
Una nueva polémica se generó en Bolivia tras acusaciones de espionaje contra el presidente Evo Morales, quien presuntamente sigue y vigila los pasos de los líderes opositores de ese país.
Todo surgió cuando Evo Morales sacó a relucir una reunión que hubo entre el expresidente boliviano Carlos Mesa y el encargado de negocios de Estados Unidos, Peter Brennan.
Según Morales en esa reunión el representante de EE.UU. dijo a Mesa que “Evo no puede ser presidente nuevamente” y le ofrecieron “todo el apoyo” para que él sea candidato en 2019.
“Compruebo hoy que mis actividades privadas son objeto de un seguimiento por parte del Gobierno Nacional y, lo que es más grave, que este adolece de profundas fallas”, afirmó Mesa.
“Es una muy mala noticia para el país que el primer mandatario en un discurso público diga que espía a sus compatriotas y que además convierta en una acusación carente del más mínimo fundamento un encuentro legítimo e incuestionable”, señaló.
Por su parte, la Embajada de EE.UU. en Bolivia corroboró la reunión que, con motivo de despedirse y presentar a nuevos funcionarios diplomáticos, el Encargado de Negocios estadounidense se reunió con Mesa.
“En efecto, el Sr. Peter Brennan realizó una visita de cortesía al expresidente Mesa para despedirse y presentarle a los nuevos funcionarios de la Embajada”, señala el comunicado de la Embajada; y recuerda que “son funciones normales de los diplomáticos y que de ninguna manera constituyen conspiración ni injerencia”.
Pero Mesa no es el único opositor que recientemente ha hecho públicas acusaciones de espionaje contra el gobierno de Evo Morales.
El exvicepresidente Víctor Hugo Cárdenas también dijo que él ha percibido a “personas extrañas” en alguna reunión a las que asistió y cuando ha averiguado al respecto, los intrusos se pierden. El expresidente Jorge Tuto Quiroga también contó que a él lo siguen desde siempre.
El diario local El Deber también reseña casos de espionaje contra periodistas críticos al gobierno de Morales; aseguran que los encargados son funcionarios del conocido grupo de inteligencia G-2.
Señala el caso de la periodista Amalia Pando quien presuntamentes es “vigilada constantemente y que las autoridades tienen conocimiento de todos sus movimientos”.
Fuentes: El Deber; Publimetro