“No soy un dictador, pero a veces me provoca serlo”, confesión de Nicolás Maduro en transmisión de radio y televisión.
Durante un acto con los miembros que formarán parte de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Maduro dijo el pasado miércoles 2 de agosto que no es un dictador; sin embargo, en medio de unas declaraciones altamente agresivas, pidió cárcel por 30 años para su disidencia.
“Yo no soy un dictador, pero a veces provoca convertirse en un dictador frente a los especuladores hijos de la gran madre”, confesó.
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Agregó también que quienes han criticado la Constituyente en Twitter “deberían ir a prisión” por 30 años. Además pidió poner fin a la inmunidad parlamentaria.
Las declaraciones de Maduro surgen al tiempo en que pretende instalar una Asamblea Nacional Constituyente enmarcada en un fraude electoral que fue denunciado por la misma empresa tecnológica que se encarga del conteo y totalización de votos en Venezuela.
Surgen además en medio de una fuerte represión contra la oposición, la cual ha dejado 620 presos políticos y hasta 120 fallecidos.
Maduro asegura que no es dictador, pero a través del Tribunal Supremo de Justicia ha bloqueado por completo las acciones del Parlamento venezolano escogido en diciembre de 2015 cuando la oposición ganó por mayoría los comicios.
El mandatario niega ser dictador, pero exigió una investigación penal contra canales de televisión que han dado cobertura a las manifestaciones de calle. Además ha detenido, golpeado y encarcelado a periodistas mientras ejercían su labor de informar.
Además el régimen tiene tras las rejas a cuatro alcaldes que son presos políticos; y mantiene orden de captura para tres alcaldes por no impedir las protestas.
Fuente: Infobae