La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), organización que reúne a todas las aerolíneas, cerrará sus oficinas en Venezuela a partir del 31 de enero de 2018.
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De acuerdo con el portal web El Estímulo, las autoridades y agremiados recibieron la notificación este lunes 4 de diciembre y les fue informado que a partir de febrero todo lo relacionado con Venezuela será atendido en la oficina de IATA Centroamérica, ubicada en Panamá.
La directora regional de IATA en Venezuela y Cuba, Marisela de Loaiza, informó que la decisión se debe al retiro de aerolíneas miembros de la asociación; así como también por la “reducción considerable” de transacciones en los sistemas BSP y el CASS (servicios de liquidación y transacciones financieras entre agentes de viajes y líneas aéreas).
Peter Cerdá, vicepresidente regional para las Américas de IATA, informó en rueda de prensa que la “Inestabilidad política y el deterioro de la situación social y económica” también se unieron a las razones para dejar de operar en el país.
Explicó que solo seis aerolíneas de Iata siguen operando en Venezuela frente a las 24 que había en 2014; además señaló que el tráfico internacional ha descendido un 65 % desde su punto álgido en 2013 y más del 69 % de los vuelos de las aerolíneas miembros de la IATA han sido cancelados.
La asociación ha alertado en varias oportunidades sobre el retiro de aerolíneas del país, llegando a asegurar que gracias a eso “Venezuela se está desconectando del mundo”.
El régimen de Nicolás Maduro adeuda desde 2013 a las aerolíneas extranjeras, al menos 3.800 millones de dólares por concepto de ventas de pasajes. Aunque las autoridades del régimen junto con IATA acordaron un cronograma de pago, nunca se cumplió.
Sin duda alguna, 2017 cerrará como el peor año de la aviación civil venezolana desde su existencia. https://t.co/VcK5OpGO4k
— Rodolfo Ruiz A. (@RodolfoRuizA) December 4, 2017
Desde ese mismo año, diferentes aerolíneas han decidido abandonar Venezuela, pues la deuda que mantienen es millonaria y los sistemas de seguridad para vuelos en el país suramericano están cada día en peores condiciones.
Hasta 2017 se han retirado diez compañías de transporte aéreo, y las que quedan han optado por reducir frecuencias y eliminar destinos de viajes.
Tal es el caso de Santa Bárbara Airlines que últimamente se ha visto obligada a cancelar sus vuelos entre Caracas y Miami.
En 2016 la misma IATA advirtió que Venezuela “está bloqueando” la repatriación de cerca de USD$ 3,8 millardos. Explicó que al cobrar “todas las tasas en dólares estadounidenses”, los operadores internacionales no pueden sacar su dinero del país.
Ya el pasado 31 de julio, la organización internacional advirtió que el país gobernado por Nicolás Maduro se está quedando sin conectividad aérea.
“Como cualquier país, Venezuela necesita una conectividad robusta y los importantes beneficios económicos que esta genera. Sin embargo, el gobierno de Venezuela no está cumpliendo con los requisitos necesarios para que esto ocurra, como la retención de 3.800 millones de dólares que pertenecen a las aerolíneas o un sistema de venta de combustible que perjudica a las aerolíneas internacionales en Venezuela”, manifestó Peter Cerdá, vicepresidente regional de la IATA para las Américas.
Y es que Venezuela no garantiza un trato igualitario para las aerolíneas que compiten en el país. Por una parte, el régimen exige el pago en dólares por compras de combustible solo a las aerolíneas extranjeras, una medida que contradice la naturaleza no discriminatoria del Convenio de Chicago, ratificado por Venezuela.
El problema radica en que la compra de combustible es una de las escasas vías que tienen las aerolíneas extranjeras de gastar los fondos acumulados en moneda local que por la devaluación del bolívar no pueden repatriar.
“En muchos lugares del mundo hemos visto que, cuando los gobiernos aplican un marco regulatorio diferente al establecido a nivel internacional, los pasajeros y la industria sufren. Y es el caso de Venezuela. Las aerolíneas quieren servir al país pero necesitan tener unas garantías mínimas de estabilidad económica y social para poder seguir invirtiendo en el país,” señaló Cerdá en esa oportunidad.
Sin aerolíneas
Aerolíneas como Aeropostal, Delta Air, Avianca, United Airlines, Lufthansa, Gol Airlines, entre otras, se vieron resignadas por no poder negociar con el régimen de Nicolás Maduro, el cual no solamente no paga las millonarias deudas pendientes, sino que además no ofrece las condiciones necesarias para que estas empresas ofrezcan vuelos seguros y de calidad en Venezuela.
En julio de este año, cuando la aerolínea Avianca decidió abandonar el país suramericano, expuso el deterioro progresivo de las condiciones mínimas para la operación y la falta de voluntad para corregir esa situación.
Dento de las denuncias realizadas por Avianca se encuentran: la medición de la cantidad de combustible, problemas para imprimir los planes de vuelo y las demoras excesivas en las revisiones de equipaje, fallas en los controles de tierra, la falta de recursos para la atención aeroportuaria, las inconsistencias operacionales y la necesidad de mejorar la infraestructura de los aeropuertos.
No hay vuelos seguros
La emisora BLU Radio dio a conocer los detalles de lo imposible que es ofrecer un servicio de calidad cuando en el país gobernado por Nicolás Maduro, no hay condiciones para ello.
Deficiencias en la infraestructura aeroportuaria: fallas en el fluido eléctrico y en conectividad a Internet que podrían limitar la adecuada planeación de los vuelos, demarcación inadecuada de calles de rodaje y rampa.
Deterioro de los equipos de asistencia en tierra: tales como grúas, tractores, carros de seguridad y de suministros con averías y fallas de diversa índole
Falta de entrenamiento y actualización del personal: una parte del personal asignado a oficios especializados de la industria aérea no tiene los entrenamientos al día.
Equipajes: altos niveles de saqueo y hurto.
Seguridad del personal: atracos reiterados a las tripulaciones en sus desplazamientos en tierra.
Sin combustible: a todas estas dificultades se suma la escasez de combustible para aeronaves privadas.
Este lunes 4 de diciembre salió a la luz pública un documento interno de la petrolera estatal venezolana PDVSA, en el cual se revela que no hay combustible disponible para abastecer a los aviones. A esto se le suma que los equipos de suministro de combustible no tienen al día las inspecciones y certificaciones que exigen los estándares de calidad para una operación segura.
La crisis con el suministro de AV-GAS para aeronaves de Aviación General es muy grave. Todo indica que vamos a una paralización de facto de la aviacion privada en Venezuela.
— Rodolfo Ruiz A. (@RodolfoRuizA) December 4, 2017
La comunicación de PDVSA, con fecha del 3 de diciembre de 2017, está dirigida a Bolivariana de Aeropuertos (BAER) y al Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC); el mismo detalla un “inventario crítico de gasolina” para aviones.
El supervisor de la Planta de Suministro de Combustible de Aviación en Barcelona al oriente del país, pidió a las aeronaves abastecerse de combustible suficiente en los aeropuertos de salida.
“Se sugiere a las aeronaves que utilizan este producto […] tanquear en los aeropuertos de salida suficiente AV-GAS ya que no podremos facilitar el suministro”; señala el documento.
Relata además que el combustible AV-GAS que queda, está destinado como reserva.