Al mejor estilo cubano, ahora el régimen de Nicolás Maduro impide el ingreso al país de literatura considerada como “contrarrevolucionaria”. La retención arbitraria de revistas, panfletos y libros se ha convertido en el “día a día” en el principal aeropuerto de Venezuela.
Fue el músico y militante del Partido Socialismo y Libertad (PSL), Simón Rodríguez Porras, quien denunció a través del portal web de Provea —ONG defensora de derechos humanos— lo sucedido, pues funcionarios de la policía política SEBIN le retuvieron libros y revistas sobre temas políticos, entre ellos, algunos relacionados con el guerrillero Ernesto “Che” Guevara.
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Militante del Partido Socialismo y Libertad fue retenido en el aeropuerto y le fueron confiscados libros y revistas https://t.co/pPW7Tvn0E0
— Aporrea (@aporrea) October 22, 2017
La literatura confiscada se dio bajo la figura de “retención preventiva”. Según palabras del funcionario a cargo, se trataba de materiales “desestabilizadores”.
“Tres funcionarios del Sebin me conminaron a acompañarlos a sus oficinas en el sótano del Aeropuerto Internacional de Maiquetía para conducir una entrevista. Allí estuve casi cinco horas incomunicado, fui sometido a un interrogatorio sobre el contenido de las revistas y mis actividades políticas. También fui reseñado fotográficamente”.
Para Rodríguez “este tipo de protocolos evidencian la restricción de las libertades democráticas, particularmente la libertad de expresión y el acceso a la información; la persecución a la disidencia y los métodos arbitrarios utilizados en contra de personas consideradas subversivas o desestabilizadoras únicamente por sus opiniones”.
Con estas acciones, el régimen de Nicolás Maduro viola una vez más la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la cual establece que “todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”.
Y es que la dictadura venezolana sigue el mismo patrón de conducta asumido por el régimen cubano de Raúl Castro. Las autoridades aduaneras aéreas de Cuba redoblan esfuerzos para combatir el ingreso de literatura “contrarrevolucionaria” a la Isla.
Fue en 2016 cuando la aduana cubana anunció con orgullo que —y como si se tratara de delitos— neutralizó más de 800 infracciones en la línea de seguridad, entre las que resalta la entrada al país de “literatura con contenido subversivo dirigido a la contrarrevolución”.
Fuente: Provea.