Uno de los principales financistas de Keiko Fujiori, confirmó el modus operandi con el cual Fuerza Popular aplicó aportes fantasmas para financiar al partido.
El empresario Juan Luna Frisancho, investigado por la Fiscalía de Lavado de Activos por presuntas donaciones ilegales, aceptó la existencia de irregularidades en el manejo de fondos.
Luna declaró que en el local de la calle Bucaré, Monterrico, desde donde Keiko Fujimori dirigió la campaña presidencial de Fuerza Popular, se le entregó 65 mil dólares en efectivo para que los depositara en las cuentas del partido como si se tratara de un aporte legítimo.
“Sí, he escuchado y he leído que un testigo protegido o colaborador eficaz ha dicho que a mí me entregó un sobre con 65 mil dólares en la oficina de la calle Bucaré, eso es cierto”, declaró desde Estados Unidos, donde reside.
“Como hombre de empresa, simplemente lo recibí, me fui y luego lo devolví. Me lo entregó la persona de tesorería de Fuerza Popular. No recuerdo exactamente si fue ella (Adriana Tarazona) o si entró o salió. Fue una mujer, no recuerdo si fue la señora Tarazona, imagine usted el shock. Uno está sentado y le dicen: Vaya usted a firmar algo y le vienen a usted con un sobre (con dinero)”, narró.
Luna precisó que lo que le pidieron fue que su empresa LVF Liberty Institute transfiera a la cuenta de la Fuerza Popular los 65 mil dólares que le habían dado, es decir, que simulara una aportación. Esto es la misma mecánica que ha puesto al descubierto la Fiscalía de Lavado de Activos.
Juan Luna es amigo y trabajó para la empresa de Jorge Yoshiyama Sasaki, el principal reclutador de aportantes falsos, como ha establecido la Fiscalía de Lavado de Activos.
El testimonio de Luna, no es el primero que confirma cómo Voluntad Popular, habría lavado activos. Hay que recordar que el sobrino de uno de los principales aliados de Keiko Fujimori confesó que su tío Jaime Yoshiyama buscó falsos aportantes para la campaña de la lideresa.
Se hunde Keiko Fujimori
Hay que recordar que la Justicia peruana decidió que Keiko Fujimori, lideresa del partido Fuerza Popular, cumpla con el pedido de 36 meses de prisión preventiva tras la investigación en su contra por presunto delito de lavado de activos.
Testimonios revelaron los aportes ilícitos que habría recibido el fujimorista partido Fuerza Popular; declaraciones que hundirían aún más a la tolda naranja y a gran parte de sus militantes.
El Ministerio Público de Perú cuenta con al menos ocho posibles “colaboradores eficaces” que han declarado ante el fiscal José Domingo Pérez, y que habrían ayudado a lavar, a través de aportes, el presunto dinero ilícito que recibió Fuerza 2011 para la campaña electoral de ese año. Parte del dinero, según la Fiscalía, sería el que entregó la empresa Odebrecht.
Los testimonios demostrarían la intención de querer darle apariencia legal a un dinero ilícito y también la metodología que habría usado el partido para dicho fin. La mayoría de estos aspirantes han asegurado que firmaron recibos en blanco para justificar los aportes.
Las investigaciones revelan que Fuerza Popular habría utilizado a trabajadores y personas sin recursos para lavar US$ 500 mil.
Fujimori “hasta el cuello” por caso Lava Jato
Las investigaciones revelan que Keiko Fujimori estaría “hasta el cuello” en el presunto lavado de activos en relación con el financiamiento ilícito a su partido.
El exsuperintendente de la empresa en Perú, Jorge Barata, señaló que Odebrecht aportó US$8,4 millones a campañas políticas en el país suramericano entre los años 2006 y 2014. Una revelación que prácticamente salpicó a toda la clase política peruana.
Barata confesó que Odebrecht aportó un total de US$1,2 millones a la candidatura de Fujimori en las elecciones de 2011.
El exsuperintendente de Odebrecht en Lima precisó que en un inicio aportó US$500.000 a la campaña fujimorista por intermedio de Jaime Yoshiyama Tanaka, entonces secretario general y jefe de campaña de Fuerza 2011, y Augusto Bedoya Cámere, exministro de Transportes durante la dictadura fujimorista y uno de los que habría financiado el viaje de Alberto Fujimori de Japón a Chile, en 2005.
Barata puntualizó que en ningún caso, salvo con Humala, entró en contacto o habló de los aportes con los candidatos. “No me comuniqué con Keiko Fujimori, todo se hizo a través de Yoshiyama y Bedoya”, aclaró.
Cabe destacar que a mediados del mes de noviembre el empresario brasileño Marcelo Odebrecht confirmó que su compañía sí financió, en el año 2011, la campaña presidencial de Fujimori.
Según él, su constructora solo ayudaba en las campañas de los candidatos presidenciales que tenían posibilidades de ganar, para que la empresa pudiese tener las puertas abiertas y así realizar nuevos proyectos en el país una vez llegara a la presidencia el candidato financiado.