La Asamblea Nacional de Venezuela aprobó por primera vez el estatuto que rige “la transición hacia la democracia” y que marca el camino para lograr el gobierno interino y la caída de Nicolás Maduro.
El documento, aprobado en sesión plenaria, cuenta con más de 40 artículos y establece la ruta para nombrar funcionarios que ocuparán instituciones del Estado venezolano dentro y fuera del país.
Entre los puntos más resaltantes está que el gobierno provisional podrá solicitar la ayuda de la comunidad internacional a los fines de restablecer la soberanía estatal en el territorio de la República de Venezuela, previa autorización de la AN. Lo que daría “luz verde” a una intervención extranjera que permita lograr la democracia del país.
Otro punto interesante del proyecto del estatuto de transición es que habilita al eventual gobierno provisional a solicitar la ayuda de la comunidad internacional, previa autorización de la AN, “a los fines de restablecer la soberanía estatal”.#Venezuela
— Mariano de Alba (@marianodealba) February 6, 2019
La herramienta, llamada Ley del Estatuto que rige la Transición a la Democracia y el Restablecimiento de la Constitución, establece que deberán ser convocadas elecciones antes de los doce meses de haber sido instalado el Gobierno de transición; asímismo señala que deberán ser renovados los poderes públicos, incluido el electoral, para hacer efectivo el llamado a comicios.
La ley faculta al Parlamento competencias para dictar leyes que permitan atender la emergencia humanitaria y que además promuevan el rescate de la economía del país.
El documento también fija los lineamientos para la integración de la Fuerza Armada Nacional.
Del mismo modo ratifica que la actual Asamblea Nacional permanecerá en funciones hasta el 4 de enero de 2021, y que los actos del Presidente encargado serán sometidos al control del Parlamento.
La Ley ratifica la legitimidad de los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia en el exilio y quienes efectuarán el trámite de legitimación y ratificación del resto.
Asímismo soluciona el tema de los 30 días para convocar elecciones y establece que, en caso de imposibilidad técnica para convocar elecciones libres y competitivas dentro de los 30 días continuos establecidos en el artículo 233 de la Constitución, la AN adoptará medidas necesarias para conformar un gobierno provisional de unidad nacional, que dará inicio a la segunda etapa de transición.
Mariano De Alba, internacionalista y especialista en Derecho Internacional señaló como un hecho curioso que el estatuto no establece que Juan Guaidó sería automáticamente el presidente del gobierno provisional; sino que la Asamblea Nacional podría ratificarlo como el presidente encargado para que conforme un gobierno provisional.
Todas las cartas están sobre la mesa
Ante la violación a derechos humanos y la usurpación de Poderes por parte de Maduro, todas las cartas están sobre la mesa, desde una negociación de “amnistía transicional” hasta una intervención militar extranjera; esto, debido a que el régimen dictatorial se ha convertido en una amenaza de seguridad para la región.
Y es que tras haberse robado las elecciones presidenciales en Venezuela, Maduro fue declarado usurpador; y ante ello, y como lo establece la Constitución, el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, asumió las competencias del Ejecutivo. Guaidó es el presidente (E) legítimo de Venezuela y ya es reconocido como tal por más de cincuenta países.
El mayor indicio de que a Maduro le queda poco usurpando la silla presidencial es la histórica determinación de Estados Unidos por acabar con la dictadura.
Hay que recordar las palabras de Donald Trump tras asumir la Presidencia de Estados Unidos, quien prometió que haría todo lo que esté en sus manos para que Venezuela “sea libre”.
Es Trump quien ha logrado unir a los países de la región y del mundo en una sola voz contra la dictadura en Venezuela. Fue él quien emitió sanciones que hasta hoy ahorcan financieramente a Maduro. Fue durante su Gobierno que Tareck El Aissami y Diosdado Cabello fueron calificados como narcotraficantes y terroristas.
En solo una semana, Trump no solo reconoció a Juan Guaidó como presidente (E) de Venezuela, sino que le bloqueó los accesos a las cuentas en el extranjero a Maduro y anunció una ayuda de USD $20 millones para ayuda humanitaria. A esto se suma la presión y el envío de fuerzas militares a Colombia.
Además de las fichas que ha movido Estados Unidos, se encuentra la determinación de los países vecinos de Venezuela, como Brasil y Colombia, para derrocar a Maduro. Ambas naciones acordaron trabajar y presionar para lograr la caída de la dictadura.
Queda esperar qué decisiones podría tomar la Asamblea Nacional de Venezuela a la hora de necesitar algún apoyo internacional para devolverle la democracia al país suramericano.