El narcotráfico, los delitos ambientales, la corrupción, el sector inmobiliario y el comercio exterior, son las principales fuentes de lavado de activos en Perú, así lo afirmó Sergio Espinosa, superintendente adjunto de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).
En un encuentro con los medios extranjeros, Espinosa señaló que en el país suramericano aumentó 35 % los reportes de operaciones sospechosas, lo que se traduce en una cifra de hasta 11.389 transacciones solo en 2017.
“En principio el origen de lavado de dinero era el narcotráfico, pero ahora ha aumentado hacia delitos como la minería ilegal, la trata de personas, la tala ilegal y la corrupción“, señaló.
Espinoza explicó que en Perú se ve una especie de evolución en el modo de incurrir en delitos de lavados de activos.
“En materia de corrupción, por ejemplo, se ven casos donde desde un alcalde es el que encabeza el delito, como casos en los que se evidencia la presencia de firmas o compañías que lavan dinero para otros, como en el caso Lava Jato y el narcotráfico. Se puede decir que es un síntoma de madurez de la delincuencia”, agregó.
Explicó que los sectores preferidos para lavar activos por su poca o nula supervisión son el mercado inmobiliario, el comercio exterior, la minería ilegal y las cooperativas.
Sector inmobiliario: “No hay supervisión sobre cómo se hace ni de dónde viene el dinero, es un sector muy permeable en el lavado de activos”, explicó.
Espinosa puso como ejemplo viviendas que se venden sobre planos sin que luego se construyan, además resaltó la falta de fiscalización sobre el origen del dinero con el que se inician algunas construcciones.
Comercio exterior: el superintendente señaló la existencia de envíos al exterior que no se corresponden con la mercancía declarada.
“Se exportan productos sin valor, pero el dinero que se recibe es de origen ilícito. Esto sucede con casos de países donde existe un control de cambio, como en Venezuela; estos casos se han logrado detectar gracias a los agentes aduanales”, explicó.
Contrabando de dinero: al igual que los narcotraficantes utilizan a personas para trasladar droga, hay personas que se dedican a ingresar dinero al país de manera regular, en su mayoría procedentes de México, con cantidades cercanas al límite máximo permitido para llevar en metálico.
“Le estamos haciendo seguimiento. Todos los días sin excepción se encuentra en el aeropuerto Jorge Chávez de Lima a personas que o bien no han declarado el dinero o bien han excedido el límite”, reseñó.
Las cooperativas: el funcionario explicó que las cooperativas también se han convertido en un medio para lavar activos; esto tras la falta de supervisión por parte de los diferentes organismos.
Espinosa aprovechó la oportunidad para aplaudir que el Congreso aprobara este miércoles que la UIF pueda supervisar las cooperativas y así controlar el dinero que manejan.
Recordó que existen grandes sospechas de que algunas cooperativas contribuyen a financiar de manera ilegal a partidos políticos.
Delitos ambientales: en referencia a delitos ambientales, el representante de la UIF señaló que tanto la minería ilegal como la tala ilegal son grandes fuentes de lavado de activos.
Explicó que la UIF coordina con los organismos homólogos en Chile, Colombia y Ecuador para enfrentar la situación; sin embargo, criticó que Bolivia “aún no se une a la lucha”.
“Buena parte del oro legal sale confundido con el oro ilegal. El oro ilegal sale por Bolivia principalmente, aunque Bolivia seguro dirá lo mismo”, agregó.
Casas de cambio: espinosa también explicó que las casas de cambio en Perú también se convirtieron en un medio para lavar activos, pues muchas de ellas no son supervisadas ni preguntan a los usuarios cuál es el origen del dinero.
Argumentó la necesidad de aprobar una ley para las casas de cambio, de manera que funcionen mediante licencias y se pueda supervisar sus movimientos financieros.
“Además, de nada sirve prohibir los cambistas ambulantes, si en los de alrededor pueden seguir operando. Tiene que ser una política nacional”, agregó.
Espinoza concluyó que el problema del lavado de activos en Perú es que una parte considerable de la población, ya que la industria y los sectores económicos no están sujetos a ninguna supervisión y prevalece la informalidad.