¿Un alzamiento militar en Venezuela que logre el derrocamiento de Nicolás Maduro sería un golpe de Estado o una acción en defensa de la Constitución? Este es el dilema que se presenta en el país suramericano luego de que el régimen totalitario pisoteara la Carta Magna, agotando todas las posibles salidas democráticas.
“Una rebelión militar debería existir en conjunto con la población civil, en Venezuela un levantamiento militar no sería un golpe de Estado. Sería una acción que no debería ser condenada por ningún país del mundo”, señaló al PanAm Post, Antonio Rivero, general venezolano en el exilio.
Artículo 2 de la Constitución: “Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de Derecho y de Justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político”.
Durante el mes de febrero, funcionarios de Estados Unidos hicieron referencia a la posibilidad de que en Venezuela exista una rebelión militar. Tanto el senador Marco Rubio, Todd Robinson, jefe de la Embajada de EE. UU. en Venezuela, como el exsecretario de Estado Rex Tillerson, señalaron que el Gobierno norteamericano estaría de acuerdo con una sublevación de la Fuerza Armada.
“Es evidente que el sector militar tiene mucha influencia en el futuro del país y si ellos pueden ayudar, no vamos a decir que no”, dijo Robinson durante su gira por Latinoamérica.
“Si la cocina se calienta demasiado para él, estoy seguro de que tiene algunos amigos en Cuba que le pueden dar una linda hacienda sobre la playa y él puede tener una vida agradable allá”, dijo Tillerson.
Y es que en Venezuela la dictadura, encabezada por Maduro, se ha encargado de la violación flagrante de la Constitución con la ayuda de los Poderes Públicos no independientes.
Los fraudes electorales, la destrucción del aparato productivo del país, las ejecuciones extrajudiciales, la existencia de presos políticos, la ruptura del hilo constitucional, la falta de autonomía de poderes, etc., son solo parte de las acciones ilícitas que ha cometido el Gobierno de Venezuela.
Ante esto, el general retirado Antonio Rivero, señaló que una rebelión militar estaría totalmente “justificada y ajustada a Derecho”.
“Un levantamiento o rebelión militar no sería un Golpe de Estado en las circunstancias actuales, no puede haber golpe, si en Venezuela ya no hay Estado”, aseveró.
Según la Constitución, un Estado tiene las siguientes características: Gobierno, territorio y población: “En Venezuela no hay un Gobierno sino un totalitarismo permanente, una dictadura y un narcoterrorismo y eso no está ajustado al Derecho de lo que establece la Constitución; el territorio ha sido violado por intervención extranjera por parte de países como Rusia, China o Cuba; y además hay que analizar cómo está la población: diezmada, afectada, perseguida, presa, con hambre, muerte; lo cual implica la urgente intervención humanitaria”, afirmó Rivero.
Artículo 3 de la Constitución: “El Estado tiene como fines esenciales la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad, el ejercicio democrático de la voluntad popular, la construcción de una sociedad justa y amante de la paz, la promoción de la prosperidad y bienestar del pueblo y la garantía del cumplimiento de los principios, derechos y deberes consagrados en esta Constitución”.
Pero en Venezuela existe un vacío constitucional en relación con cómo salir de una dictadura instaurada y cómo hacerlo sin violar la Carta Magna. Para ello, PanAm Post entrevistó al abogado constitucionalista José Vicente Haro, quien aseveró que aunque no está estipulado una sublevación militar como una salida democrática, tampoco están establecidas las innumerables violaciones a la Constitución por parte del régimen de Maduro.
Artículo 328 de la Constitución: La Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política, organizada por el Estado para garantizar la independencia y soberanía de la Nación y asegurar la integridad del espacio geográfico, mediante la defensa militar, la cooperación en el mantenimiento del orden interno y la participación activa en el desarrollo nacional, de acuerdo con esta Constitución y con la ley. En el cumplimiento de sus funciones, está al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna.
“Se ha hablado también sobre la posibilidad de una intervención militar, pero desde el punto de vista de la Constitución no se permite otra solución a los problemas que la de rescatar su vigencia, y según la Carta Magna es una labor de la ciudadanía”, señaló el especialista.
Haro explicó que de acuerdo con la Constitución, los artículos 333 y 350 son los necesarios a implementar para salir de la dictadura en Venezuela.
“La única manera de materializar esos artículos, es a través del ejercicio de los derechos civiles y políticos en Venezuela; en la Carta Magna no se establecen mecanismos a situaciones de sublevación de militares o a través de intervención militar de otra índole; pero lo cierto es que también hay que reconocer que en este momento la Constitución no está vigente, porque el régimen se encargó de desmontar la Carta Magna”, expresó.
Haro admitió que existe un limbo constitucional: “Sin duda hay un vacío, porque si la Constitución dice que todo ciudadano investido o no de autoridad tendrá el deber de colaborar en el restablecimiento de la Constitución, entonces deja en un limbo si los militares tienen luz verde para tomar esa decisión”.
Dijo que entonces lo que podría darse en Venezuela, y que estaría dentro de la Constitución, sería algo muy parecido a lo que enfrentó Perú con la salida de Alberto Fujimori.
“Allí hubo una acción ciudadana muy fuerte que llevó a que los militares le quitaran la confianza a Fujimori y eso obligó a una transición política. Es eso lo que se debería lograr, acciones coordinadas desde la sociedad civil”, sentenció.