Cambió el discurso del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en relación con Venezuela. Pasó de hablar de una posible intervención militar a pedir paciencia para salir del régimen de Nicolás Maduro.
Aunque Estados Unidos había mantenido un duro discurso contra la dictadura, y hasta hace poco había amenazado con “graves consecuencias” ante las detenciones de diputados de la oposición, ahora parece que desistió de una salida militar.
Este viernes 18 de junio, Trump pidió paciencia ante la situación de Venezuela al asegurar que ese tipo de transiciones “llevan tiempo”. Lo mismo hizo el jefe del Comando Sur, el almirante Craig Faller, quien considera que la crisis en Venezuela se encuentra “estancada” y que, desde un punto de vista militar, la situación requiere de una “cierta paciencia estratégica”.
Responsable Comando Sur de #EEUU: “Gracias a los informes del ejército, tenemos una visión muy realista de la complejidad de este escenario que me lleva a pensar que requiere de cierta paciencia estratégica”.#Venezuela
— Mariano de Alba (@marianodealba) June 28, 2019
En las últimas semanas, la Casa Blanca ha moderado su discurso contra Maduro, aunque fuentes oficiales consultadas por la agencia de noticias Efe aseguran que los esfuerzos para presionar al chavismo continúan, tal como lo demostró el Departamento del Tesoro al sancionar a Nicolás Ernesto Maduro Guerra, hijo del dictador venezolano.
Cronología: ya no existe ese duro y atemorizante discurso
Una vez que Juan Guaidó asumió la Presidencia (e) de Venezuela, el Gobierno de Estados Unidos fue el primero en manifestar su respaldo irrestricto a la democracia. A tal punto que aseguró que “todas las opciones” estaban sobre la mesa en alusión a una posible intervención militar.
El 23 de febrero el mundo fue testigo de cómo se hacía inminente una cooperación internacional con ayuda militar para salir de la dictadura, pues se evidenció cómo por medio de la represión, que dejó manifestantes heridos y asesinados, el régimen de Maduro impidió el ingreso de alimentos y medicamentos a ese país.
Con el paso de los días, las piezas se alinearon, aumentaron las reuniones y las sanciones; la intervención militar parecía inminente. Sin embargo fue el pasado 4 de abril cuando unas declaraciones de Elliott Abrams prendieron las alarmas y parecía que el discurso de Estados Unidos se desinflaría.
El enviado de Estados Unidos para Venezuela dijo: “No creo que Europa, América Latina, Canadá y Estados Unidos estemos pensando, en este momento, en una reacción militar”. Ese día Trump abortó la disuasión y acabó con la esperanza de una posible intervención.
Parece que ya no hay amenaza creíble y el régimen asedia contra la oposición venezolana. De hecho, recientemente el régimen envió a hombres armados a atacar al equipo que acompañaba al presidente Juan Guaidó, con el paso de los días Maduro parece incrédulo, pues siente que sus acciones ya no tendrán consecuencias.
#ENVIDEO #URGENTE Tipos con armas largas intentan llevarse a miembros del equipo de @jguaido a la fuerza en plena autopista.
El Presidente Interino decidió bajarse del vehículo para enfrentarlos y los tipos desistieron. pic.twitter.com/j2y9NNEXOU— Carla Angola TV (@carlaangola) June 26, 2019
30 de abril, el punto de quiebre
El pasado 30 de abril se llevó a cabo el fallido levantamiento cívico-militar contra el régimen de Maduro. Ese día el general Vladimir Padrino López y el presidente del chavista e ilegítimo Tribunal Supremo, Maikel Moreno, iban a traicionar al dictador y manifestar su respaldo al presidente Guaidó.
Estados Unidos estaba al tanto de las negociaciones y tenía sus esperanzas puestas en que se llevara a cabo dicho levantamiento para garantizar una salida pacífica y sin intervención. Pero las cosas no salieron como se esperaban. Finalmente Padrino López y Moreno desistieron y prefirieron aferrarse al poder. Ese día se dieron cuenta de que la dictadura no saldrá por las buenas bajo ninguna circunstancia.
Las circunstancias se revirtieron en mayo, cuando el mundo conoció que el presidente interino iniciaba negociaciones con la dictadura de Maduro desde Noruega. Ni Estados Unidos, ni los aliados de Guaidó estaban enterados de lo que sucedía en Oslo, razón por la cual decidieron bajar el tono contra Maduro.
Intervención internacional: lo que necesita Venezuela
Los países del mundo fueron testigos de que el régimen de Maduro no está dispuesto a ceder, y presenció cómo de manera cruel no solo asesinó a voluntarios inocentes que resguardaban la ayuda humanitaria, sino que además incendió camiones que llevaban alimentos y medicamentos.
Los gobiernos democráticos reconocen a Guaidó como presidente de Venezuela, pero ninguno está de acuerdo con una intervención militar; esto a pesar de que la doctrina Responsabilidad para Proteger y las leyes venezolanas lo exigen.
En Venezuela, el artículo 187 de la Constitución en su numeral 11, establece que “corresponde a la Asamblea Nacional: autorizar el empleo de misiones militares venezolanas en el exterior o extranjeras en el país”.
Venezuela clama por una intervención militar, pide ayuda al mundo para poder salir de la dictadura; es el régimen el que tiene las armas, los inocentes mueren por exigir sus derechos y por la escasez de alimentos y medicamentos. Entre tanto, el mundo se apega solo a sanciones y a comunicados que quedan en papel.
“Es hora de invocar una intervención humanitaria y R2P (Responsabilidad de proteger) aprobado en la ONU. Es hora de activar el artículo 187 de la Constitución de Venezuela”, dijo el expreso político y líder venezolano en el exilio, Antonio Ledezma.
“Los venezolanos ya hemos cumplido con el mundo y con las normas, ahora toca cumplir con los venezolanos y está claro que solo será a la fuerza”, dijo a PanAm Post, Diego Arria expresidente del Consejo Seguridad de la ONU.
¿Qué mas necesita la comunidad internacional para darse cuenta de que en Venezuela se agotaron las opciones democráticas?