El régimen de Nicolás Maduro recibió un nuevo golpe financiero desde Turquía, pues se conoció que el Ziraat Bank, el mayor banco de ese país, decidió cerrarle las puertas a Venezuela para evitar sanciones estadounidenses.
De acuerdo con Bloomberg, la entidad financiera dejó de ofrecer sus servicios al Banco Central de Venezuela (BCV). Lo que es un fuerte golpe para el chavismo, pues Turquía ha sido uno de los países que ha respaldado al régimen de Maduro.
El banco estatal, con sede en Ankara, confirmó el cierre de la cuenta del BCV, y ahora este no podrá realizar pagos a contratistas, mover dinero, ni importar productos en liras turcas.
“La decisión de Ziraat fue una sorpresa para el personal del Banco Central de Venezuela, ya que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha expresado reiteradamente su apoyo al presidente Nicolás Maduro y visitó el país en diciembre”, señala Bloomberg.
La reacción del banco turco podría deberse a las más recientes sanciones implementadas por EE. UU., que penalizarán a las empresas que mantengan negocios con Venezuela. Una medida del Gobierno de Donald Trump para recortar el financiamiento de la dictadura liderada por Maduro.
El sistema de corresponsalía bancaria es utilizado por países, empresas y consumidores para enviar billones de dólares en pagos en todo el mundo. Ante el temor de que continúen las sanciones, la dictadura de Venezuela ha considerado la posibilidad de cambiar a un sistema de mensajería de pagos internacionales operado por Rusia como una alternativa al SWIFT, lo que le permitiría acceder a parte del dinero que necesita para mantenerse a flote.
Maduro se ha refugiado económicamente en Turquía
El régimen de Maduro trasladó la refinación de oro de Suiza a Turquía para evitar el riesgo de incautación de activos venezolanos tras posibles sanciones estadounidenses. En este contexto, Venezuela exportó 23,62 toneladas de oro por un valor de 900 millones de dólares a Turquía en los primeros nueve meses de 2018. Sin embargo, esto no se encuentra en los registros oficiales turcos.
Maduro invitó a Turquía a invertir en la explotación de una vasta reserva minera conocida como el Arco del Orinoco, con yacimientos de oro, diamante y coltán, entre otros. Una acción con la que hipoteca aún más las riquezas venezolanas.
Turquía abrió una sucursal de una asociación de negocios en Caracas, en febrero de 2018. Se trata de MUSIAD Venezuela (Asociación de Industriales y Empresas Independientes de Venezuela), que tiene como objetivo convertirse en un “puente” entre el país suramericano y las empresas turcas.
El director de MUSIAD, Hayri Kucukyavuz, un empresario turco que vive y trabaja en Caracas desde hace 24 años, le dijo a BBC Turquía que “Aquí, el Gobierno le dice a las empresas turcas: ‘Te doy la mina de oro, crea las instalaciones, el 70 % de la mina será tuya y el 30 % del Estado’. Hay varias compañías para hacer estos acuerdos aquí”.
A esto se suma que recientemente se conoció que a falta de la producción petrolera en Venezuela, el régimen de Maduro habría encontrado otra manera de “autofinanciarse” para mantenerse en el poder, pues estaría exportando oro ilegal a Turquía.
Las acciones y acuerdos internacionales de Maduro dejan en evidencia que ha entregado parte de la economía del país a Rusia, China y Turquía, todo con la intención de mantenerse en el poder. Sin embargo, tras el cierre de la cuenta del BCV, al régimen se le van agotando las fuentes de las cuales obtiene el dinero necesario para mantenerse en pie.