El régimen de Nicolás Maduro prepara una nueva farsa electoral para hacerse de la Asamblea Nacional de Venezuela que hoy es de mayoría opositora y representa el único poder público legítimo que queda en el país.
Para vender nuevos comicios legislativos, la tiranía ha emprendido una serie de maniobras con las que pretende cometer un nuevo fraude en el país.
Este jueves 16 de enero, diputados que habrían negociado con el régimen de Nicolás Maduro pidieron al ilegítimo y chavista Tribunal Supremo expropiar el partido Primero Justicia; esto con la idea de controlar uno de los principales partidos de oposición y jugar a favor de la tiranía.
Desde @Pr1meroJusticia me informan que salieron de El Tigre, 4 autobuses con varias personas, con el objetivo de llegar este jueves a Caracas y acudir al TSJ. Les están dando 150$ y una camisa amarilla de PJ.
— Sergio Novelli (@SergioNovelli) January 15, 2020
Los diputados que también asaltaron el Parlamento para usurpar la junta directiva, solicitaron expropiar el partido del que fueron expulsados tras venderse a la dictadura.
De hecho, decenas de personas llegaron a la sede del TSJ para hacerse pasar por militantes de la tolda amarilla, y uno de ellos confesó que la tiranía le pagó para participar en el “show” de apoyar a los diputados envueltos en casos de corrupción.
“Están armando su tinglado para las falsas elecciones, tendrán sus partidos de “oposición” a base de tránsfugas y su AN domesticada, con su falsa oposición. Y “dialogarán” entre ellos. Vayamos pensando cómo se va a enfrentar esa burla, piquemos adelante”, dijo el experimentado abogado Enrique Aristiguieta Gramko.
Están armando su tinglado para las falsas elecciones, tendrán sus partidos de “oposición” a base de tránsfugas y su AN domesticada, con su falsa oposición. Y “dialogarán” entre ellos. Vayamos pensando cómo se va a enfrentar esa burla, piquemos adelante.
— Enrique Aristeguieta (@EAristeguieta) January 16, 2020
Y es que mientras Maduro ajusta los partidos de oposición a su conveniencia e impulsa la toma ilegítima de la Asamblea Nacional de Venezuela, invitó al mundo entero a creer en dichas elecciones.
“Invito al mundo entero a las elecciones. Con este poder electoral, la oposición triunfó en las elecciones legislativas de 2015. Pero si quieren más garantías, estoy de acuerdo”, aseguró Maduro, quien ha puntualizado que el único actor que no será invitado es la Organización de Estados Americanos (OEA), a cuyo secretario general, Luis Almagro, calificó de “basura”.
Pero el periodista especializado en comicios, Eugenio Martínez, se dedicó a desmentir a Maduro al recordar que todos los partidos que integraban a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) durante las elecciones parlamentarias de 2015, están ilegalizados por el régimen. Señaló que la tiranía busca crear un “ecosistema de partidos” a su conveniencia.
El nuevo ecosistema de partidos. Esto es parte de lo que se verá hoy en el TSJ. El paso de hoy será sentar las bases para la intervención de @Pr1meroJusticia y después de @VoluntadPopular https://t.co/WuZ6efcsAo
— Eugenio G. Martínez (@puzkas) January 16, 2020
En relación con un supuesto “acompañamiento electoral”, Martínez señaló que no es lo mismo observación internacional que acompañamiento.
“Para los comicios presidenciales del año 2012 el Centro Carter rechazó la invitación como Acompañante Internacional argumentando que se limitaba a “observar las actividades relativas al día de la votación mediante una presencia política mayormente simbólica”, señaló.
“Una misión de observación se instala con semanas de antelación a los comicios en los países que han admitido su presencia. En el caso del acompañamiento internacional el CNE limita la llegada al país de las misiones una semana antes de las elecciones”, recordó.
Unas verdaderas elecciones libres
En los últimos años, con ayuda del CNE Maduro ha logrado la victoria en comicios por medio del uso de diferentes acciones que perjudican a la oposición venezolana: impide el registro de nuevos electores; modifica el registro de votantes; reubica a última hora los centros de votación; elimina el uso de la tinta indeleble y el captahuellas; viola la ley al impedir la sustitución de candidatos en el tarjetón y permite el ventajismo por parte del oficialismo. A esto se suma la desmotivación de los electores y la manipulación de cifras.
Roberto Abdul, presidente del comité directivo de la asociación civil Súmate, ONG con experiencia tecnológica y logística en cobertura de eventos electorales, le dijo al PanAm Post que para que las elecciones sean transparentes es necesario el cambio de las autoridades electorales que durante años han trabajado a favor del régimen chavista. Además, recordó que es fundamental depurar el Registro Electoral Permanente (REP) y habilitar a las organizaciones políticas que fueron anuladas por el CNE. Para depurar el REP se tendrían que eliminar a miles de venezolanos que aparecen con doble identidad y que han podido ejercer su voto más de una vez.
Además, tampoco se puede permitir que el régimen reubique a los votantes de manera abrupta. Asimismo, se deberá tomar en cuenta a todos los venezolanos que han salido del país y que tienen derecho a votar desde el exterior.
Cuando se habla de unas elecciones libres y transparentes también se debería tener como objetivo la desarticulación de los grupos armados que respaldan al chavismo, como los colectivos; las guerrillas colombianas, «disidencias» de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que operan desde Venezuela; las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), entre otros, que con actos de amedrentamiento y persecución les impiden a los electores efectuar libremente su derecho al voto.
Lo anterior indica que para llevar a cabo unas elecciones libres en Venezuela es necesario pedir más que la salida de Maduro y la renovación del CNE. También es necesario que el chavismo abandone todas las esferas del poder; implementar una fuerza de choque contra los grupos armados que custodian a la dictadura; candidatos con una hoja de vida intachable y una veeduría internacional imparcial que garantice que todo el proceso electoral sea transparente.