La estatal petrolera venezolana, PDVSA, le huye a embargos e incautaciones internacionales haciendo transferencias de crudo en altamar; una medida que se asemeja a la que utilizan los contrabandistas o narcotraficantes para eludir a la justicia.
Sobre la petrolera venezolana pesan millonarias órdenes de embargo como consecuencia de haber perdido juicios internacionales. Ante esa situación, la empresa decidió no cumplirlas y buscar alternativas para no dejar de comercializar crudo sin que este sea confiscado.
El modus operandi de la empresa estatal es hacer una especie de relevo: transfiere en altamar los barriles de crudo a buques cubanos que se dedican a llevar la carga a su destino, evitando así las incautaciones.
Y es que el panorama de PDVSA empeoró cuando en mayo la estadounidense ConocoPhillips comenzó a embargarle activos en el Caribe, buscando que se cumpliera con el pago del laudo arbitral de USD $2.000 millones a causa de la expropiación que emprendió Hugo Chávez en 2007.
Ante esa retención de activos, PDVSA perdió el acceso a las refinerías en Curazao y Bonaire, terminales desde donde despachaba parte de las exportaciones de la compañía, y ahora se ve obligada a hacerlo en altamar como lo hacen los contrabandistas.
Las acciones de Conoco, para recuperar el dinero, también obligaron a la estatal venezolana a no hacer envíos con buques propios en el Caribe, debido a que allí podrían ser captados y confiscados.
Y es que el régimen de Nicolás Maduro está buscando las maneras de no perder dinero, no solo en incautaciones, sino también en gastos internos para intentar levantar de algún modo a la estatal que se encuentra prácticamente en ruinas debido al mal manejo del régimen socialista.
Como otra medida desesperada, recientemente el Ejecutivo anunció que la estatal petrolera estará exonerada de pagar el impuesto sobre la renta (ISRL), al igual que las empresas filiales y mixtas.
PDVSA a punto de perder Citgo
La estatal petrolera venezolana no solo busca las maneras de eludir órdenes judiciales que eviten confiscaciones millonarias, también debe enfrentar la posibilidad de perder su más grande activo en el exterior: Citgo.
En octubre Venezuela debe pagar USD $949.000 millones y dada la caída de las reservas internacionales, y la caída de la producción petrolera, todo indica que PDVSA no podrá pagar esa deuda.
De concretarse un impago, elpaís podría perder todas sus acciones de dicha petrolera, ya que la otra parte de las acciones de esa empresa están comprometidas como garantía de un préstamo de la petrolera rusa Rosneft.
El PDVSA 2020 es el único bono de la petrolera estatal venezolana que no está en default, porque precisamente el Gobierno de Maduro está evitando perder la mayoría accionaria de Citgo.
Las refinerías de Citgo pueden refinar 749.000 barriles diarios y la refinería de Lake Charles es la sexta refinería más grande en Estados Unidos.