
Una vez más la Organización de Estados Americanos (OEA) repudió la dictadura en Venezuela y con una resolución exigió al régimen de Nicolás Maduro cancelar las fraudulentas elecciones presidenciales que se desarrollarán en el mes de abril.
Con 19 votos a favor de la resolución, los países miembros de la OEA propusieron comicios “justos, libres y con observación internacional”.
#23Feb #DatoCuriosoOEA Maduro se queda solo. Nicaragua, país que siempre voto a favor del régimen en el marco de la #OEA en esta oportunidad se abstuvo, al igual que Ecuador, República Dominicana, El Salvador entre otros. Salto de talanquera? pic.twitter.com/w7NTMqgli4
— Luis Florido (@LuisFlorido) February 23, 2018
El documento fue aprobado a pesar del rechazo de Venezuela, Bolivia y tres pequeños países caribeños, mientras que ocho naciones decidieron abstenerse y dos no asistieron a la reunión.
Lo curioso en esta oportunidad es que Nicaragua, Ecuador, República Dominicana y El Salvador, que por tradición habían apoyado al régimen de Nicolás Maduro, decidieron abstenerse.
La sesión en la OEA fue solicitada por México, Estados Unidos, Argentina, Brasil, Panamá y Santa Lucía, debido a que Maduro convocó a unas elecciones presidenciales en Venezuela sin garantías democráticas.
Como es costumbre, el régimen de Venezuela, representado por el embajador de en la ONU, Samuel Moncada, buscó sabotear la convocatoria, al tiempo en que aseguró que la reunión tenía como propósito “linchar a Venezuela”.
Por su parte, uno de los impulsores de la sesión, el embajador mexicano en la OEA, Jorge Lomonaco, defendió que se trata de una “cuestión apremiante” y de “circunstancias excepcionales”, por lo que “la OEA debe actuar ahora, ya que el silencio es complicidad”.
La resolución aprobada señala que los países “consideran” que la convocatoria de comicios presidenciales para el 22 de abril “imposibilita la realización de elecciones democráticas, transparentes y creíbles de conformidad con las normas internacionales”.
Ante esto, resolvieron “exhortar al gobierno de Venezuela a que reconsidere la convocatoria prematura de elecciones presidenciales y presente un nuevo calendario electoral”.
Además, piden que las elecciones “incluyan la participación de todos los partidos y actores políticos venezolanos sin proscritos de ninguna clase”, “observadores internacionales” y “un Consejo Nacional Electoral (CNE) cuya composición garantice su independencia y autonomía”.
Para su aprobación, la resolución necesitó del apoyo de 18 países de la OEA, cifra que conforma la mayoría simple de los 35 Estados miembros.
Otras acciones internacionales
La resolución, aprobada por 19 países de la OEA, forma parte de las acciones que han tomado gobiernos democráticos para rechazar la dictadura en Venezuela y presionar al régimen de Nicolás Maduro.
Gobiernos como Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea han emitido sanciones que buscan “ahorcar” a la dictadura venezolana, mientras que internacionalmente se analizan otras opciones.
En entrevista para el PanAm Post analistas políticos consideraron que entre las próximas decisiones a tomar debe estar el rompimiento de relaciones diplomáticas con Venezuela, y aplicar un bloqueo petrolero y económico contra el régimen de Maduro.
OEA podría sumarse a orden de captura
La resolución asumida por la OEA es un punto de partida para que, de llevarse a cabo las fraudulentas elecciones en Venezuela, los países miembros decidan tomar acciones contundentes contra Maduro.
Puede considerarse que dicha resolución forma parte de una advertencia para el régimen de Venezuela.
Y es que las fraudulentas elecciones presidenciales en Venezuela pueden ser el punto de partida para que se emita una orden de captura contra el líder de la dictadura.
No se trata solo de que el dictador de Venezuela cometa delitos por instaurar unos comicios sin garantías electorales, se trata de que a partir del 22 de abril, cuando se lleve a cabo su ilegítima reelección, Maduro no será reconocido como presidente por los países democráticos del mundo; y a partir de allí podría ser tratado como cualquier civil y perder así sus beneficios diplomáticos.
Para esas naciones, Maduro, aunque gane, ya no será un presidente legítimo y, por lo tanto, tampoco lo será su poder Ejecutivo.
En resumidas cuentas, las elecciones fraudulentas pueden llevar a que Maduro termine con una orden de captura internacional en su contra a raíz de los diferentes delitos por los que es investigado en diferentes partes del mundo.