acciones y declaraciones de Donald Trump a quien no le importa mostrar su imagen de “enemigo externo”.
Tricás se adelanta a la idea de que las relaciones bilaterales entre ambos países empeorará: “Trump es un tipo irreverente, no creo que hayan relaciones bilaterales, ni acuerdos, ni nada de eso”; concluyó.
Miguel Ángel Latouche, internacionalista y Doctor en Ciencias Políticas explicó a PanAm Post que Donald Trump “es una incógnita” y aún no ha dejado claro cuáles serán sus políticas internacionales.
“Hasta ahora Trump ha manifestado una línea dura hacia América Latina y el tema de la migración ilegal; el magnate prometió un endurecmimiento de la línea con Cuba y Venezuela; cosa que no le favorece en nada al país gobernado por Nicolás Maduro”, aseguró.
Latouche asegura que Venezuela podría esperar un endurecimiento por parte de Estados Unidos, y posiblemente Trump busque independizarse del crudo venezolano, situación que impactará directamente en la economía de ese país.
El internacionalista coincide en que la victoria del magnate no es nada buena para Venezuela, pues podría generarse ausencias de embajadores, reducción en materia diplomática e incremento de la presión.
El especialista asomó la posibilidad de que Maduro “baje el discurso” contra Trump y opte por responsabilizar a empresarios y personeros demócratas de la situación en Venezuela y no señalar directamente al nuevo mandatario estadounidense.
“Trump no pertenece a la nomenclatura de Washington, no es un político formado dentro de los partidos. Con Trump gana la antipolítica de EE. UU.[…] No creo que sea un líder suave, no creo que tenga una postura de apertura con Venezuela”, señaló.
Enio Cardozo, politólogo y especialista en temas electorales también señaló a PanAm Post que si Trump cumple sus promesas electorales, no “se le quedará callado a Maduro en ningún momento”.
“Trump no va a quedársele callado a Maduro en ningún momento. Las relaciones comerciales y diplomáticas podrían agudizarse”, señaló Cardozo.
El especialista considera que cuando Maduro quiera achacarle los problemas económicos a Estados Unidos, a Trump no le temblará la mano para responder; razón por la cual Estados Unidos pudiera ser un propulsor de un cambio político temprano en Venezuela.
“Maduro ha querido ser un gallo confrontativo y Donald Trump no viene con diplomacia”, concluyó.