“Nicolás Maduro está ido”, así lo afirmó un funcionario del Alto Mando Militar al portal de noticias Konzapata.
“Nicolás Maduro está ido. Esto es cuestión de días. Lo sabe Maduro, y los saben los ministros que lo acompañan. Lo sabe Diosdado Cabello”, señaló la fuente al medio de comunicación digital.
“Ya ocurrió el quiebre en la Fuerza Armada. Ya se dio. Hay un divorcio entre lo que piensan y hacen los generales y el Alto Mando Militar, y lo que piensan y hacen y quieren hacer lo oficiales medios, los cuadros medios”, señaló.
El funcionario de alto rango señaló que los militares que piensan abandonar a Nicolás Maduro aún no se han pronunciado tras la falta de claridad de la ley de amnistía que protegería a militares que decidan respaldar a Juan Guaidó como presidente (E) de Venezuela.
Durante la entrevista, la fuente admitió que la oposición venezolana, hoy liderada por Guaidó, asumirá pronto el poder.
“Ningún oficial con mando y control de unidades se va a pronunciar porque va a aparecer ante los demás como si obedeciera a órdenes de Marco Rubio, John Bolton, Elliot Abrams o Donald Trump. Esto es así, y hay que tomarlo en cuenta. El discurso de Hugo Chávez, por años, abrió un boquete ideológico en la Fuerza Armada, y por ello es que el general Vladimir Padrino López y Maduro apelan a la condición chavista, bolivariana y antimperialista de la Fuerza Armada. Este es un punto que la oposición, en su política militar, debe tomar en cuenta una vez tome el poder”, señaló.
De acuerdo con el funcionario, el quiebre definitivo para la caída de Maduro se dará gracias a la gente en la calle que “determinará el desenlace”.
“Según se desarrollen los acontecimientos en los próximos días con el plan de la ayuda humanitaria que contempla la movilización de la gente a todos los cuarteles y comandos del país. La gente en la calle inclinará la balanza, determinará el desenlace”, agregó.
Durante la entrevista, la fuente militar aseguró que aunque Maduro quiera reprimir, los oficiales de rango medio no lo harán: “Los oficiales están conscientes de las consecuencias de la represión. Los ojos del mundo están enfocados en Venezuela. Los oficiales descartan ser responsables de muertes, violencia, heridos”, aseveró.
Como dato curioso, el funcionario reveló que ante una posible intervención militar, la Fuerza Armada de Venezuela conoce las carencias del Ejército y auguran una “derrota segura”.
“Mientras los generales plantean resistir, los coroneles, los comandantes, que son los que manejan en el terreno la maquinaria militar, saben de las deficiencias y las carencias reales de la logística y el aparato armado. Inclusive las carencias de tropa. Y esto significa ir a una derrota segura”, señaló.
Y es que la dictadura en Venezuela está al borde de ser derrocada. Por primera vez en 20 años existen fuertes indicios de que se acabará la “pesadilla” causada por la revolución chavista creada por Hugo Chávéz gracias a una cohesión nacional e internacional que tiene a Nicolás Maduro contra la pared.
Tras haberse robado las elecciones presidenciales en Venezuela, Maduro fue declarado usurpador; y ante ello, y como lo establece la Constitución, el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, asumió las competencias del Ejecutivo. Guaidó es el presidente(E) legítimo de Venezuela y ya es reconocido como tal por más de cincuenta países.
El mayor indicio de que a Maduro le queda poco usurpando la silla presidencial es la histórica determinación de Estados Unidos por acabar con la dictadura.
Hay que recordar las palabras de Donald Trump tras asumir la Presidencia de Estados Unidos, quien prometió que haría todo lo que esté en sus manos para que Venezuela “sea libre”.
Es Trump quien ha logrado unir a los países de la región y del mundo en una sola voz contra la dictadura en Venezuela. Fue él quien emitió sanciones que hasta hoy ahorcan financieramente a Maduro. Fue durante su Gobierno que Tareck El Aissami y Diosdado Cabello fueron calificados como narcotraficantes y terroristas.
En solo una semana, Trump no solo reconoció a Juan Guaidó como presidente (E) de Venezuela, sino que le bloqueó los accesos a las cuentas en el extranjero a Maduro y anunció USD $20 millones para ayuda humanitaria. A esto se suma la presión y el envío de fuerzas militares a Colombia.
Además de las fichas que ha movido Estados Unidos, se encuentra la determinación de los países vecinos de Venezuela, como Brasil y Colombia, para derrocar a Maduro. Ambas naciones acordaron trabajar y presionar para lograr la caída de la dictadura.
A esto se suma el ingreso de la ayuda humanitaria a Venezuela establecido por el presidente Guaidó, quien señaló que “sí o sí” entrarán los alimentos y medicamentos; una situación que pondrá contra la “espada y la pared” a los militares venezolanos que deberán tomar una decisión: o abandonan a Nicolás Maduro y permiten la entrada de la ayuda, o serán sancionados por Estados Unidos y la comunidad internacional; además del riesgo de que exista una intervención extranjera.
De hecho, Juan Guaidó, aseguró que una “intervención militar sería legal para proteger la ayuda humanitaria”.
“Si fuera requerida una fuerza internacional para restituir el orden constitucional, y proteger la vida de nuestros ciudadanos, existe la atribución legislativa taxativa de aprobar una acción así por parte de la Asamblea Nacional (Artículo 187 de la Constitución de la República de Venezuela)”, señaló el presidente en una entrevista para el diario El País de Uruguay.
“La doctrina Responsabilidad para Proteger adoptada por la ONU es clara, y otorga a todos los países la responsabilidad de actuar en protección de la vida humana en cualquier territorio, en el escenario que sean previsibles pérdidas humanas considerables. Queda de parte de la comunidad internacional, y de actores como Colombia, Brasil y EE. UU. definir si en el escenario de que se prolongue la crisis y la ayuda humanitaria resulte inefectiva o insuficiente, adoptarán una posición de tolerancia ante estos hechos”, sentenció.