China continúa con su plan de rescatar a Nicolás Maduro ante las sanciones internacionales, y se comprometió con el régimen para apuntalar la red de refinación abandonada por el régimen de Venezuela.
A solo horas de que el Gobierno de Estados Unidos emitiera nuevas sanciones contra la dictadura y contra las empresas que sostienen al régimen, también se conoció que una compañía china ayudará a Maduro a rescatar las refinerías venezolanas a cambio de productos derivados del petróleo.
De acuerdo con Bloomberg, Wison Engineering Services Co. será la compañía de ingeniería y construcción química ubicada en Shanghai la que intentará salvar al régimen. Según la agencia de noticias, el acuerdo se logró hace un mes. Sin embargo, la compañía china no ha completado un contrato que ganó en 2012 para revisar la refinería de Puerto la Cruz.
Ahora la empresa china se encontrará en el “ojo” de las sanciones de Estados Unidos por acordar el rescate económico de Venezuela a través de las refinerías que han sido abandonadas por el régimen y que operan a su mínima capacidad.
A inicios de esta semana Estados Unidos emitió un embargo parcial sobre el régimen de Maduro para limitar sus ingresos. La intención es que las empresas estadounidenses o extranjeras se abstengan de hacer negocios con Venezuela. De hacerlo, serán sancionadas.
Este jueves 8 de agosto el Gobierno chino expresó su rechazo a las sanciones de Donald Trump, lo calificó como un “terror psicológico contra países que deciden relacionarse con Venezuela”, y dijo que se trata de una “grave interferencia” y “una violación de los principios fundamentales de las relaciones internacionales”.
Según una fuente de Bloomberg, se espera que las reparaciones de la compañía china duren entre seis meses y un año. Hay que recordar que la producción petrolera del país suramericano se encuentra en sus niveles más bajos, al punto que ha estado importando gasolina rusa a través de Malta.
Las refinerías venezolanas han estado en declive gradual debido al robo, mantenimiento inadecuado y una fuga de cerebros de personal calificado. En los últimos años, Pdvsa ni siquiera ha podido satisfacer la demanda interna de gasolina que históricamente ha sido de unos 250 000 barriles diarios.
Entre tanto, China y Rusia tienen interés en evitar el colapso total de la industria petrolera de Venezuela porque es la única forma de recuperar decenas de miles de millones de dólares en préstamos e inversiones que han realizado en la última década a los regímenes de Hugo Chávez y de Nicolás Maduro.
No es la primera vez que China rescata a Maduro. En julio de 2018 el régimen logró que China le concediera un crédito por 5 000 millones de dólares para, supuestamente, “rescatar la producción petrolera en Venezuela”. Algo que nunca ocurrió.
Hasta el momento se desconoce qué sucedió con ese crédito y cómo fue «invertido». Sin embargo, se trató de una especie de “salvavidas” para Maduro, quien bajo su gestión logró reducir la producción y exportación de crudo a mínimos históricos.
China se ha convertido en el principal socio financiero de Venezuela, concediendo préstamos por más de 60 000 millones de dólares en los últimos diez años. Venezuela paga esos créditos con envíos de crudo.
Un círculo vicioso
En noviembre de 2016 se conoció que Maduro firmó un acuerdo con China para aumentar las exportaciones de crudo. El Gobierno de Venezuela y la Corporación Nacional de Petróleo de China (CNPC) acordaron un plan de inversión por 2 200 millones de dólares que supuestamente permitirían elevar la producción petrolera en 277 000 barriles más por día.
También se desconoce qué sucedió con el dinero recibido, ya que actualmente Venezuela produce solo 720 000 barriles diarios, la cifra mínima a la que ha llegado en toda su historia petrolera.
En varias oportunidades el país asiático ha amenazado con dejar de ayudar a Venezuela ante el incumplimiento de los acuerdos binacionales. De hecho, en mayo de 2018 a Venezuela se le había vencido el período de gracia que China le había otorgado para que pagara la descomunal deuda de más de 20 000 millones de dólares. En esa oportunidad, la potencia asiática dejó claro que no ofrecería ningún alivio a Maduro si no empezaba a pagar lo adeudado. Sin embargo, en julio de ese mismo año le concedió otro crédito.
China y Rusia al borde de un bloqueo financiero
El Gobierno de Estados Unidos evalúa sancionar a los principales aliados de Maduro por su constante respaldo a la dictadura chavista. De hecho, la última orden ejecutiva firmada por Trump establece que cualquier empresa que mantenga relaciones comerciales con el régimen será sancionada. Con las nuevas medidas, Estados Unidos busca dar un aviso a Rusia y a China, aliados de Maduro.
En concreto, la orden autoriza al secretario del Tesoro, en consulta con el titular de Exteriores, a “imponer sanciones a aquellas personas que dan apoyo a Nicolás Maduro y a su régimen ilegítimo”, detalló en un comunicado la Casa Blanca.
De manera contundente, en la reunión de Lima, John Bolton, consejero de Seguridad Nacional de la administración Trump, le pidió a Pekín y a Moscú retirar su apoyo a Maduro, y les dijo que si lo siguen respaldando es posible que nunca puedan recuperar el dinero que le están prestando, debido a que el Ejecutivo en Venezuela ha visto menguados sus ingresos sustancialmente.