Con el paso de las horas vivir en Venezuela se ha convertido en una “misión imposible”, una situación sin precedentes que se refleja en la escandalosa cifra de hiperinflación que se acerca a 4.000% y al parecer no disminuirá.
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El reconocido economista Steve Hanke, profesor de Economía Aplicada en la Universidad Johns Hopkins, informó a través de su cuenta en Twitter que la inflación anual en Venezuela es de 3.826,45%.
#Venezuela’s annual inflation rate is 3826.45%. pic.twitter.com/FfDa9nupgM
— Prof. Steve Hanke (@steve_hanke) November 23, 2017
En un año los precios de los productos básicos que apenas se consiguen ha aumentado casi 4.000% , una situación peliculesca donde los venezolanos buscan sobrevivir con los salarios más bajos de la región, otros urgan en la basura, y los más pequeños mueren por desnutrición.
El país suramericano se ha convertido en un desastre humanitario impulsado por políticas económicas del régimen socialista que han causado que la única moneda de circulación legal, el bolívar, se desplome; mientras el valor del dólar sube como la espuma tras poderse adquirir solo en el mercado negro. Hasta este jueves 23 de noviembre los venezolanos pagan 81.759,98 bolívares por cada dólar.
A principios de este mes, un dólar valía 41.000 bolívares, y a principios de este año, solo se necesitaban 3.100 bolívares para comprar un dólar; esto, de acuerdo con el portal web DolarToday que registra el tipo de cambio no oficial.
Las políticas económicas tanto de Hugo Chávez como de Nicolás Maduro se han enmarcado en un control de precios y de cambio que ha obligado a una escasez sin precedentes; el mismo “modus operandi” que durante años solo ha traído como consecuencia miseria, y “bachaquerismo” (mercado negro de alimentos y medicamentos).
Los “bachaqueros” son aquellas personas que viven de hacer largas filas para obtener productos regulados a precios subsidiados y luego revenderlos a precios exorbitantes obligando a los ciudadanos a comprarlos al precio que se consigan o que ellos mismos impongan de acuerdo con sus “necesidades”.
Según un informe de Cendas, una ONG que mide la situación económica y social de ese país, la trepada de los precios llevó a la canasta básica a 5.594.119 bolívares (US$66), una cifra inalcanzable para la mayoría, debido a que el salario mínimo es 136.554 bolívares, USD$1,6.
Esa hiperinflación se debe a la ausencia de ingresos genuinos, la fuerte caída de la producción de la petrolera estatal PDVSA por debajo de los dos millones de barriles, y a la emisión de dinero sin respaldo.
El economista José Toro Hardy también ha hecho referencia a la crítica situación que enfrentan los venezolanos, revelando el oscuro panorama por venir: “Venezuela produce sólo el 30% de la comida que requiere. No tiene dólares para pagar sus deudas. Está en proceso de default. No le alcanza para importar alimentos y medicinas. Tiene la inflación más alta del mundo. Está aislada y el régimen hace agua”.
Lo cierto es que el alto costo de vida en Venezuela se agudiza tras un desabastecimiento generado por la ausencia de divisas para importaciones, en un país que ya no produce ni medicinas ni alimentos básicos.
La crisis en el país suramericano es tal, que hasta los chavistas empiezan a alzar su voz; tal es el caso del periodista y exvicepresidente José Vicente Rangel, quien admitió la crisis económica a tal punto de “explotar” en su programa televisivo. Afirmó que es “insoportable el costo de la vida”.
Y es que para el mes de diciembre los venezolanos necesitarán al menos 20 salarios mínimos integrales para cubrir su canasta alimentaria. No solo hay que lograr 20 salarios intergrales para comprar comida, también hay que buscar el modo de cubrir el resto de las necesidades básicas.
En el país gobernado por Nicolás Maduro hay un desfase prácticamente inexplicable. El costo de un huevo en Venezuela puede ser hasta 42 veces el llenado de un tanque de gasolina de un vehículo.
De acuerdo con la tabla de Hanke-Krus, la situación de Venezuela es comparable con los principales casos de inflación en la historia mundial.
El caso de híperinflación más grave del mundo fue el de Hungría entre agosto de 1945 y julio de 1946, cuando su moneda perdía tan rápido el valor que los precios se duplicaban cada 15 horas y la inflación diaria era de 207%.
Luego el caso de Zimbabue que es el segundo más alto en la historia, pues entre marzo de 2007 y noviembre de 2008 la inflación diaria era de un 98%.
En noviembre de 2016 se presentó un incremento de precios en un 221%; en promedio se duplicaron cada 17,8 días; pero la situación ha empeorado.
Hace 5 años las mandarinas costaban Bs 10 y me quejaba porque costaban 3 kilos por Bs 20.
Ahora las he visto en Bs 7.000.
La inflación se cuenta por decenas de miles por ciento. https://t.co/utCK2OQXF3— LCD (@LuisCarlos) November 23, 2017