Tras el supuesto atentado contra Nicolás Maduro, el régimen ha decidido tomar dos grandes medidas desesperadas ante el temor de una presunta insurrección militar. Por un lado, Maduro decidió detener a funcionarios “incómodos” de la Fuerza Armada bajo la excusa de haber participado en el atentado, y por otro, a los militares más cercanos les ofreció casas, carros y otros beneficios.
Luego de que dos drones explotaran cerca de un acto oficial donde se encontraba Maduro y la cúpula militar, se dieron nuevos arrestos de oficiales militares de alto rango, dejando saber que todo funcionario castrense descontento pudiera ser acusado de terrorismo y conspiración.
Muestra de ello es que esta semana fueron arrestados por el “atentado” tres oficiales, dos generales y un coronel, que, de acuerdo con expertos son personas incómodas para el régimen.
Se trata del coronel Pedro Zambrano, el general Alejandro Pérez y el también general Héctor Hernández; estre último transmitió su detención a través de las redes sociales.
“Ha llegado la DGCIM sin ningún tipo de orden de allanamiento y me quieren obligar a la fuerza a que los acompañe. Me declaro inocente de cualquier situación que se me quiera atribuir de una manera perversa”, declaró el general en el video transmitido en redes sociales.
José Antonio Colina, un teniente retirado de la Guardia Nacional que preside la organización Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (VEPPEX), señaló al diario estadounidense El Nuevo Herald que “la idea es sacar a los oficiales no incondicionales, arrestándolos o dejándolos sin puestos de mando, para ir llenando esos espacios con los generales que Maduro o su ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, han estado ascendiendo”.
Sin embargo, la ola de arrestos estaría acentuando la incertidumbre y el descontento dentro de los cuarteles, según Rocío San Miguel, presidenta de la ONG Control Ciudadano que estudia el sector militar venezolano.
Enorme impacto en el seno de la GNB está causando la detención del G/B (GNB) Héctor Armando Hernández Da Costa, por parte de la DGSCIM. Primero de su promoción hasta el momento de su ascenso a General de Brigada …actualmente ejercía como Jefe de Estado Mayor de la Redi Capital pic.twitter.com/1V3b2uh8Ka
— Rocío San Miguel (@rociosanmiguel) August 14, 2018
No es primera vez que Maduro utiliza supuestos atentados en su contra para “deshacerse” de funcionarios “incómodos” de la Fuerza Armada venezolana.
En mayo de este mismo año se conoció la detención de unos 40 funcionarios de la Fuerza Armada en distintas partes del país acusados de conspirar contra el régimen.
De acuerdo con abogados de la ONG Foro Penal Venezolano, a la mayoría de los detenidos se les imputó los delitos de motín, instigación al motín, delitos contra el decoro militar, y traición a la patria.
Aparte de estas detenciones, desde 2003 han sido apresados 92 militares acusados de conspiración (34 en 2018), según la ONG Justicia Venezolana. Además en marzo, Maduro degradó y expulsó a 24 oficiales, la mayoría presos, o exiliados.
Beneficios, a cambio de “lealtad”
Tras el supuesto atentado, Maduro se reunió con la cúpular militar para exigirles lealtad; ante esto, les ofreció viviendas, carros y otros beneficios.
El portal digital La Patilla, obtuvo información de la reunión, donde estuvieron presentes generales y almirantes. Allí se habría ordenado un incremento de sueldo y “potenciar el sistema de seguridad social, créditos y otros beneficios”, a cambio de que también le hagan “la ley del hielo” a sus familiares y amigos opositores.
Y es que Nicolás Maduro no se conforma con empoderar a los militares venezolanos otorgándoles el control de la economía de ese país, sino que además les aprobó créditos adicionales que superan todo el presupuesto nacional de 2018, que se ubicó en 36 billones de bolívares (USD $10.000.000).
Tras el miedo de un golpe de Estado en Venezuela, Maduro no ha escatimado en otorgar beneficios a la Fuerza Armada de ese país, tanto así que entre enero y junio de 2018 autorizó 11 créditos adicionales para el Ministerio de la Defensa que superan los Bs. 36,13 billones (un poco más de USD $10.000.000 aproximadamente, calculados con base en la cotización actual del dólar paralelo).
Y es que los militares en Venezuela no solo han obtenido multimillonarios créditos adicionales, sino que también cuentan con un excesivo salario, incomparablemente superior a los ingresos de cualquier profesional en el país suramericano.
Mientras el salario mínimo en la nación gobernada por Maduro no supera los USD $2, los militares reciben alrededor de USD $80 mensuales, lo que representa más de 70 veces el sueldo base.
A esto se suma que la economía del país suramericano en su mayoría se encuentra en mano de militares, pues no solo controlan la distribución de alimentos y medicamentos en Venezuela, también están al frente de un gran número de las carteras del Ejecutivo y en seis gobernaciones.
De los 33 ministerios que maneja el país, nueve están dirigidos por militares retirados o en ejercicio. Dicho número de funcionarios gubernamentales representa el 26,4 % de un gabinete donde la milicia tiene gran relevancia.