El Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó a la Dirección de Contrainteligencia Militar (DGCIM) de Venezuela, fiel el régimen de Nicolás Maduro, tras el asesinato del capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo, quien fue torturado hasta morir.
Al ser incluidos en la lista de la Oficina de Centro de Activos Extranjeros (OFAC), las propiedades que posea el personal directivo de la DGCIM en Estados Unidos son confiscadas, las cuentas bancarias congeladas, así como las visas serán suspendidas para entrar en territorio estadounidense. Toda relación comercial con personas o empresas del DGCIM estarán prohibidas en EE. UU.
Hasta el momento, el Gobierno de Estados Unidos ha sido el único en reaccionar con sanciones ante el cruel asesinato que perpetró la dictadura contra el capitán disidente. “El arresto por motivos políticos y la muerte trágica del capitán Rafael Acosta fue injustificado e inaceptable”, dijo el secretario del Tesoro Steven Mnuchin.
“El Departamento del Tesoro se ha comprometido a poner fin al tratamiento inhumano del exrégimen de Maduro contra los opositores políticos, los civiles inocentes y los miembros de las fuerzas armadas en un esfuerzo por suprimir la disidencia”, agregó.
El pasado 21 de junio, la DGCIM detuvo al capitán de la Armada Rafael Acosta Arévalo alegando que estaba involucrado en un complot para asesinar a Maduro.
Cuando Acosta fue visto por primera vez públicamente en su audiencia siete días después, mostró signos de abuso físico. Acosta murió el 29 de junio y, aunque dos funcionarios de la DGCIM fueron acusados de homicidio en relación con la muerte del militar, “esta es solo la muestra más reciente de brutalidad llevada a cabo por una agencia notoria por sus métodos violentos”, expresa el Departamento de Estado.
Violación a los derechos post mortem
Luego de 12 días del asesinato del capitán Acosta Arévalo, la dictadura de Maduro se negó a entregarle el cuerpo a su familia tras las fuertes evidencias que demuestran que fue torturado por los cuerpos de Seguridad del Estado. El capitán fue sepultado por la dictadura sin autorización alguna.
Una furgoneta custodiada por fuerzas de seguridad trasladaron el cuerpo de Acosta al cementerio donde fue sepultado sin la presencia de los familiares. Durante el entierro se cerraron los accesos al campo santo, familiares y amigos permanecieron a las puertas del Cementerio sin poder despedirlo. Solo pudieron ingresar al lugar una vez su cuerpo ya había sido puesto bajo tierra.
Como si no fuera suficiente, este jueves 11 de julio funcionarios de la dictadura allanaron la residencia de los suegros del capitán Acosta Arévalo. La información fue difundida a través de Twitter por el abogado Alonso Medina Roa. Esta acción sería una forma de silenciar a la esposa del capitán, debido a que ella ha denunciado públicamente las constantes ilegalidades cometidas por el régimen con el cuerpo del capitán.