El régimen de Nicolás Maduro ha logrado burlar las sanciones internacionales y aumentar la importación de productos de origen turco, chino o mexicano; la mayoría de ellos destinados a las cajas subsidiadas de alimentos CLAP envueltos en turbios negocios vinculados al narcotráfico, el lavado de dinero y la venta ilícita de oro.
Cifras del Banco Central de Venezuela revelan que en los primeros meses de 2019 las importaciones del sector público no petroleras aumentaron 16,5 % con respecto al mismo lapso del año pasado, pues habrían alcanzado los USD$ 955 millones.
Los números evidencian que la administración de Maduro ha maniobrado para seguir movilizando recursos comprando mercancía fuera del país, pese a las sanciones internacionales; todo esto, en medio de una turbia red de lavado de dinero que involucra la importación de alimentos.
Con el paso del tiempo diversas investigaciones han revelado que a Maduro le conviene aumentar dichas importaciones, no porque estaría saciando la necesidad del pueblo de depender de las cajas CLAP; sino porque estas compras internacionales se han convertido en instrumento para recibir dinero ilícito, sobre todo tras la falta de divisas provenientes del mercado petrolero.
En vez de mentir deberían decir que sancionaron a los intermediarios Alex Saab y Álvaro Pulido. Por cierto, deberían explicar por qué Maduro les ha dado a ellos tantos negocios, incluidas las importaciones para los #Clap https://t.co/Y7fvQT6LxY
— Roberto Deniz (@robertodeniz) September 26, 2019
Testaferro de Maduro, la pieza clave
La mayoría de los alimentos importados e incluidos en las cajas de alimentos CLAP tendrían como países de origen origen Turquía, China y México; y todo indica que quien estaría detrás de este millonario negocio sería el principal testaferro de Nicolás Maduro, Alex Saab.
El pasado 22 de mayo se conoció que el Gobierno de Estados Unidos le imputaría cargos criminales a Alex Naím Saab, testaferro de Nicolás Maduro, tras lucrarse con el programa de comida subsidiada CLAP y aprovecharse de la crisis humanitaria que enfrentan los venezolanos.
Hay que recordar que dicho Departamento publicó un informe en el que asegura que “altos cargos” de Venezuela usan el CLAP para lavar activos que obtuvieron a través de la corrupción y que, incluso, se embolsaban directamente el dinero que el Ejecutivo venezolano destina a ese plan.
Saab también es la pieza clave en un misterioso esquema comercial creado por Maduro y Recep Tayyip Erdogan para enriquecerse a costa del oro robado y de la comida subsidiada.
Explica Bloomberg que Saab y otros cómplices «han modernizado sus empresas criminales para adaptarse a los desafíos y oportunidades».
El sistema de «oro por alimentos» es un esquema de varias empresas multinacionales destinado a ocultar el flujo de dinero y bienes, dicen los investigadores.
«El oro se envía a Turquía y se convierte en efectivo, que paga los alimentos. Algunos alimentos se envían desde Turquía, según las personas involucradas en la organización de envíos, pero gran parte de estos se obtienen en México. Antes de enviarlo a Venezuela, su valor se infla, lo que permite a las personas involucradas en el esquema obtener dinero de las transacciones», explicó a Bloomberg el diputado venezolano Carlos Paparoni.
El legislador explicó que las empresas que Saab ha establecido para cumplir con los contratos de alimentos están en manos de asociados de confianza y se han registrado en México, Venezuela, Hong Kong y Turquía; justamente los lugares de origen de los productos importados.
Saab fue identificado en investigaciones de Armando.info como uno de los beneficiados en la importación irregular de alimentos a sobreprecio para el programa estatal de los Comité Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP).
Este sistema, establecido por el régimen, abastece de ciertos productos de la cesta básica alimentaria a hogares, a un costo subsidiado, a través de divisas preferenciales para la compra e importación de los productos alimenticios en el exterior.
Las “narcocajas”
De acuerdo con el diario ABC de España , funcionarios del régimen de Nicolás Maduro habrían utilizado la importación de alimentos a través de las bolsas CLAP para camuflar la recepción de dinero en efectivo por parte de carteles mexicanos tras el envío de droga por parte de dirigentes chavistas.
El reportaje revela que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos descubrió que tanto Diosdado Cabello como Tareck El Aissami usaron el terminal de la empresa estatal venezolana Alunasa, en Puerto Limón, Costa Rica, para que el dinero ilícito ingresara al sistema financiero y luego terminara en bancos de Rusia con cuentas vinculadas a los funcionarios del chavismo.
“La hipótesis de los investigadores es que, dado el carácter de narcoestado de Venezuela, lo normal es que los dirigentes chavistas intentaran resolver la necesidad de alimentos que hay en el país, al mismo tiempo que buscaban la forma de obtener el pago por parte de los carteles mexicanos de la cocaína que sale a través de Venezuela”, afirma uno de los colaboradores de la investigación al ABC.