Tras varios meses de medidas económicas sin sentido, el régimen de Nicolás Maduro impuso ahora que varias operaciones financieras en Venezuela se hagan a través del “petro”. Apenas seis meses después de su lanzamiento, anunció la reestructuración de su criptomoneda.
Maduro ordenó ahora que varias operaciones comerciales se realicen a través de la criptomoneda gubernamental, a pesar de ser un “modo de pago” ilegítimo y sin reconocimiento internacional.
“Hoy estamos poniendo en marcha el ‘blockchain’ nacional del petro (…) a partir de hoy van a entrar en funcionamiento todos los mecanismos para que cualquier venezolano pueda inscribirse y participar”, dijo.
Default, hiperinflación, Petro, escasez, caída del PIB, caída de la producción petrolera y migración, son todas facetas de una misma tragedia económica inducida por el dogmatismo, el populismo, la incompetencia y la corrupción
— Jose Toro Hardy (@josetorohardy) October 2, 2018
Maduro habló de comercializar las riquezas petroleras a través de la criptomoneda, habló, además, de permitir el cobro de pasajes de avión y servicios hoteleros, y agregó que a partir de ahora la gasolina venezolana destinada a la aviación internacional también se comercializará en petros.
Según el dictador, “ya está legalizado el uso del petro como unidad de cuenta y como moneda venezolana”, pero la verdad es que es un método de pago considerado nulo e ilegal por el Parlamento venezolano y por la comunidad internacional.
Lo del Petro como criptoinvento no es fácil de asimilar. Fundamentos errados o poco claros, lanzamiento fallido, etc.
Pero, además, hacer de ese experimento una unidad contable, eso es otro nivel de ensayo-error.— Henkel Garcia U. (@HenkelGarcia) October 2, 2018
La legítima Asamblea Nacional de Venezuela, de mayoría opositora, declaró la ilegalidad del petro debido a que vulnera la Constitución. Lo mismo hicieron varios países de la región, quienes no consideran a esta moneda como válida.
Sin embargo, Maduro adelantó que remitirá a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), integrada solo por oficialistas y no reconocida por numerosos gobiernos, una ley que regulará el funcionamiento de todos los criptoactivos en el territorio nacional.
Para el economista venezolano Alezander Guerrero, el petro “es dinero paralelo”, y aseguró que para ello Maduro no necesita reformar la Constitución.
“El petro seguirá siendo un dinero desmaterializado y digitalizado, que con el toque de birlibirloque Maduro, como el Maravilloso Mago de Oz, hará creer que puede ser divisa. En realidad será otra MONEDA fiduciaria paralela al bolívar para pagos, en Suiza también hay una similar”, señaló.
Una criptomoneda controlada
En diciembre de 2017, Maduro presentó un plan para crear una moneda digital nacional conocida como El petro, la cual sería similar al Bitcoin, pero respaldada en petróleo y recursos minerales.
El vínculo entre el petro y los recursos naturales podría asemejarse al respaldo que el oro dio a la mayoría de las monedas internacionales hace un siglo.
Supuestamente la criptomoneda estatal estará respaldada por 5.342 millones de barriles de crudo, pero, como una incongruencia más, no se permitirá cambiar por los activos que supuestamente respaldan esta divisa.
Economistas y expertos en monedas virtuales le dan a esta criptomoneda bajas probabilidades de crecimiento, pues, a diferencia de monedas como el bitcoin, esta daría a la dictadura otra medida más de control, situación que va en contra de los conceptos más básicos de una moneda virtual exitosa.
Las criptomonedas son monedas virtuales que pueden ser intercambiadas y operadas como cualquier otra divisa tradicional; las más consolidadas no son emitidas por bancos centrales, sino que se crean de manera virtual mediante el registro compartido de transacciones. Ahí radica la diferencia con el petro, que será emitido y regulado por la dictadura venezolana.
El régimen, que tiene un control de precios, de cambio y una serie de leyes poco democráticas que regulan la economía del país, ahora quiere incursionar en las criptomonedas. Lo anterior, mientras el país suramericano enfrenta la peor crisis en su historia con la mayor inflación del mundo, los salarios más bajos de la región y una escasez de alimentos y medicamentos sin precedentes.
Con la creación de la criptomoneda, el régimen está violando la Constitución venezolana porque al estar respaldada con recursos del Estado, representa una emisión de una deuda pública y ameritaría la aprobación de la Asamblea Nacional.