El Gobierno de Vladímir Putin estaría buscando instalar una base militar en Venezuela como parte de un acuerdo al que llegó con el régimen dictatorial de Nicolás Maduro.
Según el Daily Mail y la agencia de noticias Tass, Rusia habría escogido la isla de La Orchila como una posible base para sus militares.
Se trata de una isla que funge como sede de un campamento militar. A esa isla solo tienen acceso el presidente de Venezuela, familiares y allegados, personal militar y altos oficiales gubernamentales. Está prohibido el sobrevuelo de la isla por aviones civiles y el turismo solo es posible con autorización militar.
“Rusia ahora estará desplegando el avión estratégico Tu-160 en la isla, luego de obtener el permiso del líder venezolano Nicolás Maduro”, reza la nota.
Según TASS, “el despliegue representará uno de los destinos semipermanentes más grandes de equipos militares rusos en la región desde la crisis de los misiles en Cuba en 1962, que marcó el apogeo de la Guerra Fría”.
Rusia tiene 21 instalaciones militares en 10 países extranjeros. Entre estas instalaciones hay divisiones de infantería motorizadas en Armenia y Tayikistán, bases de radares en Bielorrusia y Kazajistán, bases aéreas en Kirguistán, Siria y Armenia, y puertos marítimos en Vietnam y Siria.
Shamil Gareyev, experto militar y coronel ruso, dijo al periódico que es la idea correcta incluir a Venezuela en misiones de aviación de largo alcance. “Nuestros bombarderos estratégicos no solo no tendrán que regresar a Rusia cada vez, sino que también no realizarán reabastecimiento de combustible aéreo en una misión de patrulla en las Américas. Nuestros aviones Tu-160 llegan a su base en Venezuela, realizan vuelos, ejecutan sus misiones y luego se reemplazan de forma rotativa. Así es como debe hacerse”, detalló.
Por su parte, Emil Dabagyan, investigador del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Academia de Ciencias de Rusia, declaró a Kommersant que efectivamente Rusia está ayudando a Maduro a “mantenerse a flote”, pues quiere seguir beneficiándose de la explotación petrolera.
El diputado a la Asamblea Nacional, Édgar Zambrano, comentó en su cuenta en la red social Twitter que la pretendida base militar rusa es una “mala copia de rusos en Cuba”.
Rocío San Miguel, presidente de la ONG Control Ciudadano para la Seguridad, la Defensa y la Fuerza Armada Nacional, señaló a través de las redes sociales que “más allá de recordar que la Constitución de Venezuela lo prohíbe, Rusia podría tener interés, pero no la capacidad económica” para montar una base militar.
Sobre las especulaciones del interés de Rusia de instalar una Base Militar en La Orchila. Más allá de recordar que la Constitución de Venezuela lo prohíbe. Rusia podría tener interés, pero no la capacidad económica para hacerlo pic.twitter.com/7ALdDy135B
— Rocío San Miguel (@rociosanmiguel) December 18, 2018
No debe extrañar la presencia de militares rusos en Venezuela, sobre todo cuando recientemente Rusia envió aviones bombarderos al país suramericano como parte de “ejercicios militares”.
Hay que recordar también que el pasado 28 de septiembre Maduro anunció la movilización de tropas militares en la frontera venezolana con la cooperación de funcionarios de Rusia, China y Cuba.
Y es que a Putin no le conviene, bajo ninguna circunstancia, que Maduro abandone el poder, sobre todo luego de recibir gran parte de las riquezas venezolanas.
Hay que recordar las declaraciones del líder opositor ruso Alexéi Navalni, quien aseguró que Rusia financia al régimen de Maduro, y agregó que el Kremlin no recuperará los USD $8.800 millones concedidos en créditos a Caracas.
En 2017, el gigante petrolero estatal ruso Rosneft transfirió a Venezuela seis millardos de dólares por concepto de adelantos por suministros de petróleo venezolano. Y en diciembre de 2016 se descubrió que Maduro hipotecó en secreto la refinería Citgo a Rusia por un millonario préstamo.
Si Citgo o PDVSA incumplieran con el pago, la compañía estatal rusa Rosneft podría terminar siendo dueña de importantes refinerías de petróleo y oleoductos en Estados Unidos.