Para comprar aviones de guerra y armamento militar el régimen de Nicolás Maduro se endeudó con Rusia y le pidió, entre otras cosas, un préstamo de unos USD$ 10 billones que aún no ha podido pagar por completo.
Con el paso del tiempo la dictadura en Venezuela se ha venido blindando ante cualquier “ataque militar”, ha adquirido aviones de guerra, tanques, armas de alto calibre y equipos de inteligencia; sin embargo la escasez de dinero en efectivo, los bajos precios del crudo y la falta de producción petrolera le ha impedido saldar sus deudas y mantener todo el equipamiento militar con excelente mantenimiento.
Una investigación realizada por Sébastien Roblin quien tiene una maestría en resolución de conflictos de la Universidad de Georgetown y se desempeñó como instructor universitario para el Cuerpo de Paz en China, revela cómo Venezuela se encuentra “hasta el cuello” en deudas militares con Rusia y China.
“Entre 2006 y 2014, los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro compraron miles de millones de dólares en armas a Moscú. Pero incluso cuando la economía de exportación de petróleo de Venezuela estaba teniendo un desempeño relativamente bueno, Caracas solo podía pagar las compras sacando tres préstamos entre 2009-2014 por un total de USD $10 mil millones, también otorgados por Moscú. Este acuerdo ha dejado a ambas partes en un agujero: dado que los precios del petróleo se desplomaron en 2014, Venezuela simplemente no ha podido hacer sus pagos”, señala la investigación de Roblin, publicada en The National Interest.
El Wall Street Journal informó que las empresas estatales rusas de Rostec y Rosoboronexport habían desplegado hasta uno o dos mil técnicos para ayudar a mantener las armas importadas y capacitar al personal venezolano sobre cómo operarlas. Pero como los pagos de Caracas se han agotado, todos menos unas pocas docenas de contratistas fueron retirados en junio de 2019.
Ante esta millonaria deuda, si se derrocara el gobierno de Maduro, Moscú perdería un aliado útil en la región y enfrentaría incertidumbre sobre si el dinero que prestó sería reembolsado por un nuevo Gobierno en Venezuela.
Sin embargo la oposición venezolana, encabezada por el presidente (e) Juan Guaidó ha dejado claro que de llegar al poder, todas las deudas con Rusia y China serán tratadas a través del Club de París.
Entre tanto según el economista Alexander Guerrero, la deuda de Venezuela con Rusia se reestructuró hace 1 año, con pago de USD$ 666 Millones en oro monetario, mientras que la deuda con China se paga día a día con envíos de petróleo a China.
1. Deuda de Venezuela con Rusia se reestructuró hace 1 año, con pago de $ 666 Millones en oro monetario que se habia pignorado a un banco Ruso-Venezolano y activos de PDVSA y el Estado, La deuda con China, -casi un cuento chino- se paga dia a dia con envios de petroleo a China
— Alexander Guerrero (@AlexGuerreroE) July 21, 2019
Rusia ha sido crucial para que Maduro se mantenga en el poder
El principal vínculo que la dictadura en Venezuela mantiene con Rusia, es la deuda millonaria que el país suramericano tiene que pagarle.
La petrolera estatal rusa Rosneft ha sido clave porque Venezuela le debe mucho dinero; de acuerdo con el estadounidense Elliott Abrams, representante especial para Venezuela, el año pasado la deuda del país suramericano era de 8.000 millones de dólares.
“Cuando sancionamos a Pdvsa [la petrolera pública venezolana] lo primero que hizo Venezuela fue acudir a Rosneft para que les ayudara a vender el petróleo que antes comprábamos aquí en EE. UU. Y Rosneft lo ha hecho, y está claro que lo hace porque Putin se lo ordena”, sentenció Abrams.
En junio el régimen chavista le regaló dos yacimientos de gas a Rusia, otorgándole el 100 % del proyecto y todos los derechos del gas explotado. Además Rosnef participa como socio minoritario en varios proyectos conjuntos de producción de petróleo en Venezuela.
A Putin no le conviene, bajo ninguna circunstancia, que Maduro abandone el poder, en parte, debido a las riquezas venezolanas, queda esperar cómo negociará la oposición venezolana con Rusia, sobre todo luego de que ambos admitieran que se “mantienen en contacto”.