“Tuve que priorizar entre la seguridad de mi familia y mi sueño por la libertad de Venezuela”, así lo afirmó José Manuel Olivares, diputado a la Asamblea Nacional, quien se encuentra fuera del país luego de la brutal persecución que emprendió el régimen de Nicolás Maduro contra él y sus familiares.
Desde Bogotá y, por ahora, en el exilio, Olivares ofreció su primera entrevista a PanAm Post para repudiar la persecusión que la dictadura emprendió contra sus más grandes amigos, sobre todo, contra Juan Requesens, quien se encuentra secuestrado por la policía política, el Sebin.
Señaló que en Venezuela hay un “gobierno que decide imponer el régimen de terror y de miedo para mantenerse en el poder, producto del acompañamiento de una pequeña cúpula militar que es la que lo sostiene”.
Hace unos días decidió salir del país tras la persecución del régimen de Nicolás Maduro, ¿en qué estado se encuentra usted, su familia y qué decisiones ha tomado tras haber salido de Venezuela?
Luego de la llamada directa del Sebin, luego de los mensajes por tres vías distintas, me tocó resguardar a mi familia de un gobierno que producto de mi acción por el canal humanitario, que por haber organizado y estimulado la digna protesta de los salarios, decidió reaccionar de manera desproporcionada y hamponil donde sacaron orden de captura contra mi esposa, mi madre y mi hermano de manera vil y cobarde; ante eso, me tocó preservar la integridad de mi familia.
Estoy ahora fuera del país, aún no estoy exiliado, me tocó salir, pero yo no tengo recursos económicos para vivir fuera sin trabajar. Ahorita estoy en una circunstancia de trabajar de algún modo para dejar a mi familia estable y yo tratar de volver a mi lucha por la vida, por los pacientes y por conseguir medicamentos para Venezuela.
Yo espero que haya un desenlace muy pronto, todo lo que está haciendo el gobierno son acciones desesperadas. Lo que hizo conmigo, de atacar a mi familia y lo que hizo con el diputado Requesens son muestras de un gobierno débil, desesperado, sin legitimidad popular.
Un gobierno que decide imponer el régimen de terror y de miedo para mantenerse en el poder, producto del acompañamiento de una pequeña cúpula militar que es la que lo sostiene. Yo espero poder estabilizar económicamente a mi familia, porque insisto, yo vengo de clase baja; por esfuerzo me hice médico, por esfuerzo me hice diputado y me corresponde con ese mismo esfuerzo garantizarle a mi familia estabilidad y poder cumplir con mis responsabilidades.
Fuimos testigos todos de esa lucha que junto a otros diputados jóvenes en 2017 arriesgaron sus vidas por Venezuela en las protestas, ahora el régimen de Maduro va no sólo tras usted, sino también tras Requesens que es su amigo, ¿cuál es su posición; podríamos pensar que van también contra Pizarro, diputados que han demostrado fortaleza y valentía?
No es un tema de edad, no se trata de jóvenes y viejos, yo no lo categorizaría como un tema de edad, sino como un tema de una generación donde somos amigos; pero al final yo creo que la gran diferencia de nuestra generación con otras, es que somos amigos y conversamos.
Yo creo que si sacamos la cuenta, en un año el gobierno fue tras el alcalde David Smolansky, fue Freddy Guevara, fue Juan Requesens, fue José Manuel Olivares, fue Gaby Arellano. Al final si nos damos cuenta, parece que existiera una política sistemática del gobierno en acabar con una generación que ha demostrado compromiso con el país.
Yo no podría dudar que en la lista del gobierno también estén el diputado Stalin González, Pizarro, el concejal Alejandro Vivas, que somos amigos y que compartimos los mismos sueños y esa misma lucha. Pero como decía Requesens antes de que lo agarraran, no vamos a descansar para cumplir con ese anhelo que tienen todos los venezolanos que es sin duda alguna salir de Nicolás Maduro y todo el desastre que representa para los venezolanos.
Hace unas horas, Henrique Capriles Radonski asomó la posibilidad de iniciar un nuevo diálogo con acompañamiento internacional. Sin embargo todos los diálogos han fracasado ¿Cuál es su posición en relación con eso?
Primero Justicia en su Comité Nacional que es la primera instancia, tomó una decisión muy clara de que no hay posibilidad de instalar un diálogo en este momento. No están las condiciones dadas para instalar un diálogo.
Yo lo que entiendo de las declaraciones de Capriles es que no se descarta esa posibilidad si se dan las condiciones, es lo que entiendo y no quisiera entrar en polémica con el exgobernador de Miranda que es mi amigo y menos por unas declaraciones.
Yo creo que lo que el país necesita no es confrontación, sino construir la unidad necesaria para enfrentar al gobierno, porque al final todos queremos lo mismo, al final lo que me hicieron a mí, lo que le hicieron a Requesens, nos debe obligar a entender quién es el adversario de verdad, el enemigo, quién es el que nos quiere meter presos, exiliados o incluso quiere acabar con nuestras vidas; ese es el gobierno.
Entre nosotros no debe haber diferencias más allá de visiones, Primero Justicia decidió que no hay ningún tipo de condiciones de diálogo ahorita. El único diálogo posible es el de la transición a la democracia, si el gobierno quiere dialogar la salida de Maduro, entonces sin duda alguna estaríamos allí.
Si el gobierno de Maduro llegara a reflexionar o a entender la presión social, la crisis económica que hay en el país y dijera que va a permitir la transición a una democracia, ahí yo sí creo que será necesario un diálogo con la mirada internacional para obtener ese proceso electoral o mecanismo que permita la salida de Maduro.
Ahora, cualquier otro episodio de negociación está totalmente cerrado para nosotros, creemos que ese capítulo se cerró en Dominicana, capítulo donde salimos con la frente en alto, donde Julio Borges no quiso arrodillarse al gobierno y no firmó ese acuerdo chimbo que buscaba legitimar a Maduro. Es un capítulo trabajado, luchado y cerrado hasta el día de hoy.
El fin de semana pasado se dio este presunto atentado contra el régimen de Nicolás Maduro, ¿cuál es su posición al respecto y si usted cree que el diputado Juan Requesens esté involucrado en ello?
No hay palabra que categorice la ridiculez que hizo Nicolás Maduro, al final no hay ningún tipo de indicio, precedente o antecedente que nos involucre en un evento como ese.
Nosotros hemos estado en la primera línea contra ellos, hemos sido víctima de ellos y agredidos por ellos, por los colectivos, nos han caído a plomo en la Asamblea, nos han golpeado en la calle los colectivos, la Guardia Nacional; si han habido testimonios de una lucha pacífica somos nosotros, eso no tiene ningún sentido.
Yo soy un convencido de que ese es un gran show del gobierno de Maduro que pretende desviar la atención de los venezolanos.
Qué casualidad que ese hecho ocurrió en el medio de una gran protesta y movilización popular de los grueros, del sector transporte; en medio de la crisis de protesta de la salud; en medio de la peor crisis económica donde el dólar negro está llegando a casi cinco millones de bolívares.
En medio de todo eso, sale Nicolás Maduro con esta narrativa para abrir la compuerta de lo que está haciendo, agredir a la oposición, llevar a dirigentes presos, e intentar implantar la política del terror, del miedo, de que incluso la clase política, que somos políticos pero también somos humanos, tengamos que priorizar.
Como me pasó a mí, yo tuve que priorizar entre mi esposa, mi madre y mi hermano antes que mi sueño de libertad por Venezuela y me tocó tomar una decisión, incluso esas acciones del gobierno buscan llenar de miedo a la clase política.
Nadie quiere estar preso, esa es una pregunta que siempre hacen los periodistas, yo creo que ninguno quiere estar preso, miren el caso de Leopoldo López cómo ha sacrificado tres años de su vida en una cárcel y ahora en su casa.
Ninguno quiere estar preso porque no somos delincuentes, si tuviésemos acciones delincuenciales o al margen de la ley uno asume ese riesgo; pero en este caso yo creo que esto es un show y que el diputado Requesens no tiene nada que ver; simplemente el régimen tiene la necesidad de atacar la moral de la oposición, violar la ley, e instaurar un régimen de terror y miedo.
La posición de que la dictadura no sale con votos cada vez cobra mayor fuerza, pero para usted ¿cuál es la salida para lograr recuperar la democracia en Venezuela?
Yo creo que es multifactorial, que no hay una fórmula mágica ni una receta de cocina, yo creo que es la confluencia de la presión internacional que debe aumentar, la presión social interna.
Es lo que yo hice con el sector salud, que no es ser protagonistas, sino estar allí apoyando, organizando y empujando a la sociedad, porque la protesta es por salario, por medicina, por hambre, por gas, por luz, por transporte, por calidad de vida, y si a eso se le suma la presión política desde la Asamblea Nacional, desde la fiscal Luisa Ortega Díaz, desde parte del Tribunal Supremo de Justicia en el exilio; cuando tú haces la confluencia de la presión internacional, la presión interna, de la presión de los poderes legítimamente constituidos puedes concluir en una presión suficiente para que se produzcan los quiebre.
Que se dé un quiebre militar, que se dé un quiebre en esa cúpula de la Fuerza Armada que no representa a las tropas pero que mantiene al gobierno, o la otra alternativa es que hayan quiebres internos como los comentarios y las críticas de Elías Jaua y otros voceros del gobierno que han demostrado su descontento con la situación del país y que hay que ver si tienen la valentía o la entereza de marcar distancia y de desestructurar al PSUV o al gobierno.
Esa es mi visión del cambio, ojalá se diera un destello de responsabilidad de Maduro y esa posible negociación, un Nicolás Maduro que asuma la crisis del país y dé un paso para dar inicio a una transición democrática. Pero lo veo poco probable.
En política y en la vida no se puede descartar ningún escenario aunque yo me inclino más hacia el escenario de la presión que logre el quiebre.
Entonces, ¿considera que sí hacen falta esas protestas como la que venía liderando en el sector salud y que por cierto de algún modo se pausaron una vez se inició su persecución?
Sí eso me tiene muy triste porque me siento parte responsable de eso, yo he mantenido comunicación con todos los líderes, que al final esa es nuestra función como diputados; organizar a los ciudadanos.
Nosotros logramos sentar en una misma mesa a médicos, bionalistas, enfermeras, camilleros y sindicato bajo una bandera que, en ese momento, era y sigue siendo contra el hambre y por la vida.
Al final las cosas son así, son cíclicas, tienen altos y bajos, estoy seguro que esta protesta no se ha acabado y que continuará. Estoy seguro que aparecerá luego la gente de la Cantv, de la electricidad, otros sectores, otros gremios, como nos sorprendieron los transportistas y los grueros, porque al final no hay nadie en Venezuela que la esté pasando bien, el problema es cómo vencemos el miedo y levantamos la voz, y asumimos el rol de la protesta pacífica para demostrar la inestabilidad del gobierno y para darle a conocer al mundo la situación de crisis que vive el país.
¿Qué mensaje le enviaría a los venezolanos y a los diputados que quedan en Venezuela?
Espero volver muy pronto, extraño mucho mi país, mi Guaira, ver el mar todos los días, pero esto también me sirve para entender la situación de los venezolanos que han emigrado.
No es poca cosa más de cuatro millones de venezolanos que sufren lo que estoy sufriendo yo, no tener papeles, no tener empleo, donde vivir, no conocer las costumbres.
Esto me permite tener una visión incluso de la política, a pesar de ser muy duro lo valoro, el tiempo que esté afuera lo voy a dedicar a buscar beneficios para los venezolanos en el exterior; es lo que he hecho los últimos días reuniéndome con el gobierno de Colombia para buscar más garantías, y apoyo.
A los que están en Venezuela les pido que no abandonen, que no abandonen los sueños; ese país nos pertenece, el gobierno de Nicolás Maduro quiere aparentar que está fuerte pero no, está muy débil y estas cosas que está haciendo de secuestrar a mi hermano Requesens, son las demostraciones de un gobierno debil que recurre al terror; y eso siempre son los capítulos finales de todas las dictaduras y regímenes totalitarios.
Yo estoy convencido sin pecar de ingenuo que estamos en los dias finales, que sé que van a ser duros, de mayor confrontación, crueldad, de angustia social, económica y política, pero es el ocaso de un desastre de una historia de 20 años, luego juntos volveremos a nuestro país para reconstruirlo y reconciliarnos .
A continuación la entrevista completa: