El oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) arrasó una vez más en elecciones de concejales, en medio de una gran abstención, fraude electoral, y rechazo a Nicolás Maduro que supera el 80%. Solo dos de cada 10 venezolanos votaron.
Mientras el país suramericano enfrenta la hiperinflación más alta del mundo, los salarios más bajos de la región, y una escasez de alimentos y medicamentos única en su historia, 72,6 % decidió abstenerse de votar en los comicios para elegir 2.459 concejales con sus respectivos suplentes.
Los funcionarios a elegir son los más cercanos al ciudadano, los que resuelven los problemas de la cotidianidad, los encargados de tramitar las demandas de las comunidades en sus barrios, en sus calles, en los lugares donde habitan, los que representan los intereses de los ciudadanos. Sin embargo, es evidente que en Venezuela ya nada de eso importa porque nadie confía en el organismo electoral.
Las elecciones de concejos municipales, en las que el régimen #Maduro desacreditó a los partidos de oposición, fueron profundamente defectuosas. Apoyamos a los que están comprometidos con la democracia y hacemos un llamado al régimen a restablecerla en #Venezuela. https://t.co/snJczQalVM
— Embajada Virtual de los EE.UU., Venezuela (@usembassyve) December 10, 2018
Para Venezuela y el mundo no es una sorpresa que el chavismo haya obtenido la mayoría en estas elecciones debido al gran descontento y desconfianza que le tiene el pueblo de ese país al Consejo Nacional Electoral, sobre todo luego de presenciar en varias ocasiones cómo el régimen de Nicolás Maduro se roba elecciones.
En el país suramericano ya no quedan dudas de que no hay cabida ni para elecciones ni para democracia.
La chavista presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, anunció los resultados del proceso con un 72.6 % de abstención en una jornada caracterizada por la inhabilitación de partidos políticos y denuncias sobre chantajes y violaciones a la ley contra la corrupción.
Los resultados demuestran que no son elecciones democráticas y que los procesos comiciales en Venezuela se asemejan cada vez más a los cubanos, pues en un país realmente democrático ningún partido obtiene 91% de los votos; sobre todo cuando se trata de una nación de la cual han huído más de cuatro millones de ciudadanos.
Se trató de unos comicios ilegales, porque violaron la ley de regulación de períodos constitucionales ya que la misma prohíbe separar la elección de concejales de las de alcaldes, tal como lo ha hecho Nicolás Maduro para tratar de disminuir los fracasos de participación que se han registrado en las últimas elecciones.
Además para estas “elecciones”, el CNE inhabilitó la participación de los cuatro partidos principales de la oposición: Acción Democrática, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo y Voluntad Popular.
Pero esto no es todo, el régimen de Maduro también fue capaz de ofrecer desde perniles hasta bonos de tres euros para motivar la votación.
Asímismo, la asociación civil, Súmate, emitió un boletín de observación ciudadana sobre las Elecciones Municipales en las que se detectó la movilización de electores con bienes y recursos del Estado, además de gran cantidad de personas que hacían cola en los “puntos rojos” del chavismo para escanear el carnet de la patria.
En Venezuela ya no hay “elecciones”
Las últimas jornadas electorales en Venezuela han dejado en evidencia fraude y persecución política con la violación de todas las normas democráticas y de la Constitución.
Los principales partidos críticos con el chavismo, en su mayoría inhabilitados, rechazaron además estos comicios por carecer de garantías.
Así lo hicieron también en las presidenciales de mayo de 2018, provocando una abstención histórica de casi 54%.
Pero las elecciones en Venezuela ya no importan. En los tres últimos años, el régimen de Nicolás Maduro vació de contenido el acto comicial; pues ¿de qué sirve elegir si el gobierno desconoce el resultado, crea instituciones paralelas que asumen funciones y presupuestos para desconocer la voluntad popular? Hasta la elección de la federación de consejos universitarios fue desconocida.
Hay que recordar los recientes comicios que se llevaron a cabo en la Universidad de Carabobo, donde el chavismo perdió, pero utilizó al Tribunal Supremo de Justicia para adjudicarse la victoria.
También hay que hacer referencia al fraude que aplicó el chavismo para las elecciones presidenciales en Venezuela, donde Maduro se adjudicó la “victoria” en medio de una jornada eletoral llena de trampas para favorecer al chavismo.