Con un nuevo acto de violación a la Constitución de Venezuela y tras el reciente fraude electoral, el dictador Nicolás Maduro decidió adelantar la juramentación presidencial y hacerlo ante la ilegítima Asamblea Nacional Constituyente (ANC).
Maduro no solo fue protagonista del mayor fraude electoral en la historia de Venezuela, sino que de la mano de los Poderes Públicos pisotea la Carta Magna; por un lado se roba unas elecciones sin garantías democráticas, y por otro acude al chavista Tribunal Supremo de Justicia para que le autorice una juramentación ante la ilegítima Constituyente que fue impuesta por su régimen.
El único Poder legal para juramentar a Maduro es la Asamblea Nacional, y en caso de no acudir ante este organismo es el Tribunal Supremo de Justicia; pero además según la Constitución dicho juramento debía efectuarse en enero de 2019.
Solo por si acaso, es obligatorio el cumplimiento del artículo 231 de la Constitución pic.twitter.com/HJ8G9mGET1
— Delsa Solorzano (@delsasolorzano) May 24, 2018
José Vicente Haro, presidente de la Asociación Venezolana de Derecho Constitucional y profesor universitario de Derecho Constitucional explicó a PanAm Post los tres puntos que demuestran que la juramentación de Maduro es completamente ilícita.
Haro recordó que Nicolás Maduro se convirtió en un presidente espurio en cuanto la Asamblea Nacional de mayoría opositora declaró el abandono del cargo.
“En primer lugar hay que recordar que Nicolás Maduro fue declarado como un ciudadano que estaba ejerciendo la Presidencia de manera ilegítima tras un abandono del cargo declarado por el Parlamento venezolano en enero de 2017”, señaló.
“En segundo lugar, en abril de este 2018, el Parlamento venezolano declaró que hay méritos para enjuiciar a Nicolás Maduro por hechos de corrupción vinculados con la trama de Odebrecht, a partir de un antejuicio de mérito que se llevó a través del legítimo Tribunal Supremo de Justicia que se encuentra en el exilio por la persecución política. Esa autorización de enjuiciamiento traía como consecuencia lo que se llama la separación del cargo de Maduro”, recordó el especialista.
“A esto, se le suma que hay una disposición de la ley venezolana que señala que una persona enjuiciada debe quedar inhabilitada para comicios o ejercer cargos de la administración pública. O sea que Nicolás Maduro ni siquiera podía postularse en el evento que hubo el domingo pasado”, agregó
Haro recordó que a estas violaciones de la Ley venezolana se le suma el hecho de que las elecciones donde supuestamente Maduro salió reelecto no contaban con las garantías democráticas de comicios libres y justos.
“Otro punto que hace ilegítimo todo este proceso, es que en ese evento hubo ausencia absoluta de garantías electorales, motivo por el cual la mayoría de la comunidad internacional desconoció los resultados de esa elección y puso en cuestionamiento la legitimidad de Maduro en lo que es el ejercicio de la Presidencia de la República. Estos tres elementos que he apuntado terminan de desnudar absolutamente cualquier vestigio de legitimidad de Maduro”, señaló.
Para el abogado constitucionalista, Maduro solo buscó ejecutar una maniobra política y adelantarse ante una leve posibilidad de que se repitieran los comicios.
“Él lo que aspiraba era adelantarse a la comunidad internacional y adelantarse a las propuestas de que en octubre o diciembre se repitan las elecciones. Lo que hizo hoy fue juramentarse de manera desesperada y detentar la Presidencia independientemente de todos los cuestionamientos”, sentenció.
Haro agregó a PanAm Post que esta es una de las tantas acciones donde el régimen de Nicolás Maduro desconoce absolutamente a la Constitución y a la legítima Asamblea Nacional de Venezuela.