Los mandatarios que dirigieron el país desde 1985 estarían involucrados en el escándalo de corrupción de la petrolera estatal Petrobras con la constructora brasileña Odebrecht.
Entre el centenar de políticos citados en los testimonios que han prestado exdirectivos del grupo Odebrecht, están los cinco expresidentes vivos que tiene el país.
Se trata de José Sarney (1985-1990), Fernando Collor de Mello (1990-1992), Fernando Henrique Cardoso (1995-2002), Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) y Dilma Rousseff (2011-2016).
De acuerdo con las investigaciones todo ellos son sospechosos de haber incurrido en actos de corrupción de tipo electoral.
Los exdirectivos de Odebrecht han admitido que la corrupción fue constante, sobre todo en lo relativo a la financiación de campañas electorales.
“Siempre fue un modelo reinante en el país. Eso siempre existió y viene ya desde la época de mi padre”, declaró a la justicia Emilio Odebrecht, hijo de Norberto Odebrecht, quien fundó en 1944 el grupo que se hizo fuerte con la contratación de obra pública.
Emilio Odebrecht confirmó en su testimonio la complicidad que existía con los políticos en el poder, que facilitaban la concesión de obras a cambio de financiación para campañas, que no siempre era legal.
Según el magistrado Edson Fachin, instructor del caso Petrobras en la Corte Suprema, hay suficientes datos que salpica a cada uno de los expresidentes.
La larga lista de políticos bajo sospecha incluye también a ocho ministros del actual Gobierno, a decenas de legisladores, que representan el 30 % del Senado y el 10 % de la Cámara de Diputados, y a doce de los 27 gobernadores del país.
Fuente: Diario Las Américas