
Una vez más las finanzas de Venezuela se encuentran en la “cuerda floja” tras la presión que tiene el régimen de Nicolás Maduro para pagar su deuda externa; deberá buscar la manera para desembolsar más de USD $3,8 mil millones.
Octubre y noviembre son los meses en los que el régimen se pondrá a prueba para no caer en default; de hecho, ya tiene un pago atrasado de USD $321 millones correspondientes a 5 bonos venezolanos. El pago debió efectuarse los días 12 y 13 de octubre, sin embargo aún no ha sido saldado y está en “período de gracia”.
Los primeros diez días de diciembre al Gobierno de Venezuela le corresponde pagar otros USD $80 millones por concepto de cupones, según el cronograma de Rendivalores. Mientras que a Gold Reserve habrá que pagarle USD $29,5 millones.
- Lea más: Maduro pedirá a Putin reestructuración de la deuda venezolana con Rusia para evitar default
- Lea más: Danske Capital: Nicolás Maduro evitará el default, un impago sería su “sentencia de muerte”
Mientras Nicolás Maduro busca la manera de cumplir con los tenedores de bonos, a los venezolanos se les acaban las opciones para abastecerse de alimentos y medicamentos. Esto debido a que el Ejecutivo ha optado por reducir las importaciones, precisamente para usar ese dinero en pagar la deuda externa.
Bent Lystbaek, quien supervisa USD $3.400 millones en deuda de mercados emergentes en Danske Capital, dijo a Bloomberg que Maduro retrasará el Default tanto tiempo como sea posible; lo que significa que no le importaría reducir las importaciones y mantener con hambre a los venezolanos con tal de no incumplir con los compromisos de pago en el extranjero.
El presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, declaró que el pago de la deuda “significa menos importación de comida, medicinas y otros bienes”.
En el país suramericano la producción de productos básicos cada día es menor, pues las empresas no reciben las divisas suficientes para fabricar los alimentos y medicamentos necesarios para cubrir la demanda nacional.
Carlos Larrazabal, presidente de la patronal Fedecámaras, advirtió que el Gobierno lleva más de mes y medio sin adjudicar divisas a través del sistema de subastas del Banco Central de Venezuela (BCV). “No hay importación de productos a una tasa de cambio legal y la tasa de cambio que no se puede nombrar —el dólar negro o paralelo— va por el espacio celestial, creciendo y afectando a toda la economía”, afirmó Larrazabal.
Según expertos, el Gobierno ha sacrificado las asignaciones de divisas al sector privado para destinar el dinero a pagar la deuda, para seguir financiándose.
La restricción en las divisas para las importaciones de bienes básicos le ha permitido a la estatal petrolera PDVSA acumular recursos para asegurar el pago de sus compromisos internacionales.
Y es que el panorama financiero de Venezuela empeora con las sanciones impuestas por el Gobierno de Donald Trump y la imposibilidad de negocioar nuevos bonos en Estados Unidos y en dólares.
El pasado 12 de julio la agencia de calificación financiera Standard & Poors rebajó la nota de la deuda de Venezuela y advirtió el riesgo de que el país caiga en default. La agencia teme que el país, afectado desde hace años por el bajo precio del petróleo,y por el mal manejo de recursos por parte del régimen, no pueda financiarse en los mercados internacionales y, en consecuencia, sea incapaz de pagar su deuda.
La realidad de Venezuela es que el régimen ha destruido toda la riqueza. La producción petrolera se ha reducido en 750.000 barriles menos, lo cual significa que en un año Venezuela deja de percibir USD $15.000 millones, aunado a la destrucción del aparato productivo privado.
Debido a la caída en la producción del petróleo y la bajada de la importación de los aditivos necesarios para la realización de la gasolina, las cuatro refinerías del país solo procesan el 15 % de la demanda.
https://twitter.com/JoseAGuerra/status/922196267949789184
Un costo irreversible
El portal digital estadounidense The World Weekly (TWW) reveló que Nicolás Maduro se mantiene en el poder hipotecando a Venezuela a un costo irreversible. De acuerdo con TWW, la magnitud de lo que ha hecho el mandatario con las arcas del país suramericano va “más allá de la imaginación”.
“Caracas y PDVSA deben devolver alrededor de US$ 13 mil millones para fines del próximo año, sin embargo, sus reservas internacionales de divisas se han hundido a menos de US$ 10 mil millones”, señala el portal digital.
Un incumplimiento de pago en todas estas deudas podría llevar a los acreedores a apoderarse del dinero de la estatal petrolera PDVSA a través de los tribunales. Si eso sucediera, Venezuela perdería su único sustento económico.
Fuentes: El Nacional, El Estímulo.