El “salvavidas” que ofrece Rusia a Nicolás Maduro podría convertirse en el mayor impulso para un conflicto con Estados Unidos.
El Gobierno de Vladimir Putin no solo ha reforzado sus relaciones con el régimen de Venezuela; sino que además no ha escatimado en ofrecer respaldo en asesoría militar y facilitar transacciones para que la dictadura tenga acceso a dinero en efectivo.
Según la revista estadounidense Foreign Policy, Vladimir Putin se prepara para una disputa con el mandatario estadounidense Donald Trump, pues estaría “desempeñando un papel de liderazgo para mantener a flote al dictador Nicolás Maduro”.
La revista sobre política internacional y temas globales explicó cómo Rosneft, la estatal petrolera rusa, se ha convertido en el principal comerciante de petróleo venezolano; y asegura que Trump debe repensar su estrategia para forzar la salida de Maduro.
Rusia y Venezuela están más unidas que nunca. Es una verdadera cooperación estratégica, con 264 acuerdos en múltiples áreas que buscan el desarrollo compartido y la sincera hermandad entre nuestros pueblos. pic.twitter.com/Yl7EzkRP0l
— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) October 6, 2019
Para obtener dinero en efectivo, Nicolás Maduro, estaría usando a la estatal rusa Rosneft para canalizar el flujo de efectivo de las ventas de petróleo a través de Rosneft. Al parecer PDVSA comenzó a pasarle las facturas de sus ventas de petróleo.
El esquema descubierto por Reuters revela que la petrolera rusa “paga a PDVSA inmediatamente con un descuento sobre el precio de venta, y cobra el monto total más tarde al comprador”.
Explica que PDVSA ha pedido a sus principales compradores como Reliance Industries Ltd de India, que pague a Rosneft por el petróleo venezolano. “Han realizado pagos a compañías rusas y chinas por el petróleo venezolano”.
Según Foreign Policy, “mientras que la compañía manejó el 40% de las exportaciones de petróleo de PDVSA en julio, en agosto manejaba el 66%”.
Y es que tras las sanciones impuestas por Estados Unidos, el régimen de Nicolás Maduro decidió mudar una oficina de PDVSA a la capital rusa Moscú, para facilitar los pagos a la estatal rusa.
Según la publicación “los movimientos recientes indican que Putin está considerando una intervención aún más profunda en Venezuela, tanto militar como financiera”.
“Aunque las sanciones sectoriales de los Estados Unidos han logrado aumentar los costos operativos para Maduro y sus compinches, no han logrado congelar las actividades del régimen, ni han logrado disuadir a potencias externas como Rusia de prestar una mano al gobierno de Maduro”, señala.
El jefe del comando Sur de Estados Unidos, Craig Faller, denunció recientemente que tropas rusas estarían en guarniciones militares de Venezuela y que además estarían buscando activar la planta de armas rusas AK-47.
El pasado mes de julio se conoció que el Gobierno de Estados Unidos evalúaba sancionar a Rusia por su constante respaldo a la dictadura chavista liderada por Nicolás Maduro. Elliott Abrams, representante especial estadounidense, no descartó que su país tome medidas contra Moscú.
Sin embargo a pesar de que tanto Estados Unidos como América Latina conocen la influencia de Rusia y China en Venezuela; ninguno se atreve a tomar decisiones y medidas firmes para presionar la caída de la dictadura.
“Hay cientos de contratistas y fuerzas rusas en Venezuela ahora mismo”. El funcionario estadounidense aseguró que Maduro está siendo cada vez más manipulado por Rusia: “al final del día los rusos quieren su dinero (el de Venezuela), para pagar las deudas que les debe”, señaló.
El principal vínculo que la dictadura en Venezuela mantiene con Rusia, es la deuda millonaria que el país suramericano tiene que pagarle.
La petrolera estatal rusa Rosneft ha sido clave porque Venezuela le debe mucho dinero; de acuerdo con el estadounidense Elliott Abrams, representante especial para Venezuela, el año pasado la deuda del país suramericano era de 8 000 millones de dólares.
«Cuando sancionamos a PDVSA [la petrolera pública venezolana] lo primero que hizo Venezuela fue acudir a Rosneft para que les ayudara a vender el petróleo que antes comprábamos aquí en EE. UU. Y Rosneft lo ha hecho, y está claro que lo hace porque Putin se lo ordena», sentenció Abrams.
La tiranía de Venezuela estaría usando a Rusia como un salvavidas en todos los ámbitos, mientras el Gobierno de Putin afianza su presencia en la región retando constantemente al de Estados Unidos.
En junio se conoció que el régimen chavista le regaló dos nuevos yacimientos de gas a Rusia, otorgándole el 100 % del proyecto y todos los derechos del gas explotado.
La petrolera rusa ya participa como socio minoritario en varios proyectos conjuntos de producción de petróleo en Venezuela, como Petrovictoria, Petromonagas y Petromiranda, en la faja petrolífera del Orinoco, así como Boquerón y Petroperijá, en el estado Zulia. Además, en marzo, Maduro decidió trasladar la oficina de Petróleos de Venezuela de Lisboa a Moscú para reforzar la asociación estratégica entre ambos países.
Analistas internacionales aseguran que Rusia sigue respaldando a Maduro no solo para aumentar su presencia en América Latina e incomodar a Estados Unidos, sino también porque Venezuela le ha otorgado millonarias concesiones en materia financiera.
La petrolera rusa Rosneft ha canalizado más de 17 000 millones de dólares en préstamos al régimen chavista durante la última década. Lo anterior mientras que la empresa europea ganó tres millones de toneladas de petróleo en 2017 de sus operaciones en Venezuela. En general, Rusia ha invertido en muchas industrias venezolanas, desde banca hasta ensamblaje de autobuses. Al mismo tiempo, entre los países latinoamericanos Venezuela ha sido uno de los mayores compradores de armas rusas.
Joseph Humire, director ejecutivo del Centro para una Sociedad Libre y Segura, señaló a PanAm Post que más que un conflicto, Rusia estaría chantajeando a Estados Unidos con Venezuela, usando propaganda y provocaciones; señaló que “los rusos quieren deslegitimar a EEUU mostrándolo como el agresor en Venezuela”.
“En pocas palabras Rusia quiere más legitimidad en Venezuela y quiere deslegitimar a Estados Unidos, sentenció.