Costa Rica ya cuenta con dos candidatos que se disputarán la Presidencia en una segunda vuelta el próximo 1 de abril; el predicador evangélico Fabricio Alvarado, quien obtuvo la ventaja con 24,8% del apoyo popular, y el oficialista Carlos Alvarado, quien alcanzó 21,74% de los sufragios.
De un total de 3,3 millones de costarricenses convocados a las urnas, solo acudió el 65,15% del padrón electoral.
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Los comicios fueron calificados como “atípicos” luego de que 13 candidatos se disputaran la Presidencia, y cinco de ellos tuvieran reales oportunidades de ganar en un ambiente marcado por la gran abstención.
El descontento por la clase política de ese país logró que la cifra de abstención (36%) fuera la segunda más alta en 60 años en una primera ronda.
Con el 80% de los votos escrutados, Alvarado, representante del conservadurismo religioso, candidato de Restauración Nacional (RN), logró el primer lugar y se disputará la Presidencia contra el aspirante del oficialista Partido Acción Ciudadana (PAC).
Cabe destacar que tanto Fabricio Alvarado Muñoz, como Carlos Alvarado son periodistas de profesión, pero representan posiciones muy diferentes en el tema que centró el cierre de la campaña electoral: el conservadurismo religioso.
Por un lado, el predicador de 43 años, representa a grupos “defensores de los valores cristianos”; mientras que su adversario, de 38 años, fue el único que llevó la bandera progresista en la discusión que se desató con el fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en favor del matrimonio igualitario.
“La mesa está servida”
Asdrúbal Vargas, director de Asuntos Públicos en CLC GLOBAL y Coordinador de Juventud de la Alianza para Centroamérica, explicó en una entrvista que se cumplió un escenario “poco probable”.
Señaló que en las recientes elecciones se dio un estancamiento de los partidos tradicionales y el abstencionismo aumentó ligeramente en relación con las encuestas.
La mesa está servida, se espera un grado de polarización muy importante sobretodo porque el tema de la familia puede ser prioridad. Mientras que el candidato oficialista seguro busca restarle importancia a temas como el déficit fiscal y el desempleo.
En relación con las elecciones de la Asamblea Legislativa, que también se efectuaron este domingo, Vargas explicó a PanAm Post que se dio “algo curioso”: Ni Fabricio Alvarado, ni Carlos Alvarado obtuvieron la mayoría de diputados en el poder Legislativo.
Fabricio Alvarado y Carlos Alvarado a pesar de haber quedado como los principales candidatos, no superan la cantidad de diputados de Liberación Nacional que proyecta aproximadamente 17 diputados, el candidato de este partido quedó de tercer lugar.
Señaló que Fabricio pasó de tener un diputado a tener 14 en la Asamblea Legislativa mientras que el PAC sale golpeado perdiendo curules, de tener 11 diptados ahora tendrá 9.
Y lo interesante es que el partido de izquiera Frente Amplio solo queda con un diputado y el Partido Libertario desaparece de la Asamblea Legislativa.
La polarización y el matrimonio gay
A pocas semanas de efectuarse las elecciones presidenciales, la Corte Interamericana de Derechos Humanos falló a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo en Costa Rica, lo que cambió el panorama electoral en ese país.
La opinión pública se dividió y la campaña a la Presidencia se enfocó en ese punto; por un lado el ala más conversadora se alarmó; mientras que otros celebraron la decisión de la Corte.
Fabricio Alvarado quien logró el primer lugar en la primera vuelta, aprovechó sus dotes de predicador y su influencia entre las comunidades religiosas para ganarse al sector más radical del conservadurismo costarricense.
Aseguró que desacataría la opinión de la Corte, lo que muy pronto lo ubicó entre los favoritos.
Cargó su discurso contra el derecho de las personas del mismo sexo a unirse legalmente y contra la homosexualidad, a la que consideró una “desviación”.
Por su parte la posición radical de Fabricio Alvarado también impulsó el auge de Carlos Alvarado, cercano aliado del presidente de centroizquierda Luis Guillermo Solís.
El candidato oficialista apostó por hacer más conservador su discurso y prometer estabilidad y experiencia para su gobierno, aunque también se mostró más abierto a las uniones del mismo sexo.
Los candidatos
Fabricio Alvarado: Candidato cristiano evangélico, en las últimas semanas las encuestas le otorgan un 10% de apoyo popular.
Es periodista de 43 años, casado y con dos hijas, dejó el catolicismo, abandonó su carrera de reportero de sucesos en un canal de televisión y se reinventó como predicador evangélico.
Su don de la palabra y su habilidad para la música le abrieron las puertas a una carrera de cantante, seguidamente incursionó en la política con el partido evangélico Restauración Nacional, por el cual se eligió diputado en las elecciones de 2014.
Se postuló a la presidencial en las elecciones de 2018, y tras la decisión del pasado 9 de enero de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) a favor del matrimonio homosexual, el candidato dio un paso adicional y diferente: anunció que de llegar a ser Presidente retiraría al país de ese tribunal internacional.
Carlos Alvarado: Es el candidato del oficialismo; pertenece al Partido Acción Ciudadana (PAC), fue ministro del Trabajo hasta que decidió lanzarse como candidato a la Presidencia; estudió Periodismo y Ciencias Políticas. Su candidatura ha presentado un gran crecimiento, pues recientes encuestas le otorgan 10,6% de aceptación.
Fue el ministro más joven del actual gabinete de Luis Guillermo Solís y de llegar al poder sería uno de los presidentes msd jovenes de la historia de Costa Rica.
Ha prometido luchar por bajar el déficit fiscal, construir la primera etapa de un tren eléctrico que una las principales ciudades del país y continuar obras de infraestructura que impulsa el actual Gobierno.
La mayor crítica que le hacen sus adversarios es su poca experiencia en la función pública y la política, pero Alvarado ha dicho que es un hombre preparado.