
La llegada de la ayuda humanitaria en Venezuela por parte de la Cruz Roja Internacional fue un show que quedó en manos del régimen de Nicolás Maduro. Solo llegó un cargamento, mucha de la ayuda se revendió y además se necesitó la aprobación de la dictadura para lograr su distribución.
A pesar de que la Cruz Roja exigió que “no se politizara” el ingreso y entrega de los medicamentos y alimentos; reconoció que depende de la autorización del régimen y de que el Ministerio de Salud les asigne los centros que serán beneficiados.
Mario Villarroel, presidente de la organización internacional justificó no haber entregado la totalidad de la ayuda humanitaria porque tiene que esperar la aprobación de Nicolás Maduro para distribuirla.
“Tenemos autonomía para llevar la ayuda a nuestros hospitales de la Cruz Roja, pero debemos tener autorización del gobierno para poder entregarla”, precisó.
Las declaraciones de Villarroel revelan entonces que el régimen una vez más impide que los venezolanos puedan acceder a la ayuda; esto, mientras más de 3 000 pacientes corren riesgo de muerte.
La Cruz Roja reconoció además que la ayuda humanitaria será insuficiente para eliminar el problema de la salud en Venezuela y aseveró que es “imposible atender las necesidades de todos los hospitales del país”.
El médico cirujano, Carlos Eduardo Prosperi, indicó que La Cruz Roja había decidido que la ayuda humanitaria iba a ser distribuida en el hospital J. M. de los Ríos y el Hospital Clínico Universitario (HCU), donde acuden la mayor cantidad de pacientes vulnerables; sin embargo, “en reunión con el Ministro de Salud, Carlos Alvarado, decidieron que la iban a distribuir a otros hospitales”.
“El ministro de salud, Carlos Alvarado, le exigió a la Cruz Roja, que distribuyera estos insumos en los hospitales: Pérez de León II de Petare, Hospital Periférico de Catia, Hospital barquero de Guatire y el Hospital de la Cruz Roja en San Bernardino”, explicó Prosperi.
Se desconoce qué intenciones políticas tiene el régimen de Maduro para desviar la ayuda humanitaria a dichos hospitales de su preferencia; centros de salud que, por cierto, están ubicados en zonas populares de mayor respaldo chavista.
Francisco Valencia, activista de derechos humanos, director de la ONG Codevida y Fundador de Amigos Trasplantados de Venezuela, denunció que las declaraciones del presidente de la Cruz Roja venezolana demuestran que el régimen sigue sin permitir la cooperación internacional, que la organización no trabaja con principios de neutralidad y que mientras esto suceda seguirán los daños irreparables en la población.
Valencia aseveró que “al régimen no le importa la vida de los venezolanos, juega con el sufrimiento y la necesidad de un país”.
#ONU: 1/4 de la población venezolana necesita #AyudaHumanitaria urgente
🔴 En dos años han cerrado 400 farmacias
🔴 Indices de #MortalidadInfantil y #malaria comparables a 1960
🔴 El sueldo promedio de un médico es de 6 dólares al mes
🔴 No hay insulinaDr. @juliocastrom🇻🇪(poc) pic.twitter.com/eR1uLuN94M
— DW Español (@dw_espanol) June 4, 2019
De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas, un cuarto de la población venezolana necesita ayuda humanitaria urgente. Un estudio revela que en solo dos años han cerrado 400 farmacias en el país; y que los índices de mortalidad infantil son comparables al año 1960.
Valencia señaló que la ayuda enviada hace más de un mes solo alcanza para 150 mil personas y que, por su parte, la ONU cifra en más de siete millones los necesitados.
Por su parte, Codevida calcula no menos de 18.7 millones de personas que tienen “serias dificultades de acceder a los servicios, medicamentos y cirugías necesarias”.
“A mí lo que me preocupa es que haya sido un engaño del régimen para hacer creer que atiende la crisis”, sentenció.
El mercado negro de la ayuda humanitaria
El pasado 23 de abril se conoció que tras una semana de haber ingresado la ayuda humanitaria de la Cruz Roja a Venezuela, parte de los insumos que fueron donados se revendieron en las calles de Caracas.
ONGs del sector salud denunciaron que las donaciones que debían ser destinadas a hospitales y comunidades vulnerables, fueron desviadas cayendo en manos inescrupulosas por falta de contraloría.
No es de sorprender lo sucedido con los insumos de la Cruz Roja, pues ya en PanAm Post se había advertido que esto podía suceder; sobre todo, luego de que el régimen de Nicolás Maduro asegurara que el Ministerio de Salud se encargaría de la distribución.
De hecho, la misma Cruz Roja, que había insistido en que la ayuda humanitaria no debía politizarse, envió a una comisión que protestaba por la mejor distribución de insumos, a que reclamen al Ministerio de Salud.
Ya la eurodiputada Beatriz Becerra había advertido que el régimen de Maduro que se ha encargado de “administrar el hambre y la desesperación en su provecho”, también aplicaría lo mismo con la ayuda humanitaria “para comprar voluntades”.
Del mismo modo, la abogada Rocío San Miguel, defensora de derechos humanos, señaló a través de su cuenta en Twitter que existía la posibilidad de que la dictadura incumpliera los acuerdos.
Se filtran fotos de hospitales y el régimen castiga a los pacientes
Cada vez que a través de los medios de comunicación o de las redes sociales se filtran fotografías sobre la realidad de la crisis humanitaria en Venezuela, la dictadura de Nicolás Maduro castiga a los pacientes impidiéndoles acceder a diferentes ayudas.
Susana Raffalli, defensora de derechos humanos, especialista en acción humanitaria independiente, nutrición y seguridad alimentaria denunció que el régimen bloqueó el acceso de fundaciones a dos hospitales luego de la divulgación de fotos.
Esta semana son noticia 2 hospitales que bloquearon el acceso a fundaciones: atropello al derecho a la asistencia, y también una alerta. La divulgación de fotos de los que sufren son ineficientes aún en países libres, pero en contextos de opresión, son realmente contraproducentes
— susana raffalli a (@susanaraffalli) June 1, 2019