
Venezuela se ha convertido en una isla rodeada de deudas. A solo horas de haber caído en default, el Gobierno de Brasil informó que denunciará ante el Club de París al país gobernado por Nicolás Maduro debido a que no ha honrado sus millonarios pagos pendientes.
El diario local Globo informó que Brasil también declara a Venezuela en default, pues tiene dos meses de retraso en el pago de una deuda por USD $262,5 millones.
El comunicado al Club será presentado por el secretario de Asuntos Internacionales del Ministerio de Hacienda, Marcelo Estevão, que ya está en la capital francesa para efectuar la denuncia, pues es allí donde se reúnen países acreedores.
Brasil comunica al Club de Paris que Venezuela está en 'default' con respecto a la deuda entre ambas naciones. Por cierto, esta es modalidad que Rusia exigió para poner en orden (reestructurar) su deuda con Venezuela. Firman mañana y ya Vzla. en default. https://t.co/RJYqpa0QRn
— Pedro Mario Burelli (@pburelli) November 14, 2017
De acuerdo con una fuente del diario local, Venezuela viene haciendo un “default estratégico”. En abril, dejó de pagar a Rusia, luego en septiembre pagó a dicho país, pero no a Brasil.
Hace una semana, el Ministerio de Hacienda habría enviado una carta al régimen venezolano reclamando el retraso del pago y alertando que de no efectuarse llevaría el caso al Club de París. El rol de este organismo es justamente tratar la deuda de los países, y con el reclamo Brasil pretende usar esa estructura para buscar una cobranza.
Cálculos realizados por el Gobierno de Brasil y por empresas nacionales apuntan a que el Gobierno venezolano tiene una deuda de USD $5.000 millones.
La principal preocupación de Brasil radica en la posibilidad de que Venezuela incumpla los pagos relacionados con los contratos. La preocupación del Banco Central (BC) de Brasil surge porque las empresas cuentan con el Fondo de Garantía de Exportaciones, lo que significa que si Venezuela no asume sus deudas, el Tesoro brasileño deberá hacerlo con las compañías de su país.
Pero Brasil no es el único país afectado por el default de Venezuela; el pasado martes 7 de noviembre el canciller de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, exhortó a Nicolás Maduro a que busque la forma de saldar la deuda que mantiene con empresas de ese país. En julio de 2015 el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, y Nicolás Maduro firmaron un acuerdo para el canje de 235.000 toneladas de alimentos a cambio de USD $300 millones.
En el acuerdo se incluía un pago por adelantado de una quinta parte de una deuda que la petrolera estatal uruguaya Ancap tenía por la compra de crudo con PDVSA. Venezuela, sin embargo, incurrió en demoras y aún debe pagar parte de su deuda por esa transacción.
En septiembre de 2016 Venezuela acreditó el pago de USD $27 millones a cuenta de los USD $66 millones que adeuda esa nación a la empresa Cooperativa Nacional de Productores de Leche (Conaprole), pero aún adeuda USD $39 millones por concepto de exportación de leche en polvo entera.
Mientras todo esto sucede, Standard & Poor’s declaró en default la deuda venezolana en divisas.
Cabe destacar que con reservas internacionales de solo USD $9.700 millones, Venezuela debe pagar en lo que resta del año al menos USD $1.470 millones y para 2018 tiene obligaciones por más de USD $8.000 millones.
Si esta es la imagen que el régimen venezolano está dejando ante el mundo con impagos y deudas por doquier; hay que imaginar cómo vive entonces la población de ese país, sumida en una escasez de alimentos y medicamentos que supera el 90 %, con la inflación más alta del mundo, y los salarios más bajos de la región.