En medio de una crisis económica sin precedentes y con la mayor inflación del mundo, Nicolás Maduro vuelve a burlarse de los venezolanos con la decisión de postergar por al menos dos meses la entrada en vigencia de la reconversión monetaria.
La inflación en Venezuela es tal que el nuevo cono monetario quedaría obsoleto para finales de año y podrían regresar los mismos tres ceros que fueron “eliminados”.
El billete más grande alcanza para comprar solo una taza grande de café, y dentro de dos meses, cuando se lance el “bolívar soberano“, se van a necesitar cuatro billetes. Se puede decir que el nuevo cono monetario “nació muerto”.
Fue la tarde de este martes 29 de mayo, cuando Maduro reunido con banqueros venezolanos accedió, como era de esperarse, a postergar la eliminación del viejo cono monetario. Ahora existe la posibilidad de que los nuevos y viejos billetes sean usados al mismo tiempo en la deprimida economía del país suramericano.
La medida de Maduro recuerda la falta de seriedad que implementó hace más de dos años, cuando anunció que eliminaría la vigencia del billete de 100 que era el de mayor denominación para esa oportunidad; y aún con decreto tras decreto, el billete todavía circula entre los venezolanos.
Ahora, aplicando el mismo modus operandi, el régimen anuncia que los nuevos billetes ya no estarán disponibles a partir del 4 de junio, sino, supuestamente, unos 60 días después.
Aunque parezca una medida improvisada, la verdad es que la decisión de postergar la reconversión sería una decisión acertada, porque los bancos no estaban preparados para, en tan poco tiempo, hacer los cambios pertinentes.
En la reunión con Maduro, Arístides Maza Tirado, presidente de la Asociación Bancaria de Venezuela, señaló que las entidades financieras aún no han podido hacer las pruebas integrales.
El economista venezolano Jesús Casique señaló que la decisión de postergar la emisión del nuevo cono monetario era lo más “lógico y saludable”; en medio una economía hiperinflacionaria.
Y es que la reconversión monetaria solo se trata de eliminar tres ceros (000) a los ya hiperdevaluados bolívares.
No se trata de una coversión monetaria como tal, se trata de un maquilaje en el que eliminarán ceros a los billetes, cambiarán la imagen y el nombre del papel moneda. Pero el “bolívar soberano” seguirá siendo el mismo porque no tendrá ningún valor.
Casique señaló a PanAm Post que si el régimen no ataca la hiperinflación, la verdad es que a final del año los tres ceros (000) retornarán, porque los precios aumentan de manera descontrolada tras las erradas políticas económicas.
“El país requiere disciplina fiscal y monetaria. Venezuela tien un semestre atravesando hiperinflación promedio de 75 %; esta medida no es improvisada, el Gobierno ya tiene 19 años; son decisiones aisladas dejando por fuera a los agentes económicos”, señaló.
Y es que así se maneja la economía en Venezuela, llena de anuncios fracasados por parte del chavismo, el cual ha instaurado “nuevos” conos monetarios que han quedado en el olvido. Un anuncio que se dio además en plena escasez de efectivo, donde los ciudadanos se ven obligados a utilizar productos (trueque) como medios de pago.
Alicia Sepúlveda, coordinadora del observatorio económico legislativo de Cedice Libertad, señaló que la solución para Venezuela no es un nuevo cono monetario, sino generar confianza en los medios de pago.
“Para nada este tipo de anuncios impactan de manera positiva a los ciudadanos, ni resuelve los problemas que estamos viviendo. Los ciudadanos estamos viviendo un problema de hiperinflación que no se soluciona quitando tres ceros a la unidad monetaria, la hiperinflación se soluciona generando credibilidad sobre los medios de pago”, señaló.
Sepúlveda aseguró que Maduro pretende ocultar la hiperinflación con estos nuevos billetes, y aclaró que esa intención durará muy poco tiempo, porque el aumento de los precios cada día es más “exponencial”.
“Aquí van a continuar las colas en los cajeros, la escasez de dinero en efectivo, la escasez de productos básicos, va a continuar la hiperinflación y va a continuar el trueque, porque el bolívar ya no vale nada; se trata de una devaluación más del bolívar”; sentenció Sepúlveda.