La petrolera estatal de Venezuela PDVSA pidió a la compañía anglo holandesa Shell que buscara la manera de reducir la quema masiva de gas natural en la parte oriental del país.
Según un reporte de la empresa Argus, la solicitud se hizo el pasado 7 de diciembre, dos días después de que PDVSA y Shell firmaran una carta de intención “con el propósito de evaluar y determinar las opciones técnicas que puedan solucionar la situación actual de la quema de gas en proyectos ubicados en Venezuela”.
La información fue publicada por medio digital El Estímulo el cual explicó con cifras exactas que en Venezuela se queman diariamente 1,2 millones de pies cúbicos de gas natural, equivalentes a 200.000 barriles de petróleo. Esto se suma a las pérdidas de barriles futuros porque no está inyectando gas a los yacimientos de crudo.
Shell expresa que PDVSA se ha centrado históricamente en el petróleo, y ha invertido poco en la producción de gas, el procesamiento y el transporte de generación de energía e instalaciones industriales.
El 93 % del gas quemado en 2015 provino de campos maduros en el oriente de Venezuela y la Faja del Orinoco, representando esta última alrededor de 30% de toda la quema del año pasado.
Según fuentes anónimas, el ministerio reconoce que el volumen de gas quemado ha superado la capacidad neta de nueva producción de gas durante más de diez años.
“El volumen total de gas quemado en 2015 por PDVSA fue tres veces mayor que el pico de la producción planificada de gas de Perla costa afuera, en el bloque Cardón 4, de 1,2 billones de metros cúbicos diarios proyectado para 2020,”, dijo un funcionario del Ministerio de Petróleo a Argus.
La disminución de la producción de crudo de PDVSA y el pico que resulta en la quema de gas, es el resultado del colapso de la infraestructura de producción, equipos sin reparar, años de mantenimiento insuficiente, y las disputas con las principales empresas de servicios petroleros, más las facturas sin pagar que obligaron a grandes empresas de servicios como Halliburton y Schlumberger a reducir operaciones locales desde mediados de 2016 hasta que los pagos comiencen a fluir de nuevo.
Fuente: El Estímulo