No se detiene la “guerra política” entre el Congreso de Perú y el presidente Martín Vizcarra; en esta oportunidad, el mandatario de ese país planteará la Cuestión de Confianza, para presionar a la mayoría fujimorista que ha decidido ignorar las reformas constitucionales.
En cadena nacional de radio y televisión, el presidente se pronunció sobre el pedido de cuestión de confianza al Congreso, debido a la demora de los congresistas para aprobar los dictámenes para las cuatro reformas políticas y judiciales, a través del referéndum. Se trata una medida establecida en el artículo 133 de la Carta Magna del Perú.
Las reacciones no se han hecho esperar; desde el Congreso, el fujimorismo critica a Vizcarra por el pedido, pues de no aprobarse, podrían derivar nuevas elecciones legislativas.
“Hace casi cuarenta días entregamos al Congreso de la República las cuatro propuestas de reforma constitucional, con expectativa de trabajar y luchar juntos contra este mal endémico. Sin embargo, en este periodo, el Congreso solo elaboró un cronograma, sin ponerse en los zapatos de los peruanos dignos, y se negó a entender la urgencia de un cambio”, lamentó el mandatario.
Ante dicha disputa política, PanAm Post entrevistó a Luis Fernando Nunes, politólogo e internacionalista, quien explicó que este sería el segundo pedido de cuestión de confianza por parte del gobierno de Vizcarra. Si el Congreso lo niega, se podrá disolver el Congreso.
“En el Perú, en los últimos meses se ha hablado mucho de reforma constitucional, o una Asamblea Constituyente; y a raíz de la grave crisis que hemos tenido en el Poder Judicial, se ha evidenciado que en Perú tenemos una crisis política y de corrupción, porque el Parlamento de donde es mayoritario el partido Fuerza Popular, de Keiko Fujimori, de alguna manera está obstruyendo las reformas políticas que quiere el Ejecutivo, entonces, basado en uno de los artículos de la Constitución, el presidente ha invocado esto que se llama el voto de confianza”, explicó.
Nunes señaló que la decisión de Vizcarra surge después de 40 días de haber enviado un proyecto de ley al Congreso, y que este no haya reaccionado tan rápidamente como la población espera.
“Este miércoles el primer Ministro, César Villanueva, va a ir al Congreso y va a pedir esa cuestión de confianza que es una forma de preguntarle al legislativo si va a apoyar o no las medidas que el presidente quiere tomar. Si el Congreso no aprueba la Cuestión de Confianza, el presidente puede disolver el Congreso y convocar a una nuevas elecciones”, señaló.
“Esto pone de cierta manera al Poder Legislativo contra la pared, porque los obliga por fin después de 40 días, a tomar una decisión y no seguir dilatando un proceso que está presente en las encuestas. La gente quiere reformas, cambios, quiere la no reelección de congresistas”, agregó.
“Lamentablemente para quienes están afuera, sobre todo para la clase inversionista, esta evidente crisis política, paraliza un poco las inversiones. La población sí quiere un referéndum y eso es evidente. Vamos a ver si el Congreso oye la voz de la oponión pública”, afirmó.
Sobre la posibilidad de un cierre del Congreso, que habría asomado el presidente Vizcarra, Nunes señaló que no lo considera valedero, “porque sería volver a abril de 1992 cuando Fujimori lo hizo”.
“No hay que cerrar el Congreso, lo que sí se puede es convocar elecciones adelantadas en cuanto a la parte legislativa”, sentenció.
Las propuestas para el referéndum
Andrés Calderón, abogado, analista político y profesor de la Universidad del Pacífico, señaló a PanAm Post que la idea de Vizcarra es plantear una reforma constitucional que sea aprobada por el Congreso.
El mandatario peruano propone la bicameralidad e igualdad de participación de hombres y mujeres.
Propone la modificación de 45 artículos de la Constitución con el objetivo de configurar un Congreso con dos cámaras: una de 30 senadores, que apruebe el presupuesto público y designe a funcionarios de alto rango; y otra de 100 diputados, que inicie investigaciones, entre otras atribuciones.
Ambas cámaras tendrían la facultad de presentar proyectos de ley, pero el Senado deberá ratificarlos.
Según la iniciativa, la presidencia del Congreso deberá ser ejercida por el presidente de la cámara de senadores desde la instalación y durante la primera legislatura, alternándose con el presidente de la cámara de diputados en cada año del período parlamentario, que comprende dos legislaturas.
Sobre el financiamiento privado que reciben los partidos, el Ejecutivo presentó un proyecto que en teoría busca garantizar la transparencia de los aportes que reciben las coaliciones, no sólo durante las campañas electorales, sino también durante el período ordinario.
Para ello, pide que se modifique el artículo 35 de la Constitución con el objetivo de establecer que “los aportes no declarados se presumen de fuente prohibida”.
También plantea que las agrupaciones estén prohibidas de recibir, de manera directa o indirecta, aportes anónimos, de origen ilícito o de personas naturales condenadas por delitos contra la administración pública, tráfico ilícito de drogas, minería ilegal, tala ilegal, trata de personas, lavado de activos, terrorismo o crimen organizado.
“Yo no estoy en contra de que exista un financiamiento privado, más bien estoy a favor. El problema está en que no se hace de forma transparente y los organismos electorales no tienen una forma efectiva de fiscalizarlos”, explicó Calderón.
La tercera propuesta establece la prohibición de la reelección inmediata de congresistas, modificando el artículo 90 de la Constitución a fin de agregar el párrafo: “los congresistas no pueden ser reelegidos de manera inmediata para un nuevo período”.
El mandatario sustenta dicha posición basado en que, en Perú, esta restricción rige para el jefe del Estado, gobernadores regionales y alcaldes, mas no para legisladores. Señála que uno de los varios objetivos es impulsar “la renovación política”.